Lizbeth Pérez, ‘as’ de los números en GM

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Empresa	General Motors de México
Cargo	Directora de Pronóstico, Programación de Vehículos y Ordenamiento
Edad	36 años
Lugar de origen	Puebla, Puebla

Lizbeth Pérez asegura que su compañera de cuarto durante la universidad le cambió la vida. Estudió tres años administración de restaurantes y hoteles en Puebla, hasta que en 2003 su amiga, una apasionada de la estadística, la introdujo a su verdadera pasión: los números.

Este 2014 fue elegida como una de las ’30 promesas en los 30’ de la revista Expansión .

“Decidí volver a empezar”, dice Pérez. Cambió la carrera de hotelería por la de actuaría y dejó su trabajo en el restaurante de la familia. Ese mismo año consiguió un trabajo como asistente de Dirección de Ventas de la automotriz estadounidense General Motors (GM) .

Su pasión por las matemáticas la llevó a ascender a ejecutiva de estadística senior y a ocupar una gerencia de pronóstico y análisis de la industria.

Hoy es la jefa de ambas áreas y decide cuántos vehículos fabrican los cuatro complejos de manufactura que GM tiene en México. Es ella quien revisa los pronósticos de ventas en el mercado nacional. Sus  decisiones afectan las ventas y el manejo de inventario mensual.

Con su trabajo, redujo el error en las estimaciones de producción de 10 a 5%, según la empresa.

“Disminuir el inventario ayuda a maximizar las utilidades”, dice el profesor de Estadísticas en la Universidad de las Américas en Puebla , Sergio Vargas.

General Motors tiene la tercera posición en venta de vehículos en México y la segunda en producción, según datos de 2013 de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). La empresa fabricó en México 645,823 unidades en 2013.

La prueba de fuego

“El reto más importante que enfrenté en GM fue alinear la oferta con la demanda en la crisis de 2008 ”, dice Pérez. La empresa pasaba por una reestructura ante la caída en la demanda global de autos.

En 2009, la compañía hizo paros técnicos escalonados en sus plantas en México y dejó de producir más de 6,000 unidades.

Las medidas fueron parte de un plan global para establecer un equilibrio entre la producción y los inventarios, sin embargo, al poco tiempo, la empresa se declaró en quiebra en Estados Unidos.

Pérez dice que la caída de la firma fue un gran desafío, pero considera uno de sus mayores logros haber ayudado a sortearlo. Tras la crisis, la compañía le dio un reconocimiento por generar ahorros en el inventario por 100 millones de dólares (mdd) sin que las medidas afectaran el flujo de vehículos para satisfacer la demanda.

Números sin género

Lizbeth Pérez dice que ser mujer no interfiere con su desarrollo profesional. Algo que le ha funcionado, explica, es mantener separada la vida ejecutiva de las metas personales.

“Mi género no determina mis habilidades. En GM se evalúan las competencias a desarrollar, tanto funcionales como técnicas, pero nunca basados en cuestiones de género”, asegura.

Pérez dice que su papel en la empresa es liderar el cambio, presentar parte de la visión y los propósitos comerciales con enfoque en el cliente . “Todo eso me impulsa a dar más en mi trabajo”, asegura.

Pero sabe que puede dar más. Por eso tiene planes para fortalecer sus habilidades, como seguir estudiando para mantenerse actualizada. Sueña con desempeñar un cargo directivo fuera de México.

“Tengo mucho que enseñar y que aprender. El reto más grande será saber cómo delegar y dirigir un equipo , debo entender que ahora soy la responsable de todo lo que se está haciendo en un área”, dice.

Más allá de los pronósticos de GM, Lizbeth combina su tiempo libre con entrenamientos de Ironman, una pesada prueba deportiva también cargada de cifras que combina 1,900 metros a nado, 180 kilómetros en bicicleta y 42.2 kilómetros de carrera a pie en un tiempo máximo de 17 horas.

En su lista de logros deportivos, Pérez ha completado los maratones de Berlín, San Diego, Nueva York, Chicago y Mazatlán.

“Disciplina y trabajo son las características que ayudan a Lizbeth a cumplir sus metas. Pero no le gustan los baches en el camino. Cuando ella anda en bicicleta no le gustan los obstáculos. Aunque ha ido aprendiendo a superarlos, pues es una persona que no teme enfrentar sus miedos”, dice su amigo y entrenador personal, Sergio Sánchez.