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El campo no cosechó frutos con el TLCAN

Luego de entrar en vigor, las importaciones agrícolas comenzaron a superar a las exportaciones; los agricultores fueron los más perjudicados con el acuerdo dada su débil capacidad productiva.
sáb 21 diciembre 2013 06:00 AM
El objetivo de FIRA es otorgar crédito, garantías, capacitación, asistencia técnica y transferencia de tecnología a los sectores agropecuario, rural y pesquero del país. (Foto: Getty Images)
Agricultura FIRA

En 1992, un año antes de que entrara en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México vendía al exterior 63 millones de dólares (mdd) más de lo que importaba en productos agrícolas.

En 2012, las importaciones agrícolas del país superaron las exportaciones en más de 2,000 mdd, según información publicada en la revista Expansión en su edición del 8 de noviembre de 2013.

"El sector agrícola creció bastante", dice Gabriel Zaldívar, director del departamento de Mercadotecnia y Negocios Internacionales del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México. "Pero hay déficit y lo que se requería en materia de crecimiento para este sector no sucedió".

El sector agrícola fue uno de los más afectados con el acuerdo comercial , ya que los agricultores mexicanos no son tan productivos como los canadienses o los estadounidenses.

"La política sobre la tenencia de la tierra en México impide que los agricultores puedan cosechar grandes cultivos como sí lo hacen los agricultores de otros países", dice Carlos Elizondo, politólogo del CIDE y ex embajador de México ante la OCDE.

Por eso, el déficit agrícola crece año con año y se acentuó en 2008, cuando vencieron todos los cupos que originalmente negoció el gobierno mexicano para las importaciones que vienen de Canadá y Estados Unidos. Ese año, las importaciones superaron a las exportaciones por casi 4,000 mdd.

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De manera que el futuro del sector agrícola, en particular, es poco alentador, según Zaldívar.

El gobierno mexicano -dice el académico- debió mejorar la competitividad del sector hace 18 años, cuando entró en vigor el TLCAN.

"Sólo podrá verse beneficiado (el sector) si mejora su productividad", advierte Zaldívar. "Y esto sólo será posible cuando se planteen políticas públicas para cada producto y se logre un mejor desempeño".

No todo es negativo para el sector

No obstante, la apertura comercial amplió la oferta de alimentos disponibles en México, dice Luis de la Calle, consultor de inversiones, quien también formó parte del equipo que negoció el TLCAN. También aceleró la expansión internacional de algunas compañías del sector.

"Las grandes empresas, con capital para salir a mercados externos o integrar un proceso de consolidación, ya venían pensando en su expansión quizá desde antes", dice Marisol Huerta, analista de Banorte. "Pero el TLCAN les ayudó a lograrlo, al integrarse al discurso de la globalización".

La panificadora Bimbo y la tortillera Gruma se expandieron a Estados Unidos y ahora son consideradas empresas verdaderamente multinacionales.

La embotelladora FEMSA, por otro lado, expandió su negocio a América Central y a Sudamérica y hoy sus productos se venden hasta en Filipinas.

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