"Es tan increíble haber recibido ovaciones de pie": Daniela Liebman
Daniela Liebman recibió ovaciones de pie este sábado en su debut en el Palacio de Bellas Artes, la sala más importante de México en el ámbito cultural.
Esa reacción de la gente no estaba en las expectativas de la niña prodigio, que a sus 11 años ya se ha presentado en foros de tres continentes, incluido el Carnegie Hall de Nueva York.
“Es tan increíble que hubiera recibido dos ovaciones de pie, porque ni siquiera me esperaba que se llenara el teatro”, dijo Liebman este domingo en entrevista telefónica desde Guadalajara, Jalisco. “Agradezco a toda la gente que vino a verme”.
Para la pianista con apenas cuatro años de carrera profesional tocar en Bellas Artes, en el Distrito Federal, fue una alegría solo superada por la posibilidad de presentarse ahí nuevamente.
“Fue uno de mis sueños. Estoy muy contenta de haber tocado en Bellas Artes y me gustó mucho la experiencia y estoy muy feliz de que lo voy a hacer otra vez en mayo”, indicó.
Debido a que su padre, el violinista Robert Liebman, es estadounidense, y su madre, Anna, es mexicana, la pequeña concertista considera igual de importantes Bellas Artes y el Carnegie Hall de Nueva York.
“Los dos son muy bonitos y es un gran honor tocar en los dos, así que me gustó mucho y fue increíble la experiencia que tuve en los dos teatros”, aseguró.
La clave para la modestia
Daniela reconoce que sus presentaciones significan éxitos en su carrera —la edad a la que este sábado interpretó en Bellas Artes el Concierto 8 de Mozart es casi la misma en la que el compositor austriaco compuso la pieza—, pero estos logros no la hacen perder el piso.
Al cuestionarle la clave de su ecuanimidad, la joven pianista se refirió al futuro de su carrera:
“Creo que es porque sé que hay un nivel muy alto fuera de México y que definitivamente no soy la única que toca como toco”, dijo. “Que tenga una carrera en México es muy grande para mí, pero no significa que soy la mejor”.
“Me gustaría ir a las escuelas”
Daniela quiere compaginar el piano con otro de sus sueños, la difusión de la música clásica entre la juventud mexicana. “Me gustaría ir a las escuelas de los niños y tocar e introducirles la música clásica”, aseguró.
Para ella, el piano tiene la capacidad de cambiar vidas como, asegura, ocurrió con la suya.
“Me gustaría ayudar a México en ese aspecto, con el piano, con la música. Quisiera tener una carrera profesional y dar conciertos por todo el mundo con el piano", dijo.
Pero por el momento la pianista no ve una oportunidad clara para cumplir con esta meta. “Todavía soy joven, tengo 11 (años), no tengo tanto dinero como para hacer una diferencia en México y los niños”, indicó.
La música, “hasta que muera”
Al cuestionarla sobre su imagen de sí misma en los próximos 10 años, Daniela piensa un momento y evita respuestas específicas.
“Eso no lo sé, porque no sé qué tipo de carrera vaya a tener, qué tipo de éxito... quisiera ser más ubicada en la música clásica y seguir con la música toda mi vida hasta que muera ”, dijo.