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Mexicali brillará con energía solar

Q-Cells, líder en fabricación de celdas solares, instalará su tercera planta en Baja California el gobierno de California invirtió 3,500 mdd en el proyecto, que abastecerá a toda América en 2
dom 26 octubre 2008 06:00 AM
Bajo el sol de Mexicali serán fabricadas las fotoceldas que

El servicio meteorológico reportaba más de 40 grados centígrados a la sombra el verano pasado. Mientras, una voz en la radio hablaba sobre energía solar. Fue en medio de casos de insolación y decenas de incendios por sequía cuando miles de californianos escucharon a su gobernador, Arnold Schwarzenegger comentar sobre una de las soluciones a sus males: una planta de celdas solares en el estado vecino, Baja California.

“Es importante establecer nuevas asociaciones económicas, como los pasos que estamos tomando para llevar la tecnología solar de California a Baja California, para satisfacer sus necesidades de energía (de los radioescuchas californianos)”, decía Schwarzenegger en un mensaje transmitido en español e inglés, en el cual destacaba la ‘ayuda’ que representaron las demandas energéticas del estado que gobierna para llevar una inversión por 3,500 millones de dólares (MDD) a México, con posibilidad de duplicarse en el largo plazo.

En Mexicali, en el Silicon Border Development –el parque industrial que será ampliación del Silicon Valley californiano–, se instalará la tercera fábrica de la líder mundial en celdas solares, la alemana Q-Cells. De allí, partirán millones de paneles solares o celdas fotovoltaicas (capaces de convertir la luz solar en electricidad) hacia el estado vecino.

El negocio en torno al Sol será uno de los más codiciados. La energía solar no consume combustible para operar, no contamina y requiere poco mantenimiento. Por eso la nueva fábrica mexicana encaja perfecto en los planes que Schwarzenegger tiene, en los de otros estados de la frontera y un poco menos en los del propio gobierno mexicano.

Para 2017, California habrá destinado 3,300 MDD en estímulos fiscales e instalado capacidad para generar 3,000 megawatts (MW) de energía solar. Eso se traduciría en un millón de paneles solares ubicados en casas, comercios e industrias. “Sin la política clara del gobernador de California a favor de las energías renovables, difícilmente hubiéramos traído este proyecto”, reconoce José Gabriel Posada, secretario de Desarrollo Económico de Baja California.

La fábrica se establecerá en México, en buena medida, porque el costo de mano de obra es la cuarta parte del de Estados Unidos. A California le ayudará a empujar el más ambicioso plan de energía solar del mundo y a Arnold Schwarzenegger le facilitará cumplir una de sus promesas centrales de campaña: olvidar la pesadilla energética que vivió su estado en 2001.

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La crispación que originó en los californianos la crisis energética llevó a una elección revocatoria y a la destitución del gobernador de entonces, Gray Davis. Emergido de ese caos, Schwarzenegger, su sucesor, lanzó su gran proyecto de energía solar, con un destello hollywoodense.

Aquél fue un periodo negro para California. Hubo apagones recurrentes durante casi 12 meses y se revelaron las deudas secretas de Enron, sus trampas contables y la manipulación para causar una escasez artificial de energía. La consecuencia fue una escalada de precios y la imposibilidad de las empresas de distribución para cubrir sus costos (por ley no podían subir las tarifas a los usuarios). California debió hacerse cargo del gasto. Usó todo su superávit de 5,600 MDD y entró en una espiral deficitaria de más de 30,000 MDD.

Directo de Alemania
La energía solar representa una coyuntura rumbo al auge, como si se reviviera la ‘Fiebre del oro’ de la California del siglo XIX. Hoy, el principal impulsor es la subida sin precedentes de los precios del petróleo.

Y el papel estelar en eso lo tendrá Q-Cells. Actualmente, todas sus celdas solares se producen en Thalheim, un poblado a 130 kilómetros al sur de Berlín. La nueva estrategia de esta firma, fundada apenas en 1999 y con ventas anuales por 1,200 MDD, es que su planta mexicana abastezca a toda América desde el segundo semestre de 2010 y, un año antes, una fábrica en Malasia comenzará a hacerlo para Asia.

La premura para cumplir esa meta, anunciada en junio por Leo van der Holst, vicepresidente de Q-Cells International, se explica por la fuerte competencia. La firma tiene 10% del mercado global y pretende elevar 60% la producción de celdas solares para 2010. Su rival china, Suntech Power Holdings, sin plantas en América, tiene 9% mundial y prevé duplicar su producción un año antes que la alemana.

Baja California se beneficiará de esta compulsa global. Empujado por la meta de Schwarzenegger, el estado espera desarrollar un nuevo cluster de energía solar. “(Q-Cells) podría detonar inversiones por otros 3,500 millones de dólares de empresas satélites”, dice Octavio Garza, presidente en México de Silicon Border, el parque de capitales privados donde estará Q-Cells y en donde aún no hay fábricas instaladas.

El vidrio es uno de los insumos que mayor demanda tendrán. Q-Cells desarrolló la nueva tecnología thinfilms, que emplea vidrios de hasta 1.5 metros de ancho por tres de largo; por la dimensión y la tipología es difícil su importación.

“Gran oportunidad para que Vitro, Saint-Gobain o cualquier empresa le provea a Q-Cells vidrio desde México”, afirma Bruno Ferrari, director general de ProMéxico. Una planta para fabricarlo requeriría invertir de 500 a 1,000 MDD.

La competencia interna está por comenzar. “Somos una opción natural para ellos: una de nuestras plantas de vidrio está en Mexicali”, advierte Albert Chico Smith, director de Comunicación Corporativa de Grupo Vitro, empresa que ya tuvo contactos con Q-Cells. Por su lado, Maribel Albisua, directora de Nuevos Proyectos y Planeación de Saint-Gobain México, con una planta en Cuautla, Morelos, asegura: “Tenemos la puerta abierta para ir más a fondo en este proyecto; nos interesa mucho por la magnitud de la inversión”.

Los gobiernos federal y de Baja California ya hablaron con dos de los mayores proveedores de cilindros de silicio (que absorben las partículas de luz y generan energía). Sólo hay en 10 países con tradición en microelectrónica o en energía solar como Japón, Alemania, Taiwán, Finlandia y EU.

“Podría llegar inversión de uno de ellos por 2,000 millones de dólares”, calcula Garza, de Silicon Border. Un atractivo es que el silicio abunda en México. “Una planta compactaría el mineral y lo transformaría en obleas para, entre otras cosas, fabricar paneles solares”, explica Rodrigo Contreras, director ejecutivo de Relaciones con Inversionistas de ProMéxico.

Sinergias en la frontera
El complemento energético entre California y Baja California no es reciente. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) le suministró a EU electricidad por 298 MDD en la primera mitad de 2008, la mayoría consumida por californianos.

El abastecimiento fue hecho a partir de 2004 desde dos plantas de la CFE, con una capacidad conjunta de 1,000 MW, creadas especialmente para el noroeste de México y la perspectiva de exportar a la costa oeste de EU.

Q-Cells podría convertirse en el principal proveedor de California, Nevada, Nuevo México y California, estados que quieren diversificar sus fuentes de energía pero no tienen una planta productiva fuerte para energía solar.

La alemana también está mirando al interior de México y a Centro y Sudamérica. Según UK Trade and Investment, organismo gubernamental promotor de nuevos capitales de Gran Bretaña, el sector de energías renovables en Norteamérica requerirá 460,000 MDD de inversiones hasta 2030, y otros 120,000 millones para Latinoamérica.

Por ahora, la CFE establecería una planta de energía eléctrica con capacidad de 70 MW con celdas de Q-Cells adquiridas por los gobierno federal y de Baja California. “Los beneficios se destinarían a las familias más necesitadas que tienen problemas para pagar sus recibos de energía durante el verano”, agrega Guadalupe Osuna, gobernador de Baja California.

Esa nueva granja solar fue parte de los compromisos que hizo el gobierno mexicano con Q-Cells. “Será una muestra de lo que se puede hacer; se requiere aumentar la demanda para bajar los precios”, afirma Posada, del gobierno de Baja California. Generar un MW de energía convencional cuesta 1 MDD promedio, la eólica sube a 2.5 MDD y la solar está en 6 MDD.

En Mexicali ya funciona un proyecto piloto, financiado con recursos públicos y privados. En 2006, se creó el ‘Valle de las Misiones’, un moderno fraccionamiento para 220 familias de bajos recursos con un sistema fotovoltaico que genera energía eléctrica a través del Sol y produce 60% de la energía total que se necesita.

México tiene una ventaja comparativa. Posee una insolación media de cinco kilowatts/hora por metro cuadrado, una de las más altas del mundo, mayor aun a la de la península ibérica, actualmente la mayor productora mundial de energía solar. Para 2013, el gobierno federal planea llegar a generar 25 MW por hora con tecnología fotovoltaica y 14,000 MW/hora al año.

En ese marco, la japonesa Kyocera anunció 33 MDD para duplicar su producción de 10,500 paneles solares que ahora sólo ensambla en Tijuana con partes importadas de Asia

Kyocera planea diversificar sus exportaciones a Europa, Latinoamérica, Australia, Japón y, sobre todo, EU. Podría decirse que el gobernador de California tiene elementos de sobra para cumplir una de sus obsesiones: lograr que en 2010, un año antes de dejar el cargo, 20% de la electricidad provenga de energías renovables.

Su determinación fue pública en agosto, cuando fue anfitrión de la Conferencia Anual de Gobernadores Fronterizos, cuyo tema central fueron las energías renovables. Ahí, en Universal City, dijo que en dos años todos los edificios públicos y escuelas estatales tendrían paneles solares, la mayoría de ellos hechos en Mexicali.

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