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Empresas familiares quieren rentabilidad, pero también conservar sus valores

Para mantener el patrimonio y la riqueza socioemocional, las estas compañías deben conocer qué quieren las nuevas generaciones.
jue 21 abril 2016 01:11 PM
Las familias no suelen preguntar a la siguiente generación si quieren hacerse cargo de la empresa.
De padres a hijos Las familias no suelen preguntar a la siguiente generación si quieren hacerse cargo de la empresa.

Las empresas familiares tienen un doble reto para perdurar en el tiempo: transmitir el patrimonio accionario y la riqueza socioemocional, en la que se incluyen los valores de la familia.

Para lograrlo los miembros tienen que comunicarse, hablar sus inquietudes y necesidades. No dar por hecho que las segundas o terceras generaciones desearán continuar con el negocio, dijo Cristina Cruz, directora del Departamento de Entrepreneurship del IEBusiness School Madrid, durante la presentación de su estudio White Paper: Soluciones para Familias Empresarias: Transferir el patrimonio sin matar la ambición, elaborado para Credit Suisse

Esta encuesta aplicada a 200 directivos de las empresas familiares, 70% de ellas latinoamericanas, reveló que las familias no se preparan para la sucesión. “Particularmente las mexicanas no hablan del patrimonio, no le preguntan a las nuevas generaciones si quieren ser gestores o inversores en las empresas, lo dan por hecho para evitar conflictos”, afirmó Cruz.

La disyuntiva entre ambas generaciones se da porque los fundadores tienen una mente operativa y de planeación fiscal, mientras que la siguiente generación (Next Gen) busca un cambio hacia una mentalidad inversora. “Los Next Gen sitúan como objetivo prioritario la transmisión de una mentalidad emprendedora, mientras que un porcentaje inferior (30.4%) prioriza la transmisión de valores familiares sobre el control familiar de la compañía y las habilidades de gestión”, detalla el estudio. Para México, la transmisión de valores familiares permanece sobre la mentalidad emprendedora. “Es una característica de las compañías mexicanas”, aseguró Cruz.

Lee: Heredé una empresa, ¿qué hago?

La experta comenta que está comprobado que las compañías familiares que tienen un plan de sucesión y que les permite cotizar en la bolsa de valores tienen una rentabilidad superior al 11%, pero para lograrlo deben profesionalizarse, llegar a acuerdos y abrirse, lo que significa ceder un poco el control. A lo cual no siempre están dispuestas.

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Otro punto que revela el estudio es que los miembros de la familia no están preocupados por ser accionista de la empresa, porque eso ya lo dan por hecho, sino que al frente de la compañía haya un buen gestor del negocio.

Si bien los hijos o nietos no quieren formar parte de la dirección del negocio o no quieren tener nada que ver, hay que formarlos como inversionistas responsables

dijo la representante del IEBusiness School. Con ello se dará la continuidad del negocio, porque ellos estarán preocupados por encontrar a un buen gestor de la empresa.

La Next Gen demanda independencia y flexibilidad a la hora de operar una empresa. No les importa compartir la propiedad del negocio con sus hermanos, pero sí exigen que los fundadores identifiquen y asignen al indicado para gestionar la compañía, además de ser libres de innovar y desarrollar nuevas áreas de negocio o nuevos negocios independientes al negocio familiar.

Lee: Guía para crear un escudo anticrisis para tu PyME familiar

Para lograr transferir el patrimonio sin matar la ambición, el estudio Credit Suisse propone atacar cuatro puntos de la empresa familiar:

1) Establecer las reglas de juego del patrimonio compartido: Un gobierno corporativo, un protocolo familiar y acuerdos de accionistas.

2) Consolidar la propiedad familiar: Establecer un holding que integre y gestione las diferentes empresas o emprendimientos que nazcan en la familia.

3) Crear una visión transgeneracional: A través de una estrategia de inversión o un family fund y capital semilla familiar para financiar los emprendimientos e iniciativas que nazcan al interior de la empresa familiar.

4) Preservar los valores: Puede lograrse a través de la creación de una fundación familiar. Esta es una opción para las compañías que se quedan sin fundador y los hijos no quieren continuar con el negocio. En este plan, se vende la compañía y, con un monto igualitario de inversión de los miembros, se crea una fundación que preserve los valores de la familia o que continúe con la esencia del negocio.

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