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Arqueólogos hallan el depósito más grande de cráneos en el Templo Mayor

El hallazgo quizá se trata de una ofrenda que sirvió para clausurar la edificación prehispánica, informó el arqueólogo Raúl Barrera
vie 05 octubre 2012 06:08 PM

Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontraron 45 cráneos humanos y alrededor de 250 mandíbulas inferiores en las cercanías de un edificio ceremonial que formaba parte del Templo Mayor, zona arqueológica en la Ciudad de México que fue el recinto sagrado de la prehispánica ciudad de Tenochtitlan.

El hallazgo es el más grande registrado en este sitio arqueológico y los expertos estiman que tiene poco más de 500 años de antigüedad, informó el INAH a través de un comunicado.

“Los cráneos eran utilizados por los antiguos mexicas como elementos de consagración o de clausura de espacios arquitectónicos, y para rituales vinculados al culto a Mictlantecuhtli, dios de la muerte, por lo que quizá se trata de una ofrenda que sirvió para clausurar  alguna edificación prehispánica ”, consideró el arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, responsable del Programa de Arqueología Urbana (PAU) del INAH, de acuerdo con el documento.

El depósito se  encontró a mediados de agosto pasado, durante las labores de infraestructura que se realizan en el Templo Mayor para hacer un vestíbulo de acceso a la zona arqueológica y su museo, informó Barrera Domínguez.

El arqueólogo consideró que la mayoría de las calaveras posiblemente fueron exhumadas y corresponden a mujeres y hombres que tenían entre 20 y 35 años de edad cuando murieron, lo que se confirmará con estudios posteriores.

Es posible que algunos de los 45 hayan sido manipulados con la intención de elaborar “máscaras-cráneo” que nunca fueron concluidas lo cual se infiere a partir de las huellas de corte que presentan, consideró el arqueólogo del INAH.

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Las máscaras-cráneo eran elaboradas con restos humanos y en ciertos casos adornadas con aplicaciones de piedra verde para simular  los ojos, o se acompañaban con collares de caracol, cascabeles y cuchillos de obsidiana.

De acuerdo con la arqueóloga Ximena Chávez, quien ha estudiado la producción prehispánica este tipo de máscaras podrían ser representaciones de Mictlantecuhtli, dios de la muerte.

“Los cráneos se hallaron en buen estado, ya que las condiciones de humedad facilitaron su conservación, si bien se encontraron fragmentados por el peso de los pisos y rellenos de tierra que tenían encima, una buena parte de ellos están completos y con posibilidad de armarlos y restaurarlos, comentó la arqueóloga Estíbaliz Aguayo.

La investigadora señaló que en esta ofrenda no se localizaron piezas de cerámica, ornamentos o huesos de animales, como ha ocurrido con otros hallazgos similares  y observaron que los restos fueron depositados sin un orden aparente, “como si hubieran sido arrojados”, señaló de acuerdo con el INAH.

Los restos de un árbol sagrado

Debajo del depósito de cráneos fue hallada una piedra de sacrificios, la segunda que se localiza en el sitio en los últimos 20 años. Y debajo de esta piedra fueron encontrados 5 cráneos más, éstos fragmentados y con orificios, lo que podría indicar que pertenecieron a un tzompantli,  monumento donde se exponían las calaveras de quienes habían sido sacrificados en el Templo Mayor.

Este viernes los arqueólogos también dieron a conocer el hallazgo de una estructura circular en la que se encontró un tronco de encino que podría haber sido uno de los árboles sagrados que hubo en el Templo Mayor.

Quizá el tronco se trate de uno de los árboles sagrados del área ceremonial de Tenochtitlan, a los que se refirieron fray Bernardino de Sahagún y Diego Durán en sus textos Historia General de las cosas de la Nueva España e Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme, respectivamente.

El tronco de encino y su estructura circular serán exhibidos en el espacio donde fueron encontrados una vez que se termine la obra de infraestructura en el sitio, informó el arqueólogo Barrera de acuerdo con el comunicado.

El hallazgo forma parte de los descubrimientos de los arqueólogos del INAH en sus labores en el Templo Mayor. En febrero, los investigadores  encontraron 23 lápidas prehispánicas  de unos 550 años de antigüedad, con grabados que muestran mitos aztecas, como el nacimiento del dios de la guerra Huitzilopochtli.

Esa fue la primera vez que se encontraron lápidas dentro del sitio sagrado del Templo Mayor, declararon en ese momento los arqueólogos.

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