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9 formas de escaparse de la Navidad

Si quieres huir de la Navidad, por la razón que sea, aquí te damos algunas opciones para que escapes de esta fecha.
dom 18 diciembre 2016 10:31 AM
Trata de decir "Feliz Navidad"
Retiros Un retiro dedicado al yoga debe servir para olvidarse de toda festividad asociada con la Navidad.

Los viajes pueden ser una pesadilla. Y la Navidad puede ser una pesadilla. Entonces, la lógica matemática más pura dicta que la suma de esos dos negativos debe de dar un resultado positivo.

Pero si planeas sabiamente y preparas tu maletas mientras los otros llenando sus calcetas, entonces podrás alejarte de la orgía de materialismo desalmada que de acuerdo con algunos es en lo que se ha convertido la Navidad.

Eso sí, no esperes recibir regalo alguno o te sorprendas si conocer al Grinch o al Señor Scrooge durante tus viajes.

Estos son los planes de escape que te recomendamos:

Viajes
Esta podría ser tu vista el 25 de diciembre. Vale la pena.

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1. Viaja a Nueva Zelandia

En estos días, una de las mejores maneras de tomar unas horas fuera de la vida moderna es viajar en avión. Con la telefonía móvil y el Wi-Fi gratuito todavía relativamente raros en los vuelos comerciales, los viajes largos representan una rara oportunidad de escapar de las tensiones diarias.

La aviación internacional planea continuar trabajando incluso durante las Navidades, así que si realmente quieres pasar el 25 de diciembre fuera del entorno festivo, hay realmente pocas formas mejores de hacerlo que un vuelo a 30,000 pies de altura.

Dado que el pánico prenavideño ha terminado para entonces, los boletos suelen ser considerablemente más baratos, y también más baratos son los viajes mientras más largos sean.

Por supuesto, ya dependerá todo de que si los demás pasajeros quieren o no celebrar la Navidad en las alturas, pero cuenta con que la comida que servirán en el avión es capaz de socavar el espíritu celebratorio de incluso el más avezado viajero.

Nueva Zelanda, gracias a carácter remoto (bueno, para la mayoría de nosotros) en el Hemisferio Sur, es un destino ideal porque probablemente te tomará unas 24 horas llegar ahí. Eso, sin embargo, no funciona si se vive en Nueva Zelandia, o Australia, o en las inmediaciones. En ese caso, lo mejor es irse a España.

De pesca
En Marruecos, sin ningún árbol de Navidad a la vista.

2. Ve a un país no cristiano

Dado que la Navidad es la temporada de mayores gastos económicos en el mundo cristiano, asaltada como está por el mercantilismo en muchos países, otra alternativa es escapar a donde los cristianos y las fuerzas mercantilistas están confinadas a la marginalidad.

Marruecos es un eterno favorito de quienes quieren evitar la Navidad avoiders, particularmente porque ofrece un cálido escape de las bajas temperaturas que sólo sirven para agravar el sufrimiento de aquellos que odian esas festividades.

Las temperaturas diurnas pueden alcanzar unos agradables 24 grados centígrados. Puedes visitar la antigua ciudad imperial de Marrakech, con su animada plaza Djemaa el Fna, llena de músicos, bailarines, boticarios y encantadores de serpientes.

Después de registrarte en un lujoso townhouse de Riad, como el Riad Farnatchi (llámales al 212 5243 84910), puedes ir de compras y probar alimentos en la calle como el tagine de pollo con calabaza caramelizada.

Durante la noche, el llamado a oración con las campanas de las mezquitas está garantizado para acallar todas las campanas del trineo de Santa Claus.

No cristiano y comunista
Ningún lugar como Laos para pasarse el día alejado de las fiestas navideñas.

3. Ir a un país comunista

Más o menos como el anterior, pero ahora el plan consiste en irse a Laos. Uno podría intentar irse a Cuba, pero desde que Fidel Castro retiró la prohibición a las celebraciones de Navidad en 1998 La Habana ya no es un refugio seguro.

En cuanto a otros países comunistas, el pasado colonial francés dejó su huella festiva en Vietnam y Corea del Norte no es precisamente una escapada divertida.

Tampoco se está totalmente seguro en China, donde dos décadas de reformas económicas han inspirado cierto entusiasmo por la Navidad, con su sonado comercialismo. Uno puede esperar árboles navideños, figuras de Santa y luces en las grandes ciudades como Beijing, Shanghai y Chengdu, y cenas de Navidad en zonas turísticas rurales como Yangshuo.

Sin embargo, Laos se encuentra en un área donde la ausencia del cristianismo y la presencia del comunismo se tocan.

Aquí, siglos de tradiciones Budistas mantienen en gran medida a raya la influencia francesa y han sobrevivido guerras civiles y la presencia del socialismo marxista. A diferencia de cualquier otro destino no navideño, Laos es también relativamente barato.

En este lugar, se puede disfrutar de una noche carente de villancicos en la ciudad de Luang Prabang, donde el único ruido en el ambiente es el suave fluir del río Mekong.

El Hotel Mekong Riverview (856 71 25 49 00) es un buen lugar al cual ir.

4. Ve a un retiro espiritual

Si estás evitando la Navidad para salvar tu alma y no tanto tratando de proteger tu cartera de la bancarrota, quizás el lugar ideal para ti es un retiro.

Si te sumerges en el enriquecimiento espiritual posibilitado por un curso intensivo de yoga, como el ofrecido por el Ashram Sivananda Yoga Vedanta Dhanwantari, en Kerala, India (91 944 6089 992) no solamente te evitarás las farras de la temporada, sino que tendrás cierto adelanto en el proceso de desintoxicación que suele seguirlas en enero.

También podrías ir a un monasterio para meditar en silencio, como el Wat Suan Mokkh, en Chaiya, Tailandia (sin teléfono por razones obvias). La ausencia de cantantes de villancicos es cosa segura.

De fiesta
En una ciudad como Nueva Orleans donde hay motivos de fiesta todos los días, la Navidad pasa sin dejar huella.

5. Vete a una ciudad fiestera

Esto podría parecer contraintuitivo, pero una buena forma de evitar los excesos de la temporada es ir a un lugar donde cosas como esta pasan todos los días.

Aunque el 25 de diciembre hay fiesta en ciudades de clase mundial como Nueva Orleans, sin duda la celebración es un poco más relajada que el resto del año. En esa fecha hay menos alcohol de lo normal en Nueva Orleans, lo cual hace que sea uno de los mejores momentos para visitar la ciudad.

En la capital islandesa, Reykjavik, donde el apetito nórdido por la vida nocturna es tan intenso que puede dejar a los visitantes pidiendo piedad, de hecho muy poco ocurre durante las navidades, lo cual convierte a la ciudad en un excelente lugar para ver maravillas como la aurora boreal.

En Nueva Orleans, un lugar para buscar santuario es el Hotel Loft 523 (523 de la calle Gravier, 1 504 200 6523). Cerca de Reykjavik, el lujoso Hotel Ion tiene su bar dedicado a la aurora boreal (vid Nesjavollum Thingvallavatn, 801 Selfoss; 354 578 3720).

Trabajo voluntario
Miembros del grupo Tibet Hope Center ayudan a construir un puente de bambú en la población de Passu, en India.

6. Trabaja como voluntario por alguna causa

Es más trabajo de ese que permite limpiar el alma, aunque esta vez a través de la ruta de la encomiable labor voluntaria, que en cierto modo combina el espíritu generoso de la Navidad con la mejor de evitar la Navidad.

No sólo puedes donar tu tiempo y tu trabajo, sino que estarás demasiado ocupado construyendo escuelas, enseñando a niños o salvando a las selvas como para pensar en otra cosa.

Organizaciones como Global Vision International son buenos lugares para empezar.

7. Encuentra una isla desierta

Si quieres un lugar aislado donde nadie, ni siquiera Santa, pueda localizarte, la isla de Lundy puede ser el sitio ideal para el escape navideño.

Lundy, barrida por el viento pero hermosa isla en las aguas del Canal de Bristol de Gran Bretaña, no está demasiado lejos de la civilización, pero no hay televisores o conexiones a Internet, y es poco probable que obtengas una señal de telefonía móvil. Además, la única forma de llegar y salir de ella es por helicóptero.

Puede que tenga que tengas que evitar la taberna local en Navidad, pero la perspectiva de sentarse delante de una fogata en el espléndido aislamiento de tu propio faro (puedes reservar al 44 1628 825 925), habrá merecido la pena.

Además, es el lugar perfecto para planear la huida navideña del siguiente año. Solamente por si acaso.

8. Visita el centro de Londres

En Londres puedes ir a las tiendas a iniciar tus compras navideñas de manera ridículamente temprana, en agosto, pero se trata propiamente de la Navidad, el centro de la ciudad parece salida de un escenario post-apocalíptico.

A diferencia de la mayoría de las otras grandes ciudades del mundo, el transporte público se detiene completamente en Londres el 25 de diciembre. Además, la mayoría de los museos y las tiendas están cerradas y las calles están vacías.

El sitio web oficial de turismo de la ciudad incluso ha publicado una guía muy útil para recordarle a los viajeros que casi nada funciona en ese día.

Si no te molesta la brillante decoración festiva de la ciudad, este es un gran día para explorar a pie, sin encontrarse con otros peatones.

Un emparedado de esos que venden en las gasolinerías, si se puede encontrar una abierta, y el ánimo sombrío de quien tenga que trabajar ese día, debería de terminar todo ánimo celebratorio.

En busca de aves
Y quizás con un poco de suerte no te enfrentes a una especie desconocida de devoradores de hombres.

9. Enfrenta la vida salvaje

Aquí en este escenario los únicos cantos navideños que escucharás serán los de los pajaritos gorjeando. El punto es que, si una gran parte de la civilización está decidida a celebrar la Navidad, entonces uno obviamente debe evitar todo contacto con la civilización.

Y es que la última semana de diciembre es uno de los mejores momentos para hacer senderismo por la India. Empresas como India Hikes y Harkidun Protection & Mountaineering Association programan varios recorridos durante la semana de la Navidad.

El mejor paquete es uno de varios días de aventuras en el recorrido por el Kedarkantha, uno de los más impresionantes senderos invernales del país.

Si el frío no suena tentador, hay bosques de Panamá, donde la temperatura se mantiene en unos agradables 25 ó 30 grados en diciembre.

Los visitantes también pueden participar en América Central y América del Sur en el conteo navideño de aves, el más antiguo censo de la población aviaria del continente, que se realiza cada año desde 1900.

Después de registrarse como voluntario con una asociación local de observadores de aves, puedes elegir cualquier período de 24 horas entre el 15 de diciembre y 5 de enero. Y ya sabes cuál día conviene más para tus planes.

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