Un abogado de México para China

En 2001, Evaristo Treviño representó a la Universidad Iberoamericana en un concurso de Derecho Internacional en Harvard. No ganó el certamen, pero supo a qué dedicaría su vida: “Me di cuenta del enorme potencial que China tiene y que tendrá en el futuro”.

Tras litigar cuatro años en bufetes jurídicos de renombre en México, llegó a Hong Kong hace más de dos años con una maleta y su matrícula para la maestría en Derecho Comparado en la City University. “Hoy soy el único abogado mexicano en China y, quizás, el único de habla hispana en Hong Kong”.

A sus 28 años, Evaristo trabaja desde el piso 57 de un rascacielos hongkonés para el bufete inglés Robertsons, con la encomienda de ser el enlace entre empresas chinas y el mercado latinoamericano y mexicano.

No fue fácil. Durante meses lo rechazaron de los 15 mayores despachos locales. Un día se le ocurrió buscar a los socios que atendieran a compañías con presencia en Latinoamérica y pedirles una cita. “Pensaban que era por negocios y luego entendían que quería empleo”.

Ahora, por cada hora de servicios de Treviño, el despacho cobra 3,000 dólares de Hong Kong (unos 300 euros o 478 dólares) y lo involucra en millonarios casos globales.

Para este abogado, diplomado en mediación, el caso del que se siente más orgulloso fue recuperar una deuda por 300,000 dólares para un empresario mexicano, que rompió su sociedad con una compañía china.

“Fue latoso y tardado pero ganamos. Y, además, las partes, que ya se veían como enemigas, volvieron a ser socias”.

Treviño no sabe si regresará a vivir a México, pues en cuatro o cinco años espera tener su propio despacho en Hong Kong, “la mejor puerta de entrada al mercado chino”.