Escritores 'conducen el balón' desde la cancha hasta los libros
En el pasado, escritores como Jorge Luis Borges o el cronista mexicano Carlos Monsiváis renegaron del futbol. Hasta la fecha hay autores que no ocultan su desagrado por el deporte de las chilenas y los pases de taquito. Pero del otro lado del campo hay literatos que incluso han plasmado su amor al juego en novelas, cuentos y poemas.
"Aunque no todos lo confiesen, numerosos escritores leen el periódico a la manera de Samuel Beckett: un veloz repaso a los desastres de la Tierra y un minucioso estudio a la tabla de goleo", mencionó el cronista mexicano Juan Villoro en Los once de la tribu.
Villoro es uno de los autores mexicanos que ha dedicado más letras al balompié. Sobre todo a hacer una "exploración narrativa" de las pasiones que suscita. Ha escrito al respecto en libros como Dios es redondo. Además tuvo un intercambio epistolar con el autor argentino Martín Caparrós, sobre el Mundial de Sudáfrica 2010 y en días recientes presentó su último libro, Balón dividido.
La alineación de autores futboleros incluye diferentes épocas y continentes. El filósofo Albert Camus, autor de El extranjero y La peste, era portero del equipo juvenil Racing Universitario de Argelia, a principios de la década de 1930. El Nobel de literatura dijo en una ocasión que todo lo que sabía sobre lo moral lo había aprendido con la práctica del futbol.
En el libro Cuentos de futbol, el exjugador argentino Jorge Valdano reúne historias de escritores de varias nacionalidades: Mario Benedetti, Roberto Fontanarrosa, Eduardo Galeano, Javier Marías, José Luis Sampedro y Manuel Vicent.
Aunque sea un modo tangencial, el futbol aparece también en historias como El gordito, de Etgar Keret. O como parte de procesos históricos en el texto de La guerra del futbol, de Ryszard Kapuściński, donde se describe el conflicto tras un partido entre Honduras y El Salvador.
Cascaritas en el Ajusco
El escritor mexicano Marcial Fernández tiene un equipo de futbol llanero llamado el Sahara español. Junto a él juegan otros autores en el Ajusco. En un "tercer tiempo", al terminar un partido, se les ocurrió hacer un libro de cuentos que tuvo su publicación en 2006, con el título También el último minuto. Cuentos de futbol, de editorial Ficticia.
Ahí aparecieron textos del exguardameta del Atlante, Félix Fernández; del guionista y director Carlos Cuarón; también de Gustavo Marcovich y Felipe Garrido, entre otros. Incluso aparece un cuento de Vicente Leñero, aunque según Fernández no es muy fanático del balompié.
"Ya nada más aceptamos a viejos artistas en decadencia… Es un equipo simpático", cuenta el autor sobre su conjunto futbolero, con el que llegaron a jugar personas como el exdelantero del América, François Omam-Biyik y los técnicos Miguel Herrera y Raúl Gutiérrez, además de poetas, arquitectos y pintores.
"Creo que el futbol se lleva bien en general con todo", dice sobre la combinación del balompié con la literatura. "Casi a todos mis amigos les gusta el futbol".
Sobre el Mundial de Brasil, Fernández dice que todo puede ocurrir, incluso algo extraordinario como que México gane el campeonato con el Maza Rodríguez en la defensa central. "Sería de realismo mágico", dijo.
Balones hasta en un bar dark
El escritor mexicano Alberto Chimal acepta que forma parte del "0.0001% de la gente a la que no le gusta el futbol". Pero el balón lo persigue. Hace tiempo acudió a un bar dark con un grupo de amigos. Y entonces, en medio de canciones de The Cure y dibujos de calavera, de pronto uno de los encargados apagó la música y prendió la televisión para sintonizar un América vs. Chivas.
"El futbol tiene como una estatura, y como un respeto, que probablemente no tenía en otras épocas. Es todavía más poderoso que en otro tiempo. Ahora es políticamente incorrecto decir que a uno no le gusta el futbol", comentó Chimal en entrevista.
"Hay muchos escritores futboleros, si tú te asomas a las redes sociales el tema más común del que puede estar posteando un escritor mexicano en cualquier momento es el futbol. No es nada más Juan Villoro", agregó el autor de obras como Los eclavos y El último explorador.
En el pasado, dijo el escritor, muchos autores adoptaban una actitud más exquisita o elitista ante el futbol, aunque en secreto les gustara y no se atrevieran a decirlo. Ahora el balón rueda con libertad sobre los libreros y pasa de un autor a otro.
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