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Mujeres de talla grande: es nuestro turno en el mundo de la moda

El mundo de la moda ha volteado a las mujeres de talla grande las cuales han sido ignoradas por los diseñadores en Estado Unidos
mié 22 junio 2011 11:45 AM

Mara Rushel ha visto muchos corazones rotos en su tienda de novias Kleinfeld en Manhattan.

“Los ejemplos de vestidos de novia son todos talla 10” dice Urshel, explicando que las novias de tallas grandes no podían probarse antes los vestidos, sólo podían verlos en los maniquís.

“Pero una novia es una novia, sea lo que sea. Ella no debería sentirse mal porque otra mujer se tiene que probar los vestidos, y así ella puede decidir cómo quiere verse en su gran día”.

Por eso, hace seis años Urshel decidió que su tienda Kleinfeld, ahora conocida por ser la tienda que aparece en el programa de TLC, Say Yes to the Dress: Big Bliss (Dile sí a tu vestido: gran dicha), tendría vestidos en talla grandes que las novias pueden ordenar hasta talla 32.

“Le damos a la novia lo que desea”, dice Urshel. “Ella es el cliente”.

Cuánto daría por un mundo en el que esa fuera la realidad para el resto, dice Gwen DeVoe, la productora ejecutiva de la semana de la moda para mujeres de tallas extra grande en Nueva York.

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Aún en sus comienzos, estos desfiles fueron creados bajo la premisa de que las mujeres de talla extra grande son ignoradas por los diseñadores de Estados Unidos, en todos los almacenes de los centros comerciales, en las revistas y ellas están cansadas de eso.

“Digamos que es frustrante”, dijo DeVoe.

DeVoe no ha sido nombrada la vocera de todas las mujeres de talla extra grande en Estados Unidos, pero podría serlo.

La razón por la que hace tres años realizó la semana de la moda para mujeres de talla extra grande fue para reunir a los diseñadores de modas y sus clientes, porque ella cree que las personas a quienes se les paga para que hagan ese trabajo en el país no lo hacen apropiadamente.

Ella considera que los diseñadores y los vendedores al por menor no lo entienden. Piensa que no respetan a las mujeres de talla extra grande y que, además, están perdiendo grandes sumas de dinero.

“¿Ellos dicen que no gastamos dinero en ropa? Eso es una locura”, comenta DeVoe. “Somos clientes fieles, pero no compramos revistas porque no nos vemos reflejadas en ellas. No vamos a sus eventos porque no somos invitadas, y a propósito, tú tampoco”.

El sábado en la noche fue el último día de la semana de la moda para mujeres de talla extra grande. Al evento asistieron 1,000 de esas clientas que no habían sido invitadas anteriormente a desfiles de otros diseñadores, listas para comprar. Con la participación de más de 25 diseñadores, el evento fue lo que DeVoe había imaginado, un bríndis a las curvas femeninas, prueba de que las mujeres pueden salirse de la norma de modelos delgadas y vestirse con la mejor ropa al estilo de la marca italiana Vogue. El hecho de que el desfile parecía como de un millón, hizo que no fuera visto como un espectáculo barato.

De Voe dice que los diseñadores — y cita a Jean Paul Gautier — piensan que los desfiles son fantasía y “nadie sueña acerca de estar gordo”.

“Sólo quiero verme bien en la ropa. ¿Y tú?”.

Los números

A pesar de las protestas de DeVoe, el año pasado, sólo el 17% de la ropa comprada fue en la sección de mujeres de talla extra grande, de acuerdo a Marshall Cohen, jefe del grupo de análisis de venta al por menor NPD Group. Él dice que esto sucede, aunque las mujeres de talla extra grande tienen el 28% del poder adquisitivo.

La talla de la mujer promedio en Estados Unidos es 14 o 16 , dependiendo de a quién le pregunte y el estilo de vestir. De acuerdo a información de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades, el peso es de aproximadamente 74 kilos. La mayoría de los diseñadores y algunas tiendas consideran la talla 14 como extra grande.

Con una contribución del 17%, las mujeres de talla extra grande aportaron más de 17,500 millones de dólares en ventas en un periodo de 12 meses que terminó en abril de 2011.

Hay un potencial de mercado grande y está expandiéndose para las colecciones de talla extra grande. De acuerdo a Cohen, las ventas llegaron casi a los 18,000 millones de dólares entre abril de 2009 y 2010. La diferencia se da porque cuando los tiempos son difíciles para los vendedores al por menor, el primer producto en el que hacen recorte es en las tallas extra grandes.

De nuevo, ¿por qué la falta de respeto?

Cohen dice que una de las razones es la percepción, apoyada de algo de realidad en que el mercado de tallas grandes no muestra moda, “no en la ropa”. Y segundo, no hay suficiente producto disponible en el que puedan gastar su dinero.

“Si tu no les das más del 10% del espacio en las tiendas”, pregunta Cohen, “¿qué esperan?”.

Incluídas en el Internet

Las tiendas de nombre las invitan a comprar en Internet al proveer, en algunos casos, máximo hasta la talla 14. Gap, Old Navy, Ann Taylor, H&M y Banana Republic venden sus tallas extra grande sólo por internet.

Pero cuando vienen tiempos difíciles algunos vendedores optan por retirar sus líneas extra grandes, como Liz Claiborne, que sacó del mercado su línea Elisabeth en 2009.

(Gap, tiene la línea eponymous, Old Navy y Banana Republic, no respondieron al pedido de comentarios por parte de CNN.com. Liz Claiborne Inc. declino hacer declaraciones).

Sonsi, se unió al mundo de la Internet y hace un año abrió sus puertas a los clientes de tallas extra grande. Ha reunido 380 vendedores en un sólo lugar para hacer que las compras sean más fáciles para los clientes.

La vocera Jill Hutchinson dijo que la reacción de la mayoría de las personas que descubren la página es “¿Dónde han estado toda mi vida?”.

Sonsi.com se ha convertido en una página de comercio social que combina venta de ropa, contenido tipo revista y las redes sociales, específicamente para mujeres obesas a quienes les ha encantado la idea, pues es una manera de hablar acerca de sus vidas.

A una parte de las mujeres les gusta comprar vía internet, pero como comentan algunos blogueros, quejas de clientes y análisis de venta al por menor, no es recomendable para mujeres que:

  • Quieren probarse la ropa antes de comprarla.
  • No quieren pagar costos de envío.
  • Creen que están siendo excluidas de la tienda, porque las tiendas no quiere personas gordas arruinando la experiencia de las mujeres delgadas.

Hasta en los grandes almacenes, no consideran las solicitudes de las mujeres obesas, dice Cohen del NPD Group. Los probadores no son los suficientemente grandes, lo que hace difícil que puedan usarlos.

“Las mujeres no quieren que su autoestima sea lastimada cuando van a un almacén”, dijo Emme, la primer modelo de tallas extra grandes y la cabeza de emmenation.com y ahora actriz en Nueva York. “Yo no creo que estamos hablando de anoréxicos o extremadamente obesos. Estamos hablando de la realidad.

La madre y empresaria “talla 14 en el torso y 16 en las caderas” dice “Miren, comemos correctamente, hacemos ejercicio cuando podemos, cuidamos a nuestros hijos. Queremos vernos bien, no somos adolescentes. Sólo una vez me gustaría tomarme un día y no comprar nada en una parte específica de la tienda y entonces ellos verían cuánto poder de adquisición tenemos”.

Punto de vista, sensibilidad y experiencia

Algunos preguntan, ¿cuál es el problema? ¿Seguramente la industria ha visto los números?

Robin Givhan, el ganador del premio Pulitzer escritor de moda para Newsweek y The Daily Beast está seguro que los han visto.

Cuenta que cuando el diseñador Tracy Reese abrió una tienda en Manhattan, la surtió con todas las tallas regulares y se sorprendió al darse cuenta que lo primero que Reese vendió fueron las tallas 0 y 2. Esa es la clientela de los diseñadores.

Los diseñadores de alta moda deben hacer talla 14. Es lunático si ellos no lo están haciendo. A medida que la población como un conjunto es más gorda, la modelo idealizada es más delgada. Es una manera de denotar su nivel y exclusividad, tristemente refuerza la idea de delgadez ”.

Givhan dice que en los años 90, cuando Cindy Crawford era la superestrella, la hermosa modelo era talla 6, habían otras mujeres con senos y piernas como las de ella, y no estaban desnutridas.

Givhan sabe que la talla 6 no es 16, pero dice que quizás un día se cambie de tallas 0 y 2 y regrese a lo que las mujeres “normales” se ponen.

“La personas promedio conocen la diferencia entre voluptuoso y obeso. ¿Deben dejar de lado su clientela de base? No, pero ¿cuánto de su producto se basa en los clientes que han idealizado? Los diseñadores de alta costura no son los únicos que han idealizado a su clientela. Eso es lo que son las marcas. Es la razón por la que sus clientes los buscan”.

Ella dice, que el mercado de tallas extra grandes está pidiendo diseñadores que amplíen el número de sus tallas y quizás ellos no entienden lo que hace que un vestido, falda o blusa de talla extra grande luzca bien.

“Es acerca del punto de vista, sensibilidad y experiencia”, dice. “Tú no quieres que un diseñador de ropa deportiva haga tu traje de gala para los premios Oscar”, remarcó. “La medida es errónea”.

Cohen está de acuerdo, pero agrega: “Está es una clientela fiel. Les gusta lo que han comprado antes, una vez que te encuentran, se quedarán contigo. Si decides entrar en ese mercado y no has estado antes, buena suerte. Vas a tener que ganártelo”.

“Vale la pena. El mercado está allí”, asegura.

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