Twittea para vender su departamento
El jueves por la tarde, el director ejecutivo de Twitter, Evan Williams, publicó: "pero mi loft es una ganga", y con eso, la venta de su casa se hizo pública. Aunque Williams y su esposa, Sara Morishige, habían puesto a la venta su penthouse el 25 de septiembre, no llegó a las masas digitales sino hasta que se publicó el tweet, el cual dice: "si no lo publicas en Twitter, ¿ocurre en realidad?".
La pareja intenta vender su loft en San Francisco de dos recámaras y dos baños por 1.498 millones de dólares (mdd), sólo 2,000 dólares menos de lo que pagaron por él hace dos años y medio. Aún así, eso sigue un poco por encima del precio de las ventas promedio del vecindario, que son de 522,500 dólares, según el sitio Web de bienes raíces, Trulia.com.
Al menos los compradores pueden quedarse con parte de los muebles, incluyendo el sillón (así es, seguidores, el mismo sillón donde Williams se sentaba), porque "no necesariamente se ajusta al ambiente de su nueva casa", dijo el agente de ventas, Eric Turner, de McGuire Real Estate.
El precio del loft también incluye dos lugares de estacionamiento y persianas eléctricas.
El penthouse de 166 metros cuadrados está ubicado en el distrito SoMA de San Francisco, en el edificio histórico Heublein. Los agentes de bienes raíces como Turner están vendiendo el ex almacén de vinos como si fuera un lugar con vista espectacular en Manhattan.
"El edificio es único porque fusiona el viejo sentimiento histórico pero está bien actualizado y tiene un aire contemporáneo sutil", dijo Turner.
El Heublein fue convertido en 1990 y ofrece dos unidades con amplios patios, y el penthouse es uno de ellos.
Tal vez poder ser anfitrión de reuniones en el mismo lugar donde solía discutir la realeza de los medios sociales podría persuadir a al nuevo dueño con una actitud muy Web 2.0.
Después de todo, Williams logró que Twitter valiera mil millones de dólares, y vendió su primera empresa, Blogger, a Google.
El edificio no ofrece amenidades como un portero, un gimnasio, alberca y servicio de conserjería, pero está rodeado de los mejores restaurantes de la ciudad, incluyendo Bacar y Coco 500.
La pareja, que hace casi dos meses recibió a su hijo, Miles, está dejando el departamento de profesionales jóvenes para irse a vivir a una casa estilo victoriano de cuatro recámaras y tres baños y con una fachada exterior en Noe Valley.