Emprende tu negocio en la recesión
Cuando el obrero metalúrgico, Ken Kash, fue despedido de su trabajo en una compañía de decorados teatrales, decidió no buscar otro puesto de tiempo completo. En vez de eso, aspira a realizar un antiguo sueño: comenzar su propia compañía.
"Tengo 48 años y siento que si espero mucho más no tendré la energía o la ambición", dice Kash, cuya compañía con base en Hillsborough, Nueva Jersey, fabrica muebles y ornamentos de metal bajo pedido. "Ahora es tiempo de hacer la jugada".
Kash no está solo. Los expertos en emprendedurismo dicen que muchos hombres y mujeres que se sienten sofocados por el limitado mercado laboral, buscan convertirse en sus propios jefes.
Rich Sloan, quien dirige StartupNation.com, dice que su sitio de Internet ha visto un desbordamiento del tráfico y las consultas vía correo electrónico de gente que busca oportunidades de franquicia e ideas de negocios.
"En este difícil momento, las opciones se reducen. La gente que tenía trabajo, y trabajo bajo contrato, ya no lo tiene", dice Sloan. "Debido a que necesitan ingresos con desesperación, se ven forzados a ir a la caza de ideas de negocios que antes acumulaban polvo".
Para los emprendedores aspirantes, comenzar en medio de una debacle económica no es fácil. Los préstamos bancarios son sumamente escasos, las compañías de tarjetas han aumentado sus tasas de interés y recortado las líneas de crédito, los consumidores no gastan, y las carteras de acciones y cuentas de retiro que alguna vez pudieron proveerles a los fundadores de negocios el capital necesario, han sido diezmadas. ¿Quieres pedir un préstamo con tu casa como garantía para financiar tu nueva empresa? Buena suerte para encontrar un prestamista voluntarioso.
"Hay restricciones reales que pueden reducir el número de arranques", dice Tim Kane, economista que estudia el emprendedurismo en la Fundación Kauffman. "El número de trabajadores independientes aumenta en las recesiones, pero el emprendedurismo no necesariamente se eleva".
Comenzar desde abajo y ascender
El emprendedurismo, en el sentido clásico, significa comenzar una empresa que tarde o temprano crezca para convertirse en una compañía más grande. Muchos de los que se independizan ahora nunca expandirán sus negocios más allá de empresas unipersonales. De acuerdo con los estimados de la Asociación de Pequeños Negocios, de los 27 millones de pequeñas compañías estadounidenses, sólo 6 millones tienen empleados más allá de su dueño.
Las recesiones son un momento en especial desafiante para comenzar. Un estudio reciente de la Fundación Kauffman sobre los ciclos económicos de las últimas tres décadas, reveló que el arranque de negocios por lo general declina ligeramente durante las crisis. Pero todo negocio tiene que empezar en alguna parte, y otro análisis de la misma fundación indicó que alrededor del 25% de las empresas jóvenes con empleados, al comienzo carecían de personal más allá de su dueño. Después crecieron, y comenzaron a contratar trabajadores adicionales.
Así es cómo Alex García de Orange, California, espera que progrese su negocio. Desde que tenía 20 años, ha sido un conductor profesional, y ha estado ahorrando para comenzar su propia compañía de limosinas. Ahora, a sus 28 años, García es dueño de una limosina y ha reunido los permisos de conducir y de negocios que necesita, pero aún le faltan 10,000 dólares de capital para cubrir sus costos operacionales y de mantenimiento vehicular.
"He decidido no pensar demasiado y sólo hacerlo", dice. "Tengo mis materiales de mercadotecnia listos para comenzar y espero hacerlo muy pronto, aunque estoy nervioso acerca de las finanzas. Pero una vez que mi familia vea que el negocio tiene éxito, me ayudarán con los costos de lanzamiento. Entonces, planeo contratar a mi hermano".