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Aramburuzabala ¿Se puede más?

No. 1 del Ranking. María Asunción Aramburuzabala. 44 años y 2 hijos. Originaria del DF. Ahora accionista de Aeroméxico. Vicepresidenta del Consejo de Grupo Modelo y Televisa.
vie 26 octubre 2007 04:54 PM
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María Asunción se ganó su lugar en el Consejo de Modelo y el

Tiene un papel único dentro del poder económico de México. Ubicada en el lugar 488 de la lista de Forbes de 2007, con una fortuna de 2,000 MDD, es parte de la aristocracia de los negocios mexicanos. Y forma parte de una pareja que podría convertirse en referencia política para el futuro de los hispanos en Estados Unidos. Lo sorprendente no es que ella, a los 44 años de edad, sea la mujer más influyente de México, sino que aún podría volverse mucho más poderosa.

“Marisún se mueve en todos los círculos (...) empresarial, político... todos quieren estar con ella”, dice Viviana Corcuera, la gran anfitriona de la élite mexicana. Y está en la encrucijada del poder económico de México: cercana a Carlos Slim y Roberto Hernández (consejero de Citigroup, que le compró Banamex), ex pareja de Manuel Medina Mora, cabeza del Citi en América Latina y pupila del fallecido Juan Sánchez Navarro. El fundador del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios empujó su carrera en Modelo.

Aunque muchos le dicen “heredera”, la empresaria sabe de negocios. En  2000 encabezó un fideicomiso para comprar 20% de las acciones de Televicentro. Junto con la familia Fernández (de Modelo), pusieron unos 520 millones de dólares. En enero de 2006, Televisa les recompró la mitad, por más de 320 MDD. Los dividendos entregados por la empresa y el monto de la venta del paquete accionario aumentó la liquidez de Aramburuzabala, que en 2004 era de 1,500 MDD.

Es consejera de Grupo Modelo y, además, socia fundadora de BCBA (inmobiliaria que desarrolla el complejo Cine México, en la colonia Roma, ex sede del mítico cine), y KIO Networks, una red de centros de datos y servicios de outsourcing tecnológico para corporativos creada en 2002. Sus esfuerzos de inversión en este tipo de proyectos se resumen en su iniciativa Tresalia Capital, un fondo con el que habrá de diversificar su portafolio, en el que la innovación y la tecnología se llevarán la mayor tajada.

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Su peso alcanza los corrillos del poder empresarial en que convergen los consejos de administración. Se sienta en los de Televisa, Banamex y América Móvil y es presidenta del de Siemens México. Si ella tiene contactos en las grandes ligas del poder y el dinero, su esposo, Antonio Garza Quintana (46), tiene acceso a las altas esferas políticas como embajador de EU en México. Además, es protegido político del presidente George W. Bush. Un momento crucial para la pareja será el 20 enero de 2009. Si bien Bush entrega el poder, la continuidad de la carrera de Garza parece probable. Con la mujer más rica del sur del río Bravo, la gubernatura de Texas está al alcance de la mano.

“Son una pareja muy interesante, tienen el elemento de celebridad, tienen dinero y Tony es muy buen político”, dice Ross Ramsey, editor del semanario político Texas Weekly.

Pocas cosas simbolizan el potencial de su relación mejor que las firmas de dos de sus testigos de boda: Carlos Slim Helú y Laura Bush (esposa de George W. Bush). ¿La cerveza Corona sería un elemento en algunas campañas políticas?

En México, ella es parte del grupo de la aristocracia de negocios que se formó alrededor de Grupo Modelo. Su abuelo, Félix, era mano derecha de Pablo Diez Fernández, fundador de la compañía en 1925.

 

Un grupo de empresarios católicos y muy unidos nació en la cervecera, como demuestra el escudo de la compañía: un león sobre un triángulo rojo que representa la Santísima Trinidad. Y el círculo en el escudo representa la familia Modelo, de la cual los Aramburuzabala forman parte.

“Su padre vivía para el trabajo y por su familia, no le interesaban los eventos sociales”, dice Corcuera, conocida de la madre de Aramburuzabala, Lucrecia.

La imagen (escasa) que María Asunción ha dejado en la prensa extranjera no corresponde a esa formación familiar. Una nota de The New York Times de 2002 describe a una mujer coqueta, femenina y vivaz. Las fotos de su casa, desplegadas en la revista Quién, demuestran cierto gusto por el pop art, una corriente alejada de los altares, basada en las imágenes de la cultura masiva de EU.

Pero detrás de esa imagen parece ser una mujer inteligente y cautelosa, que tiene mucho control sobre su propia apariencia. “Siempre se ha manejado con mucha discreción,” comenta Guadalupe Loaeza, cronista de la sociedad mexicana. “No sabía mucho de ella antes de que se casara con Tony Garza”, refiere.

Entre 1983 y 1987, Aramburuzabala (que declinó ser entrevistada para este reporte) estudió Contaduría y Estrategia Financiera en el ITAM. Fue una estudiante sobresaliente y se graduó con un promedio de nueve, que según los estándares de la entidad en aquel tiempo implicaba estar dentro de 5% de los estudiantes.

“En aquel tiempo era una escuela para clase media que aspiraba a mejorar su posición”, dice Sylvia Meljem, directora del estudio Contaduría Pública y Estrategia Financiera, quien se graduó tres años antes que María Asunción. “En esta carrera se aprende muy bien a leer los estados financieros (...) Era una preparación excelente para ser inversionista”.

Pese a sus estudios, parecía que no iba a poder ejercer su carrera, ya que a los 19 se casó con un ejecutivo ocho años mayor (Paulo Zapata Navarro), padre de sus dos hijos. Pasaron siete años antes de la muerte de su padre, en 1994. A los 31 años, su herencia multimillonaria la llevó a la cima de los negocios mexicanos.

Se ganó el respeto de los socios de Grupo Modelo y el apodo de  ‘La Thatcher’ con su intervención exitosa en dos subsidiarias de la compañía, dedicadas a la producción de levadura, que perdían dinero. Fue ella quien tomó las riendas en la negociación que dejó 50% de las acciones de la cervecera mexicana en manos del gigante estadounidense Anheuser Busch. Eso fue un gran paso para la familia Modelo frente a una empresa que siempre había sido muy orgullosa de su mexicanidad. Su inversión de 2000 en Televisa la catapultó a los más altos círculos de poder.

Cuentan que, en 2004, María Asunción Aramburuzabala paseaba por Machu Picchu con un hombre. Era Tony Garza, quien 15 años antes había llamado la atención de George Bush, cuando era un dinámico juez republicano batallando para sacar adelante reformas, en un condado fronterizo con muchos problemas de corrupción, que siempre votaba por los demócratas. Pasó una mujer peruana con una canasta de anillos de plata. Él los compró todos y luego de escoger uno pidió la mano de la mujer más rica de Latinoamérica. Ése no fue el final del cuento de hadas, fue su comienzo.

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