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Los errores cometidos en Zapata 56, el único edificio nuevo derrumbado

El proyecto residencial de la colonia Portales es el único con menos de dos años que se derrumbó en el sismo del 19 de septiembre. ¿Qué sucedió?
jue 12 octubre 2017 11:45 AM
Sustentabilidad colapsada.
Sustentabilidad colapsada. El edificio era sustentable, tenía celdas solares en el techo, terrazas, techos altos, jardineras y purificadores de agua en las cocinas.

El condominio de Zapata 56, en la colonia Portales Sur, se distinguía del resto de las nuevas construcciones de la zona por ser un proyecto sustentable, con buenos acabados, diseño atractivo y precios competitivos.

Alicia, Luis y Alejandra son tres de los vecinos que adquirieron, cada uno, un departamento de los 24 del condominio en 2016. Se convencieron por las características del lugar, sus celdas solares, sus purificadores de agua, acabados de granito, jardineras y terrazas.

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A poco meses de haber ocupado el inmueble, con el sismo del 19 de septiembre, una parte del edificio se colapsó. “Recibí un mensaje del chat del condominio que decía: 'El edificio se derrumbó”, recuerda Alejandra.

Ella, como los otros vecinos, no cree que la fuerza del sismo haya sido la causa de suceso, pues en el pasado ya habían detectado varios vicios ocultos en el edificio. Primero fueron focos LED fundidos, jardineras con humedad en pasillos y una fuga del filtro potabilizador de agua que inundó su cocina.

“Nos dijeron que el filtro no aplicaba como vicio oculto porque era un regalo que nos había hecho la empresa, pero al final fueron a verlo y lo arreglaron porque admitieron que estaba mal conectado”, dice Alejandra.

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Tras el colapso, los problemas ocultos en el edificio salieron a la luz. La delegación Benito Juárez y los ingenieros que visitaron el inmueble tras el suceso detectaron materiales poco resistentes, inconsistencias en la edificación e incluso falta de supervisión.

Estos son los cuatro posibles responsables.

El DRO

La responsabilidad de un proyecto durante y después de su construcción recae en el Director Responsable de Obra (DRO). En el caso de Zapata 56, el DRO es Juan Duay Huerta.

Pero este ingeniero arquitecto había perdido su certificación como DRO en septiembre de 2015, de acuerdo con la Seduvi (Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda), en la época en que aún construía el proyecto para la firma Canada Building Systems.

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Los propietarios del condominio lo buscaron durante varias semanas sin respuesta. A finales de septiembre, Duay habló con El Universal, donde negó ser responsable de lo ocurrido y recalcó que se utilizaron materiales de buena calidad probados por dos laboratorios. Expansión lo buscó para entrevista, pero no recibió respuesta.

El DRO es el encargado de supervisar que se realice el proyecto al pie de la letra, que se utilicen los materiales previstos, se cumpla con el uso de suelo y que no haya cambios sin avisar en la bitácora de construcción.

Duay está demandado penalmente por la delegación Benito Juárez por las irregularidades del edificio, en el cual perdieron la vida dos personas, a causa del derrumbe.

La empresa

En los contratos de compra-venta de los departamentos del Condominio San José, aparece la empresa Canada Building Systems S.A de C.V. como la firma vendedora.

Cuando vendió los departamentos, presumió a los vecinos otros tres proyectos a pocas cuadras de allí. Alejandra recordó haberlos visitado y verlos bonitos, lo que animó su decisión de compra.

Ahora, lo que le vino a la mente tras el sismo es que aquellos condominios eran de solo dos niveles, y no de seis como el de ella. En los folletos con que se promocionó el desarrollo, se observa en la parte final un render del proyecto hecho a mano y con tintas de varios colores. Es decir, era un dibujo y no un plano arquitectónico finalizado.

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En su sitio web, hoy inexistente, Canada Building Systems de México se presenta como una importadora de “tecnología constructiva y productos canadienses”, y no como una constructora.

Además, la dirección que exhibe en su página de internet no corresponde a ningún tipo de oficina, sino a una distribuidora de productos de marca Kärcher y a una bodega vacía. La compañía no contestó a una petición de entrevista de Expansión.

Los vecinos de la zona niegan que en esa dirección que señalaba la empresa, Calzada de Tlalpan 956-A, en la colonia Niños Héroes de la delegación Benito Juárez, haya existido una constructora. Imágenes de Google Street View muestran que, antes de la distribuidora, el establecimiento fungía como una tienda de artículos de oficina.

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Materiales de mala calidad

Tras el derrumbe del edificio, vecinos que estaban en la zona acudieron a retirar escombros, y se percataron que las losas eran muy delgadas y que la malla de las paredes se podía doblar con las manos. Ahí comenzaron a sospechar que algo estaba mal desde antes del sismo.

Una joven paramédico que rentó un departamento en agosto de 2017, un mes antes del sismo, recuerda que con el temblor del 7 de septiembre el edificio se movió significativamente, y que eso no era normal.

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“Cuando levantamos escombros entre los vecinos, nos dimos cuenta de que no pesaban y que la malla de las losas se doblaba con las manos. Los ingenieros nos dijeron que eso no se usa ni para las jaulas de los pollos”, dice una las vecinas. Tampoco encontraron varillas en las columnas, añade.

Las autoridades

Durante su primera reunión y visita a los vecinos del condominio, a una semana del sismo, las autoridades de la delegación Benito Juárez comentaron que las delegaciones no revisan detalles tan profundos como los materiales de construcción en obras en proceso.

Los trámites de construcción se realizan ante la Seduvi, y la responsabilidad de que se siga el plan entregado a las autoridades recae enteramente en los DROs, quienes tienen que dar fe de que se cumpla la Manifestación de Obra y se siga la bitácora de construcción, o notificar de cualquier cambio a las autoridades, lo que incluye los materiales a utilizarse.

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Las autoridades delegacionales, explicó Chávez a los vecinos del condominio, solo supervisan al principio y el fin de las obras, y reciben la documentación que previamente ha autorizado Seduvi. “Nosotros no podemos verificar los materiales, por ejemplo. Lo que podemos verificar es el diseño arquitectónico, los espacios libres”.

Su acompañante, Omar Karim, responsable jurídico de la Benito Juárez, agregó: “Nosotros, cuando se entrega la terminación de obra o aviso de ocupación, checamos todo eso. Nosotros no podemos llegar, e imagínate diario, alguien de la delegación a checar qué material metiste, qué tipo de varilla”.

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