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Reyes-Heroles, el CEO que refina a Pemex

Como su director, el ex Secretario de Energía busca eficientar a la mayor empresa de América Latina; según él, la reciente reforma es sólo el primer paso de la nueva era de negocios en la paraestatal.
lun 29 diciembre 2008 06:00 AM
Sin Pie de Foto
Como cabeza de la empresa más grande de AL, Jesús Reyes-Hero (Foto: Alfredo Pelcastre)

Jesús Reyes-Heroles González Garza enfrenta su propia versión de la teoría del caos. El director general de Petróleos Mexicanos, la mayor empresa de América Latina, tuvo un bautismo de fuego: el mal tiempo en Tuxpan, Veracruz, el puerto de entrada de los barcos que traen gasolina desde Texas, pudo haber desencadenado un escenario de escasez de combustibles en el altiplano central en diciembre de 2006.

“Llegué y de pronto teníamos un problema de riesgo de desabasto”, recuerda en entrevista en una pequeña sala en el piso ejecutivo de la Torre de Pemex, en la Ciudad de México. Una crisis que refleja los grandes desafíos que enfrenta la paraestatal, y cuya solución parcial está en la reforma aprobada en octubre por todos los partidos políticos. El mal tiempo en Tuxpan impidió descargar los barcos.

–¿Y no tenemos combustible en almacenamiento?, preguntó el recién llegado, ex consejero de Wal-Mart.
–Ya nos lo acabamos, porque tenemos poca capacidad de almacenamiento; estamos descargando los barcos, pero no nos estamos dando abasto con los camiones.

El heredero de reformistas de 56 años y economista formado en el MIT exploraba todas las opciones posibles. “Pero tenemos ducto”, le espetó a sus lugartenientes. “Pero está a pleno de su capacidad”, fue la respuesta.

Reyes-Heroles ordenó enfrentar la emergencia con todos los recursos a la mano, sin crear pánico dentro o fuera de la empresa. La meta era evitar una crisis en Navidad, una época que marca la demanda estacional más alta de energéticos.

Revisando el programa de inversiones estratégicas que Pemex actualiza cada año, Reyes-Heroles descubrió la existencia de un proyecto de ampliación del ducto Tuxpan-México... pero, para su sorpresa, nadie en la paraestatal lo lideraba. Ni siquiera existía un comité de inversiones, “como lo tienen las grandes empresas del mundo”, dice.

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A dos años de gestión, Reyes-Heroles no sólo es ese político experto que participó en la negociación del gobierno en la reforma a Pemex y al sector energético del país aprobada por el Congreso en octubre. Su mayor logro, dice, es comenzar un proceso de cambio en la cultura administrativa de la paraestatal para que opere como empresa y no como paraestatal.

El primer objetivo fue optimizar las inversiones. “Nos dedicamos a crear un organismo de clase mundial para la conceptualización, evaluación y seguimiento de los proyectos de inversión”, dice. “Es un proceso que se está internalizando en la cultura administrativa de Pemex y para el que se tuvo que establecer un grupo encabezado por el director general para manejar los proyectos”, afirma.

El liderazgo de esta área no tuvo que pasar por ningún cambio en los estatutos de la empresa. De hecho, un logro que precede la entrada en vigor de los mandatos de la reforma es que, justo el día del Aniversario de la Revolución Mexicana, Pemex dio el primer paso para evitar en el futuro una situación de riesgo en el desabasto de gasolinas.

Ese día, la empresa otorgó a Tuberías Procasa y varios socios el contrato para la construcción de un poliducto de más de 100 kilómetros en el Proyecto Tuxpan-México. Con ello, se busca incrementar en 70,000 barriles diarios la capacidad de transporte de hidrocarburos desde el puerto a la Terminal de Almacenamiento y Reparto de Azcapotzalco.

Reyes-Heroles, que fue secretario de Energía en el sexenio de Ernesto Zedillo, está inyectando una nueva cultura ejecutiva en Pemex y está tomando como ejemplo empresas con una administración centralizada de proyectos. También está centralizando las áreas de servicios, como finanzas, recursos humanos y tecnologías de la información.

Para avanzar, Reyes-Heroles no dudó en consultar a los mejores. “Al principio le hablé a Lorenzo Zambrano (director general de Cemex)”, dice Reyes-Heroles. “Yo tenía la experiencia del consejo de Wal-Mart México aunque las obras son muy distintas, allá son tiendas, que no tienen la complejidad de acá. Pero Wal-Mart tiene un área centralizada de proyectos que construye todos sus negocios, desde un Vips a lo que sea”.

Sin tocar los estatutos de Pemex o de las divisiones que la conforman, el equipo de Reyes-Heroles definió una serie de líneas estratégicas con la prioridad de crear un sistema para la conceptualización, la evaluación y el seguimiento de los proyectos de inversión.

Hace unos meses, la paraestatal concluyó la implementación del sistema de gestión de procesos para hacer más eficiente la relación y la comunicación entre todas sus áreas: Exploración y Producción, Refinación, Gas y Distribución del corporativo y su división internacional.

‘Downstream’
Pero un ducto no hace primavera. Y lo que busca Reyes-Heroles es usar la reforma para sacar lo mejor de la empresa. El proceso de la reforma es un paso formal, dice, pero no fue el primero para sacar a Pemex del pozo actual.

En realidad, lo que quiere este descendiente de una dinastía política es emplear una buena dosis de sentido común y autoridad para dar sentido al caos que impera en Pemex.

Avanzar le costará trabajo. A pesar de que han pasado ocho años de administraciones panistas, la mentalidad en la paraestatal, escalafones debajo de la primera línea ejecutiva, refleja el viejo estado corporativista priista. El vínculo entre el PRI y Pemex sigue tan fuerte como siempre, según Glada Lahn, experta en relaciones entre industria y gobiernos en países productores de petróleo. Carlos Romero Deschamps, secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), opera como si el tiempo no hubiera pasado.

La participación del STPRM en Pemex supera, con mucho, la presencia de otros sindicatos en otros países, afirma Lahn, autora de un reporte sobre gobernabilidad en las empresas petroleras estatales para Chatham House, que alberga el británico Instituto Real de Asuntos Internacionales.

La reforma aprobada en el Congreso parece perpetuar esa situación, ya que si bien crea un consejo de administración con mayor responsabilidad y cuatro consejeros independientes, sigue dando cabida a cinco miembros del STPRM. “Eso traerá a la mesa un conflicto de interés fundamental”, dice George Baker, un consultor energético que ha estudiado a Pemex por más de tres décadas. Además, permanece el acendrado esquema jerárquico de la paraestatal, que llena de burocracia todos los pasillos e instalaciones en donde, según un ejecutivo adscrito a Ciudad del Carmen, no se puede dar un paso sin avisarle al jefe.

“La cultura que hay entre los diferentes niveles de la empresa, las formas en que se conducen ahí, son muy parecidas al PRI”, dice un alto ejecutivo que trabaja en el sureste y que pidió el anonimato. “Los funcionarios se ven forzados a metas políticas que normalmente vienen de fuera. Se necesita un cambio generacional, pues está la noción de que los viejos dominan la técnica, pero ellos mismos generan esa cultura, con factores proteccionistas, autocráticos y desgraciadamente los jóvenes que llegan lo acatan para permanecer”.

Reyes-Heroles se abstuvo en la entrevista de abordar el tema del sindicato o la fuerza laboral de la empresa, pero el aspecto político –no privatización–, junto con la estrategia de energéticos del país, fueron los ingredientes con que se negoció la reforma. Se trata de reconciliar la idea de que Pemex puede ser una mejor empresa petrolera y seguir siendo parte del gobierno.

“Pemex tiene que crear una organización corporativa que ofrezca una administración eficiente y productos de calidad”, dice Isabelle Rousseau, investigadora de El Colegio de México. “Pero la empresa enfrenta un serio dilema: su historia y cultura, basados en la nacionalización de 1938 y el Artículo 27 de la Constitución, y la necesidad de modernizarse. La lógica de negocios tiene que salir a flote ahora más que nunca”.

Reyes-Heroles destaca que un logro de la reforma es que ahora Pemex puede dar más certidumbre a los provedores con la posibilidad de hacer contratos multianuales. “Ya se tiene el presupuesto y la previsión necesaria para enfrentar esos compormisos en el futuro”.

Con elecciones intermedias en puerta, la reforma trató de ‘planchar’ las diferencias políticas entre el PRI, el PRD y el PAN, así como las posturas de las secretarías de Hacienda y de Economía, así como del propio presidente Felipe Calderón, ex secretario de Energía.

Y fue difícil. A pesar de que Reyes-Heroles cabildeó a diestra y siniestra, no pudo quitarse el antagonismo que sigue a todo director general de Pemex.

“Históricamente, el puesto del director general de Pemex tiende a estar en conflicto con todo el mundo”, dice David Shields, analista energético. “Es muy difícil que no esté en conflicto con el gabinete, con el Congreso, con el sindicato... Mi percepción es que el actual director está manejando bien la relación con estos elementos externos”.

Pero no sólo se trata de voluntad. A la hora de negociar, la postura del gobierno se diluyó bastante (los cálculos panistas dicen que de la propuesta original no quedó ni la mitad). Otros ven algo de pragmatismo, de sacar la reforma, aunque fuera una versión light, para poder avanzar después.

“Algunos elementos en la reforma son ‘de mientras’, pero sirven como señales de lo que vendrá”, dice Baker. En su análisis, indica que la reforma tiene el innegable mérito de flexibilizar las reglas con que Pemex contrata servicios, obras y hace sus compras, así como el programa de incentivos para desempeño de los proveedores. “Esto los motivará a invertir en mejores tecnologías”, dice Baker.

Con ello, podría terminar una era en la cual por burocracia, corrupción o negligencia, las contrataciones de Pemex terminan en desastres. Para el funcionario adscrito a Ciudad del Carmen, es una gran ventaja que las actividades estratégicas de Pemex no sigan sujetas a las leyes de obras y adquisiciones con las que se rige la administración.

Reyes-Heroles lo ilustra contundente: “Las reglas aplicables todavía hoy para adquisiciones de catalizadores son las mismas que se aplican en la Secretaría de Educación para la compra de pizarrones”.

Con la reforma se podrá, por ejemplo, contratar a una sola empresa integrada para diseñar, construir y dar mantenimiento a las instalaciones de Pemex, algo que sucede en cualquier compañía petrolera del mundo.

“El contratista que hace la ingeniería básica de una planta de gas ya no puede participar en la construcción, eso desincentiva la participación en las licitaciones”, dice Alonso Quintana, director de Administración y Finanzas de Ingenieros Civiles Asociados (ICA). “Por ejemplo, a ICA Fluor, nuestra subsidiaria, le es difícil justificar su participación en ingeniería. Con la reforma, se puede participar en la ingeniería básica y también se puede participar en la construcción. Esto va a promover que las empresas constructoras inviertan en desarrollar sus capacidades de ingeniería”.

Según el funcionario de Ciudad del Carmen, en el tema de las aguas profundas, Pemex podrá recuperar gran parte del terreno perdido por décadas en las que no podía salir a contratar plataformas en términos de mercado.

Los equipos de perforación para aguas profundas son escasos. “Se cotizan bajo la ley de la oferta y la demanda y el costo de oportunidad; agarrarlos a tiempo, influye en beneficio de los proyectos”, dice el ejecutivo.

En lo que Shell, Exxon o empresas públicas como Petrobras, con más libertades que Pemex, van al mercado y encuentran estos equipos disponibles y negocian por adelantado y los contratan, Pemex no puede. “(La empresa) tiene que salir a licitación pública internacional bajo las leyes mexicanas que representan aspectos burocráticos tortuosos”, explica Reyes-Heroles.

Pemex se queda sin equipo o contrata a los que nadie quiso, que suelen ser los más antiguos o caros. “Las demás petroleras salen a negociar contratos de 5,000 millones de dólares y hay que recordar que las licitaciones más caras no necesariamente son las más transparentes”, afirma.

‘Upstream’
En muchos sectores se saludó la reforma casi como una panacea para sacar a la petrolera del marasmo, pero Reyes-Heroles pide calma. “La reforma permitirá a Pemex allegarse recursos, pero no en un proceso instantáneo”, dice.

Acostumbrado a negociar con legisladores y empresarios, el funcionario pasó buena parte del año cabildeando las bondades de la reforma. Sin embargo, acepta que ha habido “una visión errónea” que la ha llevado a anticipar un retorno de la paraestatal a la bonanza.

En parte, eso se debió al anuncio de Calderón del Programa Anticíclico para enfrentar la crisis. La eliminación de los Pidiregas, la construcción de una refinería y la aprobación unánime de la reforma por parte del Congreso, fueron alicientes para querer pensar en una nueva era para Pemex.

De los 70,000 mdp que el gobierno se ahorrará por la eliminación de los Pidiregas, Pemex sólo se llevará 6,000 millones. A ello se le sumarán 12,000 mdp que la paraestatal recibirá para arrancar la construcción de la refinería, pero apenas son moneda de cambio para lo que requiere.

Según cálculos, Pemex necesitaría invertir en promedio 18,000 mdd los próximos 10 años para comenzar a revertir el declive en la producción y reponer las reservas. En 2007 facturó más de 1 billón de pesos y, según expertos, para este año el ingreso hubiera podido crecer en más de 250,000 millones si el ritmo de producción no hubiese bajado. Con Cantarell en declive, Pemex está empeñado en hacer rendir campos como Chicontepec. Hay retrasos. Esperaba extraer unos 65,000 barriles por día para fin de año y 600,000 para 2021. Pero eso no podrá revertir el declive esperado, de 10% anual.

“Pemex está inmersa en una situación muy complicada en reservas”, dice Shields. “Todo su entorno es complicado, incluyendo el normativo y burocrático. La autonomía viene a aligerar esto un poco, creo que ayudará a hacer más sencillos muchos proyectos, pero eso no quiere decir que vaya a cambiar el destino de Pemex radicalmente. Tampoco debemos ver a Pemex en términos negativos, tiene mucho de positivo: genera dinero, y abastece muy bien el mercado interno”.

La autonomía de gestión es vista como una especie de certificado de mayoría de edad a la empresa que se nacionalizó en 1938. “Se le quitan las amarras al gigante”, dijo Francisco Labastida Ochoa, el senador del PRI que preside la Comisión de Energía en el Senado, y con quien se asegura negoció Reyes-Heroles cara a cara. Labastida dice que la nueva ley de adquisiciones va a permitir que Pemex “tenga más agilidad para que no se dé la caída en la producción petrolera que se registra hasta ahora”.

El CEO
Hace una década, Reyes-Heroles se preparaba para asumir lo que en sus palabras sería su última misión como servidor público. Como flamante embajador de México en Estados Unidos, tenía que enfrentar el polémico proceso con que ese país califica el papel de sus aliados en la lucha contra el narcotráfico, la certificación.

Una de sus prioridades fue convencer al Congreso de EU que México era un país confiable; una ardua labor debido al todavía fresco recuerdo de que el ex zar mexicano antidrogas, Jesús Gutiérrez Rebollo, había sido arrestado un año antes por facilitar las operaciones del Cártel de Juárez.

“Tendremos que aprender a negociar con los legisladores (de EU)”, dijo a Los Angeles Times en 1998.

Ocho años después, Reyes-Heroles regresó a la palestra política, al aceptar el nombramiento que Felipe Calderón le ofreció como director general de Pemex. El funcionario lleva dos años inmerso en otro proceso de certificación: demostrar que vale la pena salvar a Pemex y recuperar su lugar como compañía petrolera de clase mundial.

“Creemos que Pemex será una empresa más flexible, más moderna y está bien capitaneada”, dice Quintana, de ICA. “Estamos optimistas con Jesús Reyes-Heroles, es un funcionario muy preparado que conoce bien el sector”.

Y con la reforma, ya hay quien avizora nuevas oportunidades de negocio. Es el caso de empresarios de Aberdeen. Acostumbrados al ambiente energético del Mar del Norte, una parvada de escoceses del ramo petrolero prepara una gira al Golfo de México para explorar inversiones.

“Estaremos allá unos cuatro días, llevando a firmas interesadas en ganar contratos con Pemex”, dice Rebecca Sales, del Departamento de Promoción Económica de la ciudad de Aberdeen. “Tenemos firmas especializadas en aguas profundas, ductos y control ambiental. Ya tenemos citas con gente de Pemex Exploración y Producción. Vemos mucho optimismo desde acá”.

Con información de Marina Delaunay, Ulises Hernández, Roberto Morán y Miriam Martínez.

 

SIN NOVEDAD

Para muchos empleados de Pemex, el anuncio de la reforma de la paraestatal pasó de noche. Por lo menos, eso dijeron a Expansión varios ejecutivos de la empresa consultados tanto en las oficinas centrales como en entidades como Campeche y Veracruz.

“Al menos desde donde estoy yo –subgerente– y para abajo no fuimos enterados de ningún anuncio con la reforma”, dijo un funcionario. “No sé si a otros niveles lo hicieron; cuando normalmente ocurren noticias buenas para Pemex o dentro de Pemex ha habido videos y campañas de noticias positivas. A fin de cuentas, nosotros somos la gente que operamos y sólo nos enteramos por los medios, necesitamos saber cómo quedamos, cómo vamos a operar”.

En la propia Torre Pemex, muchos empleados aseguraron no conocer de la reforma más que lo que sus jefes, de manera informal, les comentaron.

“A nosotros nos llamó el jefe y nos dijo que la reforma ya había pasado, pero que no cambiaría nada”, dijo un empleado en el área de tecnologías de la información.

 

EL FACTOR LABASTIDA

El neopanista Jesús Reyes-Heroles, director general de Pemex, y el senador Francisco Labastida Ochoa, priista de viejo cuño, no son agua y aceite como podría esperarse de dos políticos en trincheras contrarias.

Los dos defendieron, dice una fuente cercana a ambos, intereses políticos parecidos durante las negociaciones de la reforma de Pemex. Acostumbrados al arte de la negociación, entre los dos consiguieron convencer a sus respectivos grupos que la reforma, para bien o para mal, era lo mejor que podía suceder.

No importó que en el PRI se tildara a Labastida de ‘colaboracionista’ y que Reyes-Heroles se confrontara incluso con pesos pesados de la administración calderonista, como el secretario de Hacienda, Agustín Carstens.

“Ya había antagonismo con Hacienda por lo del cambio fiscal de Pemex aprobado en 2007”, dijo la fuente. “Hay que recordar que la iniciativa se ‘planchó’ entre Labastida y Reyes-Heroles, sin convocar a Carstens”.

El secretario de Hacienda pareció haberse desquitado con el anuncio de que Pemex blindó los ingresos petroleros del país al asegurarse un precio de 70 dólares por barril el próximo año. “La carrera por la cartera de Pemex se intensificará”, dijo la fuente.

 

DE LO PERDIDO...

El lado mexicano de Cinturón Perdido, región del Golfo de México con alto potencial petrolífero, supuestamente ha estado bajo amenaza del ‘efecto popote’ gringo. Pero Pemex lo está explorando. En octubre, la empresa arrancó una serie de estudios sísmicos en aguas ultraprofundas, a más de 3,000 metros.

Pemex ha dicho que ahí podrían hallarse más de 30,000 millones de barriles de petróleo, suficientes para compensar, en parte, el declive en la producción.

“Son pruebas sísmicas apenas, pero con más recursos e independencia en la inversión podremos ir más allá y saber qué hay debajo de estas aguas”, dice Jesús Reyes-Heroles.

A la fecha, Pemex ha bajado a no más de 1,500 metros, lo que ha empujado a analistas como George Baker a decir que apenas “está mojando sus pies en la orilla”. Aunque Reyes-Heroles asegura que Pemex no necesita ir todavía a las aguas ultraprofundas, ya que hay mucho que hacer en 1,500 metros, sí utilizará la reforma para demostrar que hay un nuevo ambiente propicio para los negocios y para trazar alianzas tecnológicas con firmas especializadas.

 

AGUAS PROFUNDAS
Pemex no sólo se estanca, también cae. En total, como firma energética
integrada, es la número 11, luego de haber sido la nueve, en 2004, y la seis,
en 2000.

Empresas Petroleras más importantes.

Pos. 2000 2004 2007
1 Saudi Aramco Saudi Aramco Saudi Aramco
2 PDVSA ExxonMobil NIOC
3 ExxonMobil NIOC ExxonMobil
4 NIOC (Irán) PDVSA BP
5 Shell BP PDVSA
6 Pemex Shell Shell
7 BP Chevron  CNPC
8 Total Total ConocoPhillips
9 CNPC (China) Pemex Chevron
10 Petramina CNPC Total
11 na na Pemex
FUENTE: Petroleum Intelligence Weekly.

“Históricamente, el puesto del director general de Pemex tiende a estar en conflicto con el gabinete, con el Congreso y con el sindicato”.
David Shields, analista energético.

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