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Trane hace verde al aire acondicionado

La empresa fabricó un mecanismo de clima artificial a través del almacenamiento de hielo; su equipo fue reconocido como el más eficiente de 2007 por la Agencia de Protección Ambiental d
dom 14 septiembre 2008 06:00 AM
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La temperatura adecuada puede ayudar a mantener contentos a

Los trabajadores de la empresa Morgan Stanley sentían que ‘entraban al paraíso’ cuando cruzaban las puertas de las oficinas de su cuartel general en Purchase, condado de Westchester, Nueva York.

Cada día, cientos de empleados ansiaban llegar y dejar atrás el calor sofocante del verano neoyorquino, pero pocos, o ninguno, imaginaban que el aire acondicionado empleado para enfriar las oficinas consumía 50% de la energía utilizada en el edificio.

En las grandes urbes, como Nueva York o la Ciudad de México, los edificios absorben, en conjunto, 40% de la energía eléctrica que se consume en esas ciudades.

El envejecimiento de los equipos de las oficinas lo hacen perder eficiencia, pero la necesidad de mayor capacidad de enfriamiento propició que los directivos de Morgan Stanley tomaran la decisión de remplazar su sistema de aire acondicionado.

La empresa elegida para sustituir los equipos instalados por un sistema más eficiente fue Trane. Los principales objetivos eran que se controlara el clima y se ahorrara hasta 13.5% en el consumo de energía.

Los beneficios ambientales logrados en el edificio de Morgan Stanley son equivalentes a plantar 1.5 millones de hectáreas de árboles que absorban el monóxido de carbono producido por electricidad en un año, según cálculos de Trane.

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Resulta irónico que una empresa dedicada a la venta de equipos de aire acondicionado recomiende la arquitectura ‘verde’ para diseñar casas que puedan prescindir del clima artificial, y que promueva la cultura organizacional de reducción de uso energía, pero Trane lo hace, pues sus ejecutivos se trazaron como meta de negocio revertir lo que ha contribuido a generar: el calentamiento global.

“En el mundo de los negocios suena raro que vendas energía y, a la vez, sigas propiciando su ahorro, pero te sale más barato financiar proyectos de ahorro de energía que construir una nucleoeléctrica”, dice Jaime Jiménez, director de Trane México.

La eficiencia energética no sólo es una responsabilidad social, también es un negocio, pues el mercado de climatización crecerá más a medida de que aumenten las temperaturas del ambiente y la carga térmica generada por los equipos electrónicos, puntualiza el directivo .

Según un reporte del Servicio Comercial de Estados Unidos, en ese país Trane es una de las principales firmas dedicadas en México a los negocios relacionados con el clima artificial.

El mercado de climas y aires acondicionados en México supera los 2,000 millones de dólares, y empresas como Trane, Carrier y York se lo disputan entre ellas y con rivales asiáticos, como Samsung, LG y Mirage. Todas estas empresas han montado plantas de manufactura en México, para atender las tres grandes divisiones: residencial, industrial y comercial, y automotriz.

El mercado más importante para Trane aquí es el residencial, pues en ciudades como Mexicali, Monterrey o Cancún la climatización no es un lujo sino una necesidad.

De la misma manera, en ciudades con pocos contrastes climáticos, la construcción vertical, en rascacielos prácticamente sellados, requiere de aire acondicionado.

El hielo, literalmente
Trane ya tiene algunos hitos en su haber, como su mecanismo de almacenamiento de hielo, su unidad más vendida y reconocida como el equipo más eficiente de 2007 por la Agencia de Protección al Medio Ambiente en Estados Unidos (en inglés, EPA).

El sistema funciona con máquinas que generan hielo durante la madrugada, cuando la tarifa eléctrica es más baja, y cuando el edificio empieza a operar se derrite el hielo y se produce agua fría para climatizar las oficinas.

El equipo ha sido bien aceptado en México, en parte por su ahorro en costos, pero también por su eficiencia en zonas donde no hay abasto suficiente de energía por el exceso de construcciones.

Cadenas comerciales como Sears ya usan este sistema y un ejemplo comparativo se encuentra en el complejo de Cuajimalpa conocido como ‘El Pantalón’, donde hay dos edificios bajitos, idénticos, y uno utiliza almacenamiento de hielo y el otro, agua helada; el cliente del primero está feliz con su recibo de luz, el segundo, no tanto.

De acuerdo con la Comisión Nacional de Vivienda, sólo 5% de las 650,000 casas que se construyen anualmente en México son ‘verdes’, sin embargo, prácticamente todos los edificios de las ciudades mexicanas cuentan con un sistema de automatización en el aire acondicionado para ahorrar energía, explica Jiménez.

Las grandes urbes son las responsables del consumo de 75% de toda la energía y de las emisiones de gases invernadero en el mundo, según el grupo de ciudades integrantes del denominado C40, razón por la cual se creó la Clinton Climate Initiative, que congrega a las urbes del C40 y otras para encontrar soluciones prácticas al calentamiento global a través del ahorro de energía. Una de ellas es la Ciudad de México.

Además de las ciudades, la fundación convocó a cinco empresas de servicio energético con presencia a nivel mundial, entre ellas a Trane, y a cinco bancos: abn Amro, Citi, Deutsche Bank, jpMorgan, Chase y UBS, que aportaron 5,000 millones de dólares, un monto nunca antes visto para financiar proyectos de ahorro de energía en las principales urbes.

El calentamiento global no le es ajeno a nadie. “No son maremotos en las islas Aleutianas, son tornados en México y temperaturas récord en Guadalajara, y la gente se altera porque afecta su entorno inmediato”, dice Jiménez, quien asegura que es un motivo por el cual los ciudadanos buscan la eficiencia energética.

Pero hay un motivador más tangible: el recibo de luz. Los costos energéticos significan un gasto importante para las familias, que empiezan a buscar sistemas eficientes y ahorradores de energía. Y aunque muchos se vayan con la finta y adquieran un equipo ‘hecho en China’, barato pero sin refacciones o personal de mantenimiento, la próxima vez buscarán otro equipo, que les asegure un ahorro energético, que verán reflejado en la cuenta de luz.

“La crisis petrolera de los 70 y la crisis energética actual han sido parte aguas que han alertado al consumidor, les han movido el tapete para buscar la eficiencia energética”, dice Jiménez

Junto con el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), Trane trabaja en México para renovar los equipos de aire acondicionado de edificios viejos y equipar los nuevos con sistemas que aunque son hasta 20% más caros, a mediano plazo recuperan el gasto y disminuyen la cifra en el recibo de luz.

A través de su área de investigación y desarrollo, con nueve centros de diseño e investigación a nivel mundial, la empresa inventa nuevos sistemas que reduzcan la huella ambiental y que sopesen la tendencia, que indica que, durante los próximos 20 años, habrá un crecimiento de 54% en el consumo de energía a nivel global, según el Centro de Administración, Estadísticas e Información Energética de EU.

Sin embargo, el medio ambiente es un negocio y, además, está de moda. En México, 2,000 millones de dólares son la pauta a seguir.

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