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Las trabas para el Presupuesto 2013

Simplificar impuestos y recortar gasto son factores clave para distribuir más recursos: fiscalistas; para 2013 es imperativo aprobar una reforma fiscal para mantener los programas de Peña, advierten.
vie 07 diciembre 2012 06:05 PM
La Cámara de Diputados acordó también que el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, explique el paquete económico. (Foto: Getty Images)
diputados legisladores

La simplificación tributaria y los recortes al gasto son los dos pilares para que el Gobierno de Enrique Peña Nieto cuente con recursos suficientes para operar y concretar sus proyectos en 2013, coindicen especialistas. El socio de impuestos la consultoría Baker & McKenzie, Luis Carbajo, destaca que habrá presión en la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación pues no hay recursos suficientes para poner en marcha los programas que existen y que ello hace necesario incrementar la recaudación, pero también obliga a un reordenamiento en el gasto público.

"De lo que se ha estado hablando es de simplificar el cobro de impuestos, de un combate frontal a la evasión y la elusión fiscal y, evidentemente, una revisión del gasto que implique reducirlo o reencausarlo", dice el experto fiscal.

Este viernes a las 18:00 horas, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entrega a la Cámara de Diputados la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2013.

De acuerdo con el calendario, una vez que la Ley de Ingresos haya sido aprobada por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, pasará al Pleno para ser discutida y, en su caso, aprobada.

Inmediatamente, será enviada al Senado de la República, quien avalará o modificará el dictamen enviado por los diputados.

Una vez que sea aprobado por los senadores, la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública procederá a la discusión del Presupuesto de Egresos, cuya discusión ha sido anticipada por legisladores como intensa y compleja, ya que tradicionalmente se cuenta con un reducido margen para canalizar los recursos hacia los rubros más necesarios.

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Los diputados, quienes exclusivamente analizarán el Presupuesto, que no requerirá aprobación del Senado, tienen hasta el 31 de diciembre de 2012 para aprobarlo y que entre en vigor el 1 de enero de 2013, de acuerdo con el calendario establecido por el Gobierno y los legisladores.

Luis Carbajo agrega que uno de los elementos que se han mencionado es la consolidación fiscal, pues "se habla de quitarla y es un tema en boga, revisar aquellos subsidios que sean regresivos y lograr reequilibrar el Presupuesto".

Precisa que la consolidación fiscal son reglas específicas que rigen para los grandes grupos corporativos. "Se trata de que se puedan compartir ganancias o pérdidas en el grupo de consolidación; por ejemplo, en el régimen de consolidación una empresa con pérdidas fiscales puede reducir la carga tributaria del grupo contra ganancias que puede tener otra compañía", explica.

"Tanto las pérdidas como las ganancias fluyen hacia arriba a una compañía controladora. Si se hace una planeación fiscal deficiente, los grupos que consolidan no están pagando impuestos en el corto plazo, están difiriendo el pago de los impuestos y eso ha estado erosionando el flujo del Gobierno federal".

Carbajo precisa que por eso se ha emitido una serie de reglas para tratar de hacer más cortos los tiempos de diferimiento en el pago de impuestos y ahora se habla de quitar el régimen de consolidación fiscal, lo que permitirá que los grupos que están consolidando y no pagan sus impuestos porque los difieren, adelanten el pago de los mismos.

Para el presidente del Instituto Mexicano de Contadores Púbicos (IMCP), Carlos Cárdenas Guzmán, un paquete económico 2013 con déficit cero enviará una señal positiva no solo a los mercados, sino también a la comunidad financiera internacional.

Aunque destaca que en la práctica un presupuesto con déficit cero o de 0.5% no es un factor de riesgo, la señal de orden en las finanzas es muy importante.

No obstante, asegura que sin una reforma fiscal los programas que propone el Gobierno de Enrique Peña Nieto no son sostenibles en el tiempo, aunque se reordene el gasto, factor que ayuda, pero se requieren más ingresos.

Por ello "la reforma fiscal ya es un tema de supervivencia. La estimación que tenemos es que para que el Estado haga frente a todas sus obligaciones en general requerimos elevar la recaudación de 10% en que está actualmente como proporción del PIB, a un nivel de entre 16 y 18%, y quedaría más cerca de los estándares internacionales", afirma.

En su opinión, ello implicaría recargar más la recaudación en los impuestos indirectos como Impuesto al Valor Agregado (IVA), Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), ecológicos y mucho menos en los indirectos, como el Impuesto Sobre la Renta (ISR). Eso es un imperativo, subraya, por lo que el IMCP está presentando nuevamente la reforma a la nueva administración.

Ante la ausencia de mayores impuestos o déficit cero, el presupuesto implicaría recortar gastos de operación y tener un ingreso mayor sobre todo en la parte fiscal y mayores precios del petróleo , menciona el director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey (CIEN), Estado de México, José Luis de la Cruz.

"A fin de cuentas van a terminar estimando un crecimiento del PIB de 3.5% o más, de otra forma solo haciendo reasignaciones muy fuertes en el Presupuesto y solo recortando gasto de operación (conseguirían los recursos), y no creo que vayan a hacer un gran recorte en la parte burocrática, porque sería complicado en este momento", afirma.

Destaca que lo más probable es que se busque optimizar el gasto en la parte de operación, "pero sin duda es un desafío fuerte, no será fácil lograr conseguir los recursos suficientes para echar a andar los proyectos del presidente Enrique Peña Nieto".

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