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Transformar a México

El presidente de México imagina un país de posibilidades para 2030, basado en las acciones actuales. “Tendremos un futuro viable si el progreso de hoy se logra sin sacrificar el patrimonio del mañana”
lun 29 septiembre 2008 06:00 AM

México se encuentra en un momento histórico en el que se decidirá el rumbo que tomará en las próximas décadas. Por eso, convoqué a los mexicanos a construir un futuro distinto y mejor, a imaginar el país que queremos con base en una perspectiva de largo plazo. Así surgió el Proyecto de Gran Visión México 2030.

Estoy convencido de que podemos transformar a México para convertirlo en una nación de leyes, con instituciones de seguridad y de justicia confiables.

Un país con plena certidumbre en la vida económica y con una infraestructura moderna que potencie su desarrollo. Un país capaz de competir de tú a tú con cualquier nación en los mercados internacionales.

Un país más justo, en el que se han cerrado las brechas entre norte y sur, y entre ricos y pobres. Un país que ha cumplido con las prioridades de educación y de salud. Un país que aprovecha de manera sustentable sus recursos naturales y los conserva para las generaciones del futuro.

Los cambios que emprendamos hoy serán la clave para hacer realidad esa visión. Es responsabilidad de nuestra generación que México llegue a su cita con un mejor destino.

Por ello, desde el primer día de mi mandato hemos trabajado para realizar los cambios de fondo que permitirán que los mexicanos puedan vivir mejor.

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Queremos que México sea un país seguro, un país de orden, libertad y progreso. Con ese fin, pusimos en marcha una Estrategia Nacional de Seguridad, con la que estamos enfrentando a la delincuencia y al crimen organizado. En el marco de esa estrategia, creamos el Nuevo Modelo de Policía, que incluye mecanismos de reclutamiento, selección, capacitación, promoción y retiro de los elementos de las instituciones policiales del país.

También hemos instaurado mecanismos de control de confianza, para poner al servicio de la sociedad policías honestos y profesionales. Hemos consolidado, además, la Plataforma México y el Sistema Único de Información Criminal, porque sólo podremos ganar la batalla a la delincuencia con tecnología e inteligencia policial.

Otro componente de la estrategia integral contra la delincuencia es el fortalecimiento de la sociedad ante el crimen y las drogas. Por ello, mi gobierno puso en marcha Limpiemos México, que incluye los programas Escuela Segura –que ya opera en 8,000 planteles–, con el que trabajamos junto a la sociedad para blindar a las comunidades educativas; Rescate de Espacios Públicos, con el que hemos recuperado de manos de la delincuencia más de 800 parques, plazas y jardines en el país, y Prevención y Tratamiento de Adicciones, con el que estamos construyendo más de 300 centros especializados.

Adicionalmente, junto con el Poder Legislativo, se ha impulsado una reforma constitucional al sistema de justicia que permitirá contar con mejores herramientas para combatir el crimen, además de que tendremos procesos de impartición de justicia más eficientes y transparentes.

Estamos transformando a la economía mexicana para volverla más fuerte y competitiva. Por ello, se puso en operación el Programa Nacional de Infraestructura, con el objetivo de elevar la inversión en esa materia de 3 a 5% del PIB, lo que significa una inversión público-privada de aproximadamente 500,000 millones de pesos (MDP) cada año.

En 2007, la inversión impulsada alcanzó un nivel histórico de 485,000 MDP y este año se estima que llegue a 530,000 MDP. Con estos recursos estamos construyendo autopistas, puertos, puentes, aeropuertos, plantas tratadoras de agua, redes ferroviarias y centrales energéticas en todo el país. La meta es convertir a México en una plataforma logística de clase mundial conectada a los mercados internacionales más importantes.

También estamos promoviendo una transformación profunda del aparato productivo nacional. Gracias a los acuerdos alcanzados con el Congreso, así como con las organizaciones sindicales, hemos logrado reformas importantes. Por ejemplo, hemos logrado importantes cambios a los regímenes de pensiones, no sólo del ISSSTE, sino también de los trabajadores del Seguro Social y de la Comisión Federal de Electricidad.

Con ello, México ha dado pasos decisivos en el tema de pensiones que muy pocas naciones han podido dar, evitando la quiebra de las finanzas públicas en el largo plazo. También se logró la aprobación de una reforma hacendaria por los que menos tienen, con la que reforzamos el gasto en seguridad, en carreteras, en infraestructura y en desarrollo social.

Los mexicanos de hoy tenemos la responsabilidad de asegurar que las próximas generaciones sigan contando con energía suficiente para su desarrollo. Por eso, este año hemos impulsado inversiones por más de 55,000 MDP en obras de infraestructura eléctrica y por 180,000 MDP para la producción y la reposición de nuestras reservas de petróleo y gas.

También, enviamos al Congreso una propuesta de reforma energética con el fin de dar a Pemex nuevas herramientas para multiplicar su inversión, tener acceso a la tecnología de punta y aumentar su capacidad operativa para explorar nuevos yacimientos y producir más hidrocarburos. Esta reforma permitiría, en los escenarios sobresalientes contemplados en el Programa Nacional de Infraestructura, multiplicar las inversiones en el sector.

Se ha avanzado en materia de desregulación para mejorar el ambiente de negocios en México y se ha elevado la competencia de sectores estratégicos para el país, como el bancario y el de telecomunicaciones, permitiendo la entrada de nuevos actores en beneficio de los consumidores.

A pesar de que este año México ha enfrentado una coyuntura internacional adversa, caracterizada por el aumento de los precios internacionales en energéticos y alimentos y por el bajo crecimiento de nuestro principal socio comercial, los cambios de fondo que estamos haciendo a nuestra economía se han visto reflejados en la confianza de los inversionistas tanto nacionales como del exterior. Tan sólo en 2007 recibimos una inversión extranjera directa de alrededor de 25,000 millones de dólares, la segunda cifra más alta de la historia.

Sabemos que para que México tenga un futuro promisorio tenemos que convertirlo en un país con igualdad de oportunidades. Este año, con el apoyo del Congreso de la Unión, estamos destinando 1 billón 120,000 millones de pesos al desarrollo social, la cifra más alta de nuestra historia.

Con esos recursos, impulsamos diversas acciones. Por ejemplo, mediante el programa Oportunidades, los cinco millones de familias más pobres del país cuentan con apoyos para alimentarse, cuidar su salud y mandar a sus hijos a la escuela. Además, este año incrementamos el apoyo económico que reciben las familias beneficiarias, lo que implicó un aumento promedio de 22% en su ingreso.

Hemos triplicado la inversión en los 125 municipios con mayores carencias para mejorar la red de caminos rurales y llevar los servicios de agua potable, electricidad y drenaje a localidades aisladas. Estamos también colocando pisos de cemento en las viviendas rurales.

Con el programa 70 y Más, estamos entregando una ayuda económica de 500 pesos al mes a 1.5 millones de adultos mayores que viven en zonas rurales. Y para apoyar a las madres trabajadoras, en lo que va de este gobierno hemos abierto 7,400 estancias infantiles que atienden a 200,ooo niños. Gracias a este esfuerzo, 184,000 mujeres tienen la oportunidad de contribuir al ingreso familiar.

Otro sector que ha registrado avances inéditos es el de vivienda. En lo que va de este gobierno hemos apoyado a más de 450,000 familias de escasos recursos para que puedan comprar, construir o mejorar su hogar. A la fecha, el programa de vivienda beneficia ya a 1.5 millones de familias.

Así como combatimos la pobreza, impulsamos la educación de niños y jóvenes. Para ello, el gobierno federal y los maestros formalizamos una Alianza por la Calidad Educativa para avanzar en la construcción de un sistema educativo moderno, equitativo y eficiente.

También nos estamos asegurando de que los niños no tengan que abandonar la escuela por falta de recursos económicos. Hoy, seis millones de estudiantes cuentan con una beca. Otra medida de gran relevancia es la profesionalización de los maestros. En 2008, por primera vez, se aplicó un examen de oposición para ingresar al servicio docente.

En educación media superior y superior, estamos avanzando con paso firme para abrir más oportunidades a nuestros jóvenes. Para generar mayores oportunidades escolares, el presupuesto para educación media superior y superior creció de 111,000 a 139,000 MDP entre 2006 y 2008, y la matrícula de estudiantes de estos dos niveles aumentó en casi 400,000  alumnos, y como complemento de ese esfuerzo estamos impulsando proyectos para la creación de 42 nuevos centros universitarios en el país.

En materia de salud, hemos ampliado la cobertura del Seguro Popular. Actualmente protege a ocho millones de familias que no tenían seguridad social. También creamos el Seguro Médico para una Nueva Generación, con el que cuidamos la salud de los niños que han nacido desde el primer día de mi gobierno. Suman ya 1.4 millones los niños afiliados, junto con sus familias.

Asimismo, pusimos en marcha el programa Embarazo Saludable con el que se afilia de manera automática al Seguro Popular a toda mujer embarazada que carezca de algún tipo de seguridad social, garantizando con ello su atención médica durante y después del embarazo. Buscamos así reducir los índices de mortalidad materno-infantil.

Estamos dando un impulso histórico a la construcción de más y mejores clínicas y hospitales en todo el país, así como a la actualización del equipo médico. En particular, destacan las inversiones en infraestructura hospitalaria del IMSS y del ISSSTE, que han sido posibles gracias a las reformas a esas instituciones.

También hemos avanzado en atender con eficacia la demanda de medicamentos. Mi gobierno seguirá asegurando que las personas con VIH-sida reciban medicamentos antirretrovirales de manera gratuita. Además, hemos eliminado el requisito que obligaba a las empresas farmacéuticas a tener una planta en el país a fin de que podamos contar con medicamentos de todo el mundo a mejores precios.

Con todas esas acciones estamos avanzando con paso firme para lograr, a más tardar en 2011, la cobertura universal de salud: que todo mexicano tenga acceso a servicios médicos y medicinas.

México sólo tendrá un futuro viable si el progreso y el crecimiento de hoy se logran sin sacrificar el patrimonio natural de los mexicanos del mañana. Por ello, mi gobierno da la más alta prioridad al medio ambiente.

Por ejemplo, para disponer de agua en cantidad y calidad suficientes sin que llegue a faltarle a los mexicanos del futuro, hemos invertido como nunca en nuevas plantas potabilizadoras, en presas y en plantas de tratamiento de aguas residuales.

También estamos cuidando nuestros bosques y selvas, a través de programas como Proárbol, que es un novedoso programa de pago por servicios ambientales que apoya con recursos a proyectos dedicados a la conservación y la restauración de predios forestales, la producción forestal sustentable, la conservación de suelos, las actividades para la prevención y el combate de incendios y la protección a la biodiversidad, entre otros rubros.

Hoy, gracias a Proárbol, casi siete millones de personas, especialmente en comunidades indígenas y marginadas, obtienen un ingreso digno por proteger nuestros bosques y selvas. Así, generamos los incentivos correctos para la preservación de nuestra riqueza natural, al tiempo que cerramos la brecha entre ricos y pobres, y entre el hombre y la naturaleza.

Somos conscientes de que México tiene que ser parte de la solución ante los grandes retos que comprometen el futuro de la humanidad, como lo es el cambio climático. Por ello, cuenta con una Estrategia Nacional de Cambio Climático.

Además, en el ámbito internacional, hemos impulsado la creación de un Fondo Verde, con el objetivo de ofrecer incentivos económicos a los países en vías de desarrollo que cuidan el medio ambiente y ayudar a los países más pobres a invertir en protección ambiental.

En el ámbito internacional, México ha consolidado su presencia y su liderazgo. Hoy somos un actor de peso en los mecanismos de cooperación de América Latina y el Caribe. Coordinamos el Grupo de Río, que es la organización formal más importante de países latinoamericanos.

Junto con las naciones de América Central lanzamos el Proyecto Mesoamérica, para impulsar un programa de desarrollo regional en infraestructura y política social en beneficio de la región y de nuestro país.

La participación de México no se limita al plano latinoamericano, sino que tiene alcances globales. Nuestro país también coordina el llamado Grupo de los Cinco, integrado por México y las economías en desarrollo más importantes del mundo: Brasil, China, India y Sudáfrica.

En suma, con todas estas acciones estamos construyendo el país que queremos para nosotros y para las generaciones por venir.

Con el apoyo de todos los mexicanos, hemos generado un clima de estabilidad gracias al cual se pueden alcanzar acuerdos para que nuestro país tenga un futuro de justicia y prosperidad. Lograrlo depende de nosotros mismos.

Por eso, con el apoyo de todos los mexicanos, seguiremos transformando a México con la mirada puesta en un futuro distinto, un futuro donde todos los mexicanos, sin excepción, puedan vivir mejor.

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