El campo, lugar fértil para la banca
Considerando que 36% de la población en México habita en el campo y que su participación en el Producto Interno Bruto es del 2%, según cifras de la OCDE, el fomentar una cultura bancaria entre los emprendedores rurales garantizaría una mayor participación de estos en el sector empresarial .
El punto de partida, para asegurar una mayor presencia de estos productores en la cadena económica del país y por consiguiente una mayor productividad del sector, es la generación de más puestos bancarios, según el director general de Administración de Riesgos y Proyectos de Inversión de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), José Rafael González McCarthy.
"No se trata de generar por generar, sino hacerlo de una forma competitiva, con estándares de calidad y servicio, que no sólo permita que estos productos y ejercicio financieros contribuyan a la educación financiera sino que soporten la competitividad microempresarial", añadió el directivo del área de Sagarpa.
Para llegar a este inclusión en el sistema bancario a través de programas de ahorro y microcréditos, lo primero que debe de reconocer cualquier institución financiera es la realidad del pequeño productor agropecuario , el cual, obtiene el 55% de su ingreso familiar por actividades no agrícolas, de acuerdo a estimaciones hechas por el docente investigador de la Universidad Anáhuac, José Carlos González Núñez.
"El pequeño productor agropecuario es un emprendedor que lleva a cabo un conjunto de actividades económicas no agrícolas, como pueden ser el comercio, servicios, artesanías, turismo, entre otros, dando viabilidad a la economía familiar", precisó el docente por medio del documento El Financiamiento Rural.
Por medio del Proyecto de Asistencia Técnica al Microfinanciamiento Rural (PATMIR), que cuenta con 318,698 socios registrados a marzo de 2010, González McCarthy, explicó que se busca apoyar al pequeño empresario acercándolo a los sistemas financieros.
"El productor no tiene que cumplir con ciertas condiciones para acceder al programa sino que es beneficiario de mismo de una forma indirecta por el sólo hecho de que en su comunidad exista un punto de acceso financiero", agregó el experto de proyectos de inversión de la Sagarpa.
Ante la posibilidad de que los productores de las comunidades rurales, menores a 15,000 habitantes de muy alta y media marginalidad, puedan mediante cajas de ahorro popular reconocidas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores ingresar a esquemas de ahorro, obtener créditos y recibir los recursos para sus proyectos productivos, el también director del Consorcio Latinoamericano para Capacitación en Microfinanciamiento (COLCAMI) de la Anáhuac recuerda que toda asistencia debe ser integral.
Por ello, los bancos o entidades deben aplicar una tecnología de crédito adecuada, como es "la Metodología de Microfinanzas Rural, la cual ha sido desarrollada por diversas instituciones financieras nacionales e internacionales", puntualizó González Núñez.
Con un largo camino por recorrer en la inclusión de los pequeños emprendedores del campo al sistema financiero, González McCarthy, afirmó que la tarea se está haciendo y la mejor prueba es que a la fecha cada uno de los socios PATMIR ahorra 3,942 pesos en promedio y el saldo total de ahorro asciende a 1,119 millones 525,972 pesos.
