Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Multimillonario “da aire” a india

El empresario Tulsi Tanti llevó a este país a la vanguardia en materia de turbinas eólicas; Suzlon Energy quiere conquistar 25% del mercado mundial para los próximos cinco años.
dom 21 diciembre 2008 06:00 AM
Una granja eólica de Suzlon cerca del estado de Maharashtra

Se apagan las luces en los cinco pisos del edificio, hecho de hormigón gris, en Pune, India, sede de Suzlon Energy, la empresa de más rápido crecimiento entre los cinco líderes mundiales en manufactura de turbinas eólicas. Después de 30 segundos de oscuridad, las lámparas fluorescentes parpadean de nuevo con la activación de los generadores auxiliares.

“Para nosotros es rutina”, dice Tulsi Tanti, el multimillonario fundador de Suzlon. “Uno debe comprender la limitación del país y, dentro de ese contexto, forjar el negocio”.

Tanti, de 50 años, hizo su fortuna en una década proveyendo energía eólica a compañías indias que padecen apagones y elevados costos de la energía. El empresario empezó en 1993, cuando compró dos turbinas para reducir las facturas de electricidad de su compañía textil en el estado de Gujarat.

Sus empleados excavaron cimientos, instalaron torres y conectaron turbinas al sobrecargado tendido eléctrico de India, aprovechando los incentivos públicos que permiten que la firma intercambie la energía eólica que genera por la electricidad que usa. “Al cabo de dos años vimos el ahorro, supimos que el viento es una buena fuente y nos preguntamos por qué no concentrarnos en ese sector”, refiere Tanti.

Suzlon Energy arrancó en 1995 y ya es el quinto fabricante mundial de turbinas. Es buena época para este negocio. Las empresas no dan abasto con la demanda. Con los precios actuales del petróleo y la creciente inquietud por el calentamiento global, los gobiernos promueven fuentes alternativas de energía, como la solar y la eólica. Las fuentes de energía renovable representarán 3% de la producción eléctrica mundial en 2012, frente al 1% de 2007, según el grupo sectorial Global Wind Energy Council, con sede en Bruselas.

Primeros reveses

Publicidad

En 2007, Suzlon tuvo varios tropiezos por su rápida expansión. Las hélices de rotores enviados a EU, Europa y Brasil sufrieron fisuras, lo cual hizo que Edison International, propietario de la mayor generadora de electricidad de California, cancelara un pedido grande.

El ascenso de Suzlon y sus reveses son una lección para los inversionistas interesados en energías alternativas. “La volatilidad es alta para todo el sector de energía renovable, y es objeto de muchos titulares periodísticos que pueden elevar o destruir una acción en un solo día”, dice Brian Yerger, analista de energía renovable de Jesup & Lamont Capital Markets en Wilmington, estado de Delaware.

El fondo IG Investment, de Toronto, que tenía más de siete millones de acciones de Suzlon en junio, las vendió tras la partida de dos de los principales ejecutivos de la empresa india: el máximo responsable ejecutivo, Andre Horbach, y el director financiero, Patrick Krahenbühl.

El deteriorado escenario económico de los últimos meses también dio otro revés a sus cifras. Durante el tercer trimestre pasado, perdió 26 MDD de sus ganancias netas, casi 35% del total ganado un año atrás. En lo que va del año y hasta el 7 de noviembre, su acción había caído 66% en la Bolsa de Mumbai.

Como todo el sector de energía eólica, Suzlon depende de los crecientes incentivos de los gobiernos de diversas partes del mundo. En 1997, Massachusetts fue el primero de 21 estados de EU en obligar a sus empresas de servicios públicos a comprar hasta 20% de la energía que consumen de fuentes renovables. Las compañías de energía eólica de EU también reciben un crédito impositivo de 2 centavos por cada kilovatio-hora de electricidad que producen.

A partir de 2004, los estados indios promulgaron requisitos similares de hasta 10% para las compañías de servicios públicos, y las empresas pueden reclamar una depreciación de 80% en costos de equipos en el primer año.

 

Grandes clientes
China presentó el año pasado un plan para que, a partir de 2020, al menos 15% del consumo de energía en ese país provenga de fuentes renovables. En enero pasado, la Unión Europea acordó que la región recibiría 20% de la electricidad que consume de fuentes libres de carbón para 2020, en comparación con alrededor de 6% en 2005.

Para cumplir estas reglas, las compañías de servicios públicos están mayormente comprando energía eólica porque es más barata que otras fuentes renovables, como la solar.

La electricidad que generan las turbinas cuesta alrededor de 8 centavos por kilovatio-hora en Estados Unidos, de acuerdo con datos del Departamento de Energía. Ello se compara con 15 centavos para la energía solar y 4 para la electricidad de calderas de carbón.

“El principal impulsor de la energía eólica es la reglamentación en Europa y América del Norte para obtener una mayor cantidad de energía de fuentes limpias”, dice Philippe de Weck, quien gestiona Clean Energy Fund, el fondo de energía limpia de 1,000 MDD, incluso con acciones de Suzlon, para Pictet & Cie, de Ginebra. “La energía solar es aún muy cara. La única opción para cumplir esa meta es el viento”.

Sin huella de carbono

Desde su pequeña oficina en Pune, Tanti dice estar acelerando el crecimiento de su compañía para reducir la amenaza del calentamiento global. Suzlon, que cuenta con 13,000 empleados en el mundo y vende sus productos en América, Europa, Australia y China, busca tener 25% del mercado en 2013, y ser la tercera del mundo en turbinas eólicas.

Vestas Wind Systems A/S, de Dinamarca, es la mayor empresa en el mundo, seguida de la filial de General Electric, GE Energy, con sede en Fairfield, Connecticut.

“Con la crisis del cambio climático en ciernes, tenemos que actuar más rápido”, dice Tanti, sentado frente a un retrato de su padre, Ranchhodbhai Tanti, que cuelga de una pared. “Por ello, el alto crecimiento es la prioridad, no sólo el mínimo aceptable”.

Conforme se expande la compañía, agrega turbinas a la red eléctrica de India que producen más electricidad que la empleada por Suzlon para su operación, lo cual elimina su huella del carbono, asegura Tanti.

El nuevo parque industrial de 4.5 hectáreas de Suzlon, a 10 kilómetros de su sede, será iluminado principalmente por luz solar, a fin de reducir el consumo eléctrico. El parque también recogerá agua de lluvia para regar el césped.

La mayor desventaja de la energía eólica –que las turbinas no operan sin viento– ha impedido que se convierta en una fuente principal de energía durante más de un siglo.

En 1887, el estadounidense Charles F. Brush fue el primero en producir electricidad a partir del viento, según la Asociación Danesa de la Industria Eólica. Brush construyó un molino de viento y lo usó durante 20 años para cargar baterías en el sótano de su mansión, en Cleveland.

Durante décadas, el uso de fuentes renovables de energía se mantuvo limitado porque, incluso, en las mejores ubicaciones, como el sudeste de Wyoming, donde los vientos constantemente soplan a velocidades superiores a 25 kilómetros por hora, las turbinas operan solamente a 30 o 40% de su capacidad.

“La cuestión con la energía eólica es que es una fuente variable de electricidad”, dice Keith Hays, director de Investigación de Emerging Energy Research en Barcelona, España. “Uno simplemente no puede apagarla y encenderla”.

Todo en uno
Cuando apenas 1% de la generación eléctrica de India provenía de la energía eólica, Tanti visitó instalaciones y habló con fabricantes de equipos y clientes potenciales para entrever los productos y servicios que podría vender. Además de fabricar turbinas, decidió también instalarlas y operarlas.

A la vez que mantuvo su compañía textil, Tanti inició Suzlon Energy con 20 empleados, en el subsuelo de un edificio de oficinas en la ciudad de Ahmedabad. Tenía 1 millón de dólares, la mayor parte obtenidos de préstamos bancarios, y un acuerdo de licencia para usar tecnología alemana.

Pronto hubo clientes: en 1996, Suzlon instaló 10 turbinas que producían un total de 3 MW de electricidad en Gujarat para Indian Petrochemicals, el segundo fabricante de sustancias químicas más grande de India.

Las ventas de Suzlon no despegaron sino hasta 1999, cuando comenzó a montar y operar grandes parques eólicos para empresas como Tata Finance, parte de Tata Group,  un conglomerado de 55,000 MDD, y Bajaj Auto, el segundo fabricante de motocicletas más grande de India. Tanti vendió su firma textil a un socio un año después.

En 2001, el negocio ‘todo en uno’ de Suzlon se convirtió en el mayor fabricante de turbinas de India, capturando alrededor de 50% del mercado para nuevas instalaciones. Para marzo de 2004, la firma había instalado un total de 600 MW de energía eólica.

Volátil como el aire

En ese momento, Suzlon apenas había tanteado los mayores mercados internacionales, trabajando con DanMar & Associates en un parque eólico en el estado de Minnesota, abriendo un centro de investigación de paletas de rotor en los Países Bajos y una firma de diseño de turbinas en Alemania, el líder mundial en instalaciones.

Para competir con pesos pesados globales, como Vestas, Suzlon necesitaba dinero y exposición de marca. “Éramos una empresa pequeña y no cotizábamos en Bolsa”, dice Tanti. “Fue entonces que decidimos hacer una OPA (oferta pública de adquisición de acciones)”.

La oferta pública inicial en 2005 en India recaudó 338 MDD. Las acciones fueron suscritas con un exceso de demanda de 46 veces y subieron 94% en el Mercado de Valores de Bombay en el primer año de cotización. Tanti y su familia tienen 66% de la compañía.

Así, Tanti comenzó a expandirse vía adquisiciones para explotar los mayores mercados mundiales de energía eólica en Europa, EU y China. En 2006, Suzlon compró la empresa belga Hansen Transmissions International NV, fabricante de cajas de engranajes que magnifican el movimiento de las paletas para generar energía , por 566 MDD. La medida le dio el control de un componente clave de turbinas que escaseaba.

Suzlon también invirtió en manufactura, abriendo nueve plantas en India, China y EU para respaldar las ventas globales. Para marzo de 2007, había instalado 3,768 MW de energía eólica, seis veces más comparado con 2004.

Kirti Vagadia, CFO de Suzlon, dice que los menores costos de mano de obra y de materiales le han permitido a la compañía competir con los rivales y, aun así, obtener ganancias. El ingreso de Suzlon casi se ha duplicado cada año desde 2004, superando 3,400 MDD en los 12 meses que concluyeron en marzo, pero entonces comenzaron las turbulencias.

Las paletas V2 que Suzlon le proveyó a John Deere Wind Energy, parte de Deere & Co, de Moline, Illinois, y a otros clientes comenzaron a tener fisuras bajo ciertas condiciones eólicas. En junio, Edison International, uno de los mayores clientes de Suzlon, canceló un pedido de 150 turbinas.

“Creímos prudente no comprar más hasta que se complete el análisis de las turbinas agrietadas”, señala Douglas McFarlan, portavoz de Edison. “En un negocio que está creciendo tan rápidamente como éste, no es inaudito que ocurra esta clase de problemas”.

Guerra de ofertas
Vagadia dice que las paletas defectuosas han afectado la reputación de Suzlon y la compañía trabaja para limitar el daño. Suzlon ha apartado 139 MDD para compensar a sus clientes y ahora envía un producto llamado V3, de plástico reforzado con fibra, que no se ha quebrado.

“Les estamos dando confianza a nuestros clientes”, asegura Vagadia. “Damos la información correcta a quienquiera que pregunta: los medios, los analistas o los inversionistas”.

La inversión de Suzlon en Repower Systems AG, de Hamburgo, es también preocupante para los inversionistas. En mayo de 2007, ganó una guerra de ofertas con el gigante de energía nuclear francés Areva, con una oferta de 1,600 MDD por Repower, un fabricante de turbinas que también produce plataformas enormes de extracción marítima.

Desde entonces, Suzlon ha aumentado su participación en Repower a 66% comprando el interés de Areva en la empresa aun cuando el negocio de parques eólicos marítimos ha estado en problemas.

Incluso hasta noviembre pasado, la firma india mostraba interés por adquirir otro 22%. Proyectos que valen 120,000 MDD están estancados, en parte, debido a una escasez de naves de construcción y, hasta septiembre pasado, el costo creciente del acero empleado en las turbinas.

La turbina de 5 MW de Repower está montada sobre una torre de unos 90 metros de alto, tiene paletas de 61.5 metros de largo y sólo puede ser reparada con el uso de un helicóptero. Los costos de materiales han elevado los precios de las turbinas alrededor de 20% desde julio de 2007.

En EU, la oposición del público a parques eólicos marítimos que pueden obstruir paisajes panorámicos es un obstáculo tan grande que no se ha construido ninguno. El proyecto de Cape Wind en el estrecho de Nantucket Sound, frente a la costa del estado de Massachusetts, ha sido abandonado debido a querellas.

El senador demócrata Edward Kennedy, cuya familia cuenta con propiedades a la vista de las turbinas propuestas, lo ha objetado por el potencial impacto en el turismo y la pesca.

“Hace dos años, no hubiera previsto un sistema marítimo en Estados Unidos hasta 2020 aproximadamente”, dice Randall Swisher, director ejecutivo de American Wind Energy Association, un grupo sectorial con sede en Washington. “Pero con los crecientes costos del combustible y la cancelación de tantas plantas de carbón por inquietudes por la emisión de carbono, especialmente en el noreste, podemos esperar que haya novedades con mucha mayor rapidez que eso”.

Tropiezos en China
También hay descontento dentro de Suzlon. En abril, el director financiero Krahenbühl renunció por disputas con el jefe ejecutivo Horbach, dice Vagadia, un ex director. Un mes después, el líder de la empresa dimitió al cabo de 16 meses en el puesto para pasar más tiempo con su familia, agrega.

En un esfuerzo por restaurar el orden, la dirigencia de Suzlon nombró jefe ejecutivo a un gerente propio, el subdirector general de Desarrollo Corporativo Internacional, Toine van Megen.

“No todo va de maravilla en Suzlon”, aclara Ambareesh Baliga, subdirector general de Karvy Stock Broking, con sede en Mumbai. “Las partidas son causa de preocupación”. Krahenbühl y Horbach no pudieron ser contactados para pedirles comentarios.

Los tropiezos de Tanti no lo han hecho más cauto en la medida que penetra más en China, el segundo mayor consumidor de energía del mundo. La capacidad china de energía eólica excederá los 30 gigawatts (GW) para 2020 frente a los 2.6 GW en 2006, según la Asociación China de Energía Eólica, dirigida por el gobierno.

Tanti, quien estableció allí una planta en 2006 para fabricar componentes y ensamblar turbinas eólicas, acordó comprar Honiton Energy Holdings Plc, de China, junto con el banco de inversión Arcapita Bank BSC, de Manama, Bahrein, por 2,000 MDD en julio. Honiton tiene los derechos de operar en la región de la Mongolia interior con el potencial de generar 1,650 MW de energía eólica. Hasta el momento, allí sólo se desarrollaron 50 MW, dice Vagadia.

Conforme Tanti levanta su imperio de energía limpia, también se destaca entre los empresarios indios de otra forma. Cuando se retire, no dejará Suzlon a su hijo, Pranav, de 23 años, ni a su hija, Nidhi, de 22 años. Pranav trabaja en una calificadora y Nidhi, en Credit Suisse Group, ambos en Hong Kong.

“No me seguirán. Suzlon está dirigido por un equipo profesional. En la junta hay un integrante de la familia. Es operado como compañías estadounidenses o europeas”.

“El asunto más preocupante para mí no es si logran el tercer lugar en cuota de mercado sino cuán rápidamente pueden dejar atrás esta cuestión de las paletas”, dice McClure, de IG Investment.

Aun con los precios altos del petróleo, una compañía que usa un recurso tan abundante y ubicuo como el aire tiene que fabricar un producto que los clientes quieran comprar.

Con información de Christopher Martin desde Nueva York.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad