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Annie Leibovitz, la leyenda viviente del mundo de la fotografía

La fotógrafa es conocida por sus icónicos retratos de celebridades, pero también por imágenes íntimas y personales de su familia y amigos
jue 23 mayo 2013 07:54 AM

Imágenes de Nelson Mandela, John Lennon horas antes de morir, Brad Pitt, Johnny Deep con Kate Moss, Quentin Tarantino, Mikhail Baryshnikov, Holly Hunter, Keith Richards, Patti Smith, Mick Jagger o Demi Moore embarazada han convertido a la estadounidense Annie Leibovitz en una de las fotógrafas mejor pagadas y más fascinantes de todos los tiempos.

Galardonada este jueves  con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades , la fotógrafa nacida en Connecticut en 1949 ha realizado, sin trabas temáticas, icónicos retratos de celebridades y practicado la fotografía documental y de paisajes.

La desnudez de la enfermedad de la escritora Susan Sontag, su compañera durante muchos años y cuyo fallecimiento la afectó profundamente; la labor cotidiana de su madre; el desnudo de Demi Moore embarazada; el atractivo de Brad Pitt o la realidad de Sarajevo, son imágenes que conforman el universo de su trabajo.

Leibovitz creó el retrato para contar una historia, y se convirtió en la fotógrafa de los grandes mitos de la música el arte y la política. 

Inmortalizó al beatle John Lennon completamente desnudo y abrazado en posición fetal a su pareja Yoko Ono; al atleta Carl Lewis con zapatos de tacón o al gabinete del presidente estadounidense de George W. Bush reunido poco después de los  atentados del 11 de septiembre de 2001 .

"Me vi de pronto imaginando cosas para que otros las hicieran; por eso había mucha puesta en escena pero yo no era consciente de estar haciendo algo especial, tan sólo algo más interesante que quedarse simplemente sentado", dijo Leibovitz en una entrevista al diario español El Mundo en 1992.

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Con un trabajo fundamental para las revistas Rolling StoneVanity Fair o Vogue, y autora de influyentes campañas publicitarias, la obra de la galardonada incluye también imágenes íntimas y personales con las que ha rendido homenajes a su familia y amigos.  Las conmovedoras fotografías de la muerte de su padre o las de los nacimientos de sus tres hijas son prueba de ello.

En su visita a Madrid con motivo de la exposición que la sala Alcalá 31 le dedicó dentro del programa de PhotoEspaña 2009, Leibovitz dejó constancia de la importancia que tuvo para ella su relación con la escritora y ensayista Susan Sontag, con la que en varias ocasiones viajó a España.

"Siempre que vengo he experimentado algo mágico. Para mí significa mucho estar otra vez aquí. Susan adoraba España y cuando venía no quería volver a casa", afirmó entonces la galardonada.

La exploración a través de la fotografía 

Respecto a la fotografía, afirma que "te da licencia para explorar. No hay que hacer el trabajo porque te lo piden, sino porque te gusta". Y en cuanto a la técnica "el contenido es más importante. Me interesa hacer las cosas lo más sencillas posibles", dijo. 

A pesar de ser una estrella de la fotografía, reconoció que hay momentos en que se sentía capaz de hacer cualquier cosa, "y otros —subrayaba— en que quieres matarte. Esas tensiones son la vida".

Una de sus fotografías más importantes y una de sus preferidas es la que le hizo a su madre para el libro Woman en 1997. "Es una imagen que pone muy alto el listón. Me gustaría hacer fotografías como esta todos los días, pero es muy difícil, es como capturar el alma".

Annie Leibovitz comentaba entonces que creció rodeada de fotos familiares y en las cuales su madre "salía en todas sonriendo".

"Empecé a desconfiar de la sonrisa, me parecía una falsa apariencia. Hice una foto directa, clara, en la que mi madre aparentaba sus setenta años. Yo sabía que ella iba a verse vieja, pero a veces debemos enfrentarnos a nosotros mismos, a lo que somos", explicaba.

Convencida de que la experiencia hace su trabajo más interesante, le gusta hablar con la gente a la que va a fotografiar y, confiesa, "todavía me pongo nerviosa. Nunca voy a parar, nunca".

La fotógrafa de historias de glamour 

Estudiante de pintura en el Instituto de Arte de San Francisco, Leibovitz fue fotógrafa en jefe de la revista Rolling Stone, se incorporó posteriormente a Vanity Fair y después a Vogue. Es autora de influyentes campañas publicitarias y su obra ha sido expuesta en importantes museos y galerías.

"No soy periodista. Un periodista no toma partido, y a mí no me interesa adoptar esta actitud en la vida. Como fotógrafa, poseo una voz mucho más convincente cuando deseo expresar mi punto de vista", escribió la artista en Vida de una fotógrafa. 1990-2005, el primer libro publicado en español de Annie Leibovitz que, editado por Lunweg, sirvió de catálogo a la exposición de la sala Alcalá 31.

Este libro tuvo para la galardonada algo de excavación arqueológica, sobre todo en lo que respecta a las fotografías que no pertenecían al campo de la publicidad, de las que ni siquiera sabía de cuantas disponía.

"No me di cuenta hasta más tarde de que el trabajo del libro había intensificado mi aflicción. De todo lo que he hecho en mi vida, esta es la tarea que más se ha acercado a mi esencia".

El jurado del premio Príncipe de Asturias se decantó por ella frente a los otros dos finalistas: la periodista británica Christiane Amanpour, presentadora de CNN y ABC News, y la agencia de fotografía Magnum, fundada en los años 1940 por Robert Capa.

En la pasada edición el galardón fue para el japonés Shigeru Miyamoto, creador de personajes como Mario Bros o Donkey Kong y considerado el padre del videojuego moderno.

Desde 1981, la Fundación Príncipe de Asturias premia cada año a ocho personas o instituciones en los ámbitos de las artes, la cooperación internacional, la concordia, las ciencias sociales, la comunicación y las humanidades, el deporte, la investigación científica y la técnica y las letras.

La semana pasada la socióloga holandesa Saskia Sassen, creadora del concepto de 'ciudad global',  recibió el premio de Ciencias Sociales  en tanto que el cineasta austriaco Michael Haneke  recibió el galardón de las Artes .

Los premios, dotados cada uno con 50,000 euros (unos 65,000 dólares) y una escultura creada por Joan Miró, serán entregados en otoño por el príncipe Felipe en una ceremonia en Oviedo.

Con información de las agencias EFE y AFP.

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