Ostiones dan empleo a pescadores

La llegada del francés Philippe Danigo a producir ostiones con métodos orgánicos en Baja California Sur significó un alivio para los peces de la zona. Al ofrecer una actividad alternativa a los pescadores, su empresa Sol Azul permitió la descompresión de las pesquerías.

“Sol Azul es la punta de lanza para la producción de ostión en el estado”, indica Miguel Zaragoza, biólogo de la delegación de pesca de la Semarnat en el estado. Gracias a que la demanda de ostión en México es mucho mayor que  la que podría cubrir su empresa, Danigo compartió su técnica acuícola a los pescadores locales para que produzcan ostiones por su cuenta, sin preocuparse porque le compitan.

“Es una fuente de empleo fijo para los habitantes de la zona, cuando pasa la temporada de jaiba o de almeja”, dice Zaragoza. “Es importante que volteen a la acuacultura porque las proyecciones de la pesca –en volumen y disponibilidad– no son del todo favorables”.

Danigo llegó a la península hace 10 años y estableció Sol Azul dentro de la reserva de la biosfera de El Vizcaíno, en la laguna de San Ignacio. Hoy produce 500 toneladas anuales de ostión japonés, 60% para exportación. En el país se consumen más de 50,000 toneladas al año, sobre todo provenientes del Golfo de México. Según Danigo, la ostiocultura tiene un menor impacto ambiental que el cultivo de camarones o de peces, porque los ostiones filtran el fitoplancton y no requieren que se agregue alimento al agua.

El nuevo proyecto de Danigo es la empresa Marimex, que producirá la sobreexplotada almeja mano de león, y obtener, como Sol Azul, la certificación orgánica. Ya tiene apoyo de EcoEnterprises y es vista como una iniciativa sustentable en una zona de gran valor ambiental.