Un ‘cochinito’ pirata fomenta el ahorro
La tradición dicta que si quieres fomentar el ahorro en una persona , desde temprana edad debes regalarle un 'cochinito' que pueda llenar con las monedas que recibe en su mesada. A esta vieja costumbre, la empresa Kuadritos le imprimió personalidad
"Después de dos años comercializando regalos importados de China, quisimos crear nuestros propios productos y después de hacer un estudio de cuáles eran los artículos que más se vendían me dí cuenta que eran las alcancías, así que nos dimos a la tarea de renovar el concepto del ahorro imprimiéndole personalidad a los tradicionales marranitos", dijo la fundadora de la empresa mexicana, Vicky Ramírez.
Aunque sólo 51% de las 1,325 personas encuestadas por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) tienen un hábito de ahorro y de éstas 29% lo hace en su casa, caja de ahorro, tanda o en su negocio, la fundadora de Kuadritos considera que un producto personalizado es un incentivo para que los más jóvenes adquieran este hábito.
"Existe una confusión entre ahorro y atesoramiento, el ahorro sólo es en el sistema formal, el colchón o el cochinito, son atesoramiento", comentó el director general de Estudios sobre Consumo de Profeco, Roberto Bello, en el marco de la pasada Semana Nacional de Educación Financiera.
Pese a esta realidad, la propietaria de la empresa en su búsqueda por darle un giro a su negocio y ofrecer los cochinitos personalizados, exploró nuevos materiales como el papel maché y el plástico, para finalmente llegar a los cerditos de cerámica.
"Una vez teníamos los cochinitos en blanco comenzamos a dejar volar la imaginación, incluso a mi hija se le ocurrió que uno de las alcancías podría ser un cerdito pirata que tuviera un ojo con un parche y así fue como nació el que más buscan nuestros clientes ", indicó.
A pesar de que la empresaria cuenta con otros productos en su tienda como clips para guardar recados, objetos antiestrés y portarretratos, los cochinitos vestidos de novia, con la camiseta de la selección mexicana, con alas de ángel, manchas de vaca, tutu de bailarina o como reno de Santa Claus, hacen parte de su colección de productos que más impacto han generado.
"En este momento lo que queremos es explorar más lo que podemos hacer con los cochinitos, nuevos diseños, tamaños y ver si es posible ponerles más accesorios sin que se pierda la finalidad, volver a la tradición de ahorrar unas monedas en los marranitos", afirmó.
Con un total de ocho empleados, la emprendedora considera que aún falta mucho por explorar y que los dos años de la compañía son el principio de un largo camino por recorrer.
