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Un nuevo modelo económico en la web

Por medio de agencias, las personas se alquilan coches o electrodomésticos en lugar de comprarlos; sin embargo, las grandes empresas y los gobiernos ven a estos negocios como una amenaza.
lun 14 octubre 2013 06:00 AM
El alquiler de bienes entre particulares por internet proporciona ingresos adicionales a los alquiladores y costos más bajos a quienes pagan por utilizar el bien. (Foto: Especial)
economia compartida (Foto: Especial)

Un nuevo concepto de sistema económico empleado en internet está permitiendo que millones de personas alrededor del mundo alquilen bienes directamente entre sí a precios más bajos. Es la 'economía de la colaboración', cuyos servicios on line comienzan a ser una amenaza para los gobiernos y las empresas.

¿Por qué pagar un dineral por un producto, bien mueble o inmueble si se lo puedes alquilar más barato a un desconocido por internet ?, dice un artículo de The Economist Intelligence Unit, la división de análisis del semanario británico The Economist.

Ése es el principio detrás de una serie de servicios en la red que permiten a las personas compartir automóviles, alojamiento, bicicletas, electrodomésticos y otros artículos, al conectar a los dueños de activos subutilizados con otros dispuestos a pagar por usarlos, cita el texto publicado por la revista Expansión en su edición del 27 de septiembre de 2013.

La mayoría de estas agencias nacieron entre 2008 y 2010 a raíz de la crisis financiera, siendo las más prominentes las de hospedaje y renta de vehículos. Las más exitosas ya abarcan varias ciudades, incluso países enteros.

Por ejemplo, Airbnb ha ayudado a cuatro millones de personas a encontrar alojamiento en 192 países a través de sus 300,000 anuncios publicados en su sitio web; la gente puede anunciar en la página desde una cama hasta una mansión, establecer tarifas y especificar las reglas durante la estancia del inquilino. La empresa se queda entre el 9 y 15% de la cuota de alquiler.

Por su parte, el esquema para compartir automóviles se divide en servicios de alquiler entre particulares, donde uno paga por tomar prestado el coche de otro. Mientras que el segundo consta en prestar servicios similares a los de un taxi, en los que las personas usan su vehículo para transportar pasajeros .

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Vacío legal Siendo esta tendencia cada vez más poderosa, los negocios de compartir a través de internet encaran prohibiciones, multas y batallas judiciales al no existir un marco normativo y fiscal que los regule.

Y mientras algunas autoridades locales, principalmente en Estados Unidos, se encargan de elaborar estas nuevas leyes, las ciber empresas permanecen en un vacío legal y operan con libertad, por el momento.

Las pólizas de seguro , reglamentos de zonificación y arrendamiento, e impuestos hoteleros son algunas de las complejas regulaciones legales que enfrentan estos negocios no sólo con autoridades de alguna ciudad o país, también con los propietarios de inmuebles, en el caso de las empresas que funcionan como intermediarias de los servicios de alojamiento. 

En abril de 2012, la oficina del Tesoro de San Francisco, California, dictaminó que Airbnb y otros sitios similares no estaban exentos del impuesto hotelero de 15% de la ciudad, a lo que el portal respondió que la normativa se remonta a 1961 y no debería de aplicarse a los modelos de negocio de la era de internet .

En Nueva York, un propietario encara multas de hasta 30,000 dólares luego de que uno de sus inquilinos subarrendó una habitación a través de Airbnb.

Modelos en 'pro' del ahorro

Para las personas que utilizan estos servicios, el alquiler ocasional es más barato que comprar algo o rentarlo de un proveedor tradicional como un hotel o una empresa que renta coches. Además consideran a este sistema de compartir como un antídoto contra el materialismo y el consumo excesivo.

Internet hace que sea más barato que nunca empatar la oferta con la demanda y no sólo eso, los esquemas de alquiler entre particulares proporcionan ingresos adicionales a los propietarios de un bien, pueden ser menos costosos y más convenientes para los arrendatarios.

Autovigilancia, el motor de los sitios

Lo que hace tan populares y confiables a los servicios on line es la comunidad de confianza generada e integrada por los mismos usuarios de las diferentes agencias, ya que dependen de calificaciones y comentarios tanto positivos como negativos a través de sus sistemas de recomendación, a la vez ligados a las redes sociales.

"No podríamos haber existido hace 10 años, antes de Facebook , ya que la gente no estaba acostumbrada a compartir", dice uno de los fundadores de Airbnb, Nate Blecharczyk.

El fundador y socio directivo de SV Angels, David Lee, uno de los primeros inversionistas en Airbnb, dice que proporcionar una plataforma segura para las transacciones financieras es vital, pero crear una comunidad de confianza es igual de importante para atraer usuarios.

Los sistemas de pago por internet también resultan un elemento confiable, pues se encargan de la facturación.

Por otro lado las agencias también reciben una dosis de seguridad al contar con plataformas que verifican los antecedentes de los usuarios en cuanto al historial de manejo y crédito de sus usuarios, incluso sus registros penales.

Empresas incursionan a la 'economía del compartir'

Las grandes empresas no quieren quedarse atrás. El modelo de compartir autos, por ejemplo, está siendo apoyado por fabricantes de automóviles y empresas de alquiler de vehículos ya establecidas, las cuales ya han invertido en diversos sitios de internet.

Es el caso de General Motors Ventures, la división de inversión de la mayor empresa automovilística de Estados Unidos.

La publicación señala que lo que parece ser un nuevo modelo disruptivo probablemente acabará por ser incluido en los modelos existentes y adoptado por las empresas bien establecidas.

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