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Mirada encima del hombro y 2 metas en 1

Señor Q encuentra solución a los problemas que rodean la vida profesional; si él no tiene la respuesta, seguramente nadie la tendrá.
lun 05 enero 2009 03:53 PM
El Señor Q opina que quedarte en un rincón, rumiando y acumulando veneno, es una pésima estrategia en la oficina y en la vida. (Foto: Archivo)
Hombre (Foto: Archivo)

ESTIMADO SEÑOR Q: En mi empresa comparto la pequeña oficina de procesamiento de datos y atención a clientes con dos compañeros que tienen mucha mejor reputación que yo, pero creo que esta situación es injusta. El trabajo que tenemos nunca es demasiado y normalmente se puede hacer sin sudar ni quejarse o vanagloriarse.

Por eso, yo no me quejo ni voy con los jefes a decirles lo mucho que me esfuerzo. Mis compañeros, en cambio, simulan todo el tiempo estar al borde del colapso nervioso, exagerando la cantidad de trabajo que tienen y diciéndole a todo el mundo que lo suyo, más que un empleo, es un sacerdocio. Mi relación con ellos ha decaído sin dejar de ser buena todavía, pues si bien adolecen de cultura y valores, son buenos chicos. ¿Puedo hacer algo por cambiar esta situación?

Tranquilísimo.

 

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Querido Tranquilísimo: La primera pregunta que debes hacerte es si realmente tienes ganas de cambiar la situación. Relatas tu caso más con la curiosidad de un sociólogo que con la furia de alguien que está siendo realmente dejado de lado. El Señor Q cree que tu futuro no está en esa empresa y que tú ya sabes eso y que además sabes que el envío de tu carta es más una actuación, una pequeña broma, que una queja verdadera. Recibe, de todas maneras, la simpatía de esta columna: al Señor Q nunca le gustaron ese tipo de personajes que inflan su preocupación para parecer que están ocupados o que se toman su trabajo muy en serio.

Pero también cree que hay algo extraño en tu tono de voz, una condescendencia con quienes te rodean, que puede jugarte en contra en el futuro. Si eres más inteligente y tienes más cultura que quienes te rodean, búscate entonces un desafío acorde a tus capacidades. Quedarte en un rincón, rumiando y acumulando veneno, es una pésima estrategia en la oficina y en la vida.

Alerta, Q

 

ESTIMADO SEÑOR Q: Represento y laboro para una firma europea. Tengo una oficina virtual en casa y la compañía me da un sueldo. El contrato temporal que tengo con ellos es por dos meses, en los cuales debo vender sus productos. Con el presupuesto que me han asignado en concepto de sueldo, he estado pagando mis costos directos, como la escuela de mis dos hijos.

Sin embargo, me veo en la necesidad de invertir en un auto utilitario, para lograr más ventas, o en una oficina pequeña donde pueda rendir más y me aleje del ritmo de mi casa, que a ratos me distrae. De un leasing son 5,000 pesos por mes y de una renta son 2,500. ¿Qué sugiere?, ¿en qué invierto de manera de generar ventas dentro del periodo estipulado? (Si no lo logro, no se reanuda el contrato.)

Ni carro ni oficina.

 

Querido Ni Carro Ni Oficina: La especialidad de esta columna es la vida en la oficina, ese tibio sopor en el cual nuestros lectores maldicen a sus jefes y se lamentan por no estar disfrutando más intensamente de la vida.

Lejos está de las virtudes del Señor Q la consultoría sobre asuntos empresariales: poco tendrán para aprender de él emprendedores y pequeños empresarios, pues el Señor Q es famoso entre sus amigos y parientes por su mala puntería inversora y empresaria.

Dicho esto, también es cierto que otra de las características del Señor Q es su inclinación a opinar sobre cualquier tema, por lo que aquí van sus consideraciones sobre tu dilema ‘carro vs oficina’.

Lo primero que habría que decir es que dos meses parecen un plazo demasiado corto como para evaluar el rendimiento de un representante-vendedor. Intenta negociar un plazo más amplio.

Por la misma razón, ambas inversiones que están rondando en tu cabeza parecen demasiado costosas como para afrontar su posible fracaso y dejar sin pagar, por ejemplo, la escuela de tus hijos.

Una opción puede ser rentar un utilitario por el tiempo que te queda: será caro, pero sin compromisos ni deudas.

Con respecto a la oficina, lo mejor por ahora será aprender a ignorar la vida cotidiana y hacer lo posible por concentrarte en tu oficina virtual casera. Reserva los grandes planes para cuando te renueven el contrato.

Cómodo en su hogar, Q

 

¿Alguna pregunta? Escribe a: senorq@expansion.com.mx

 

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