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El mal necesario

Jack y Suzy Welch creen que despedir personal es un mal necesario para las empresas en esta crisis; el ex CEO de GE y la ex editora de Harvard Business Review dicen que es parte de tomar precauciones.
vie 13 marzo 2009 06:00 AM
El desempleo afecta más a profesionistas y a la industria manufacturera. (Foto: Dreamstime)
Desempleo_crisis (Foto: Dreamstime)

PREGUNTA: ¿Por qué los directores generales de empresas de EU están despidiendo a tantos empleados? Si una compañía está ganando dinero durante esta crisis, ¿por qué no puede capear el temporal sin echar gente?

Anónimo, Nueva York

RESPUESTA: Podemos asegurarle que ningún director desea hacerlo. Despedir personal es, por mucho, la parte más temida y dolorosa para un líder. Y sólo lo hacen cuando es absolutamente necesario, como ahora.

Mire, en épocas buenas, las empresas e industrias son dinámicas y siempre vienen con ideas nuevas para trastornar a los mercados.

Pero en estos días el ambiente es ‘dinámico’ y marcha sobre esteroides. Más de 64,000 empresas se declararon en bancarrota en 2008 y se presume que en 2009 habrá un incremento de quiebras de alrededor de 50%.

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La razón es que vivimos una recesión causada por la crisis del crédito. Este tipo de crisis es más precipitada y radical que una típica recesión de ciclo económico. Las firmas pueden pasar de tener ganancias a pérdidas en cuestión de días. Competidores que parecían formidables hoy, pueden declararse en quiebra unas semanas después. Y proveedores que trataron de competir vendiendo a menor precio, ahora tenderán a fusionarse. Los bancos que antes prestaban dinero sin pensarlo por un momento, ahora demoran el proceso, y a veces, ya ni prestan.

En épocas así, quedan expuestas todas las fallas de una compañía. Y las empresas que no adopten medidas de precaución extraordinarias para apuntalar su posición, descubrirán que sus problemas no tienen solución.

Ahora bien, diferentes tipos de empresas necesitan adoptar distintas precauciones. La recesión está afectando más a los servicios financieros y a las industrias de productos de lujo que a empresas como Wal-Mart. Los periódicos y revistas, que vienen luchando con el problema de una reducción en la publicidad, están cerrando o pasando a sistemas de entrega de noticias por internet.

La recesión incrementó el uso de las comunicaciones por video. Y muchos hoteles, empresas aéreas y de alquiler de vehículos sentirán el efecto por muchos años.

El mercado laboral ‘revitalizado’ que emerja en 2009, 2010 o más allá, estará basado en un nuevo conjunto de realidades. Consumidores, competidores y proveedores tendrán expectativas distintas. Las compañías deben estar preparadas, y también volverse diferentes.

Es por esto que los despidos son inevitables. Usted no puede cambiar su compañía manteniendo el mismo número de empleados y la misma forma de trabajo. Un ejemplo triste es Circuit City, que por muchos muchos años tuvo el segundo lugar, después de Best Buy, entre los minoristas de electrónicos. Pero cuando la economía entró en crisis, Circuit City intentó sortear la tormenta. Una pésima venta navideña le propinó el golpe final. La firma cerrará sus 567 negocios en EU, y echará a 34,000 empleados para fines de marzo.

Circuit City debió anticiparse a estos tiempos y tuvo que despedir a colaboradores de sus líneas más débiles y poner a los mejores en tareas que redituaran más beneficio. Al menos seguiría existiendo y dando empleos.

En los meses y años que vienen, las empresas tendrán que navegar aguas inexploradas. Nadie sabe qué cambios traerá el plan de rescate financiero, ni con qué rapidez el programa de estímulos del presidente Barack Obama tendrá efecto, y en qué grado. Sólo podemos estar seguros de que el cambio vendrá con rapidez y furia, y que la sobrevivencia requerirá un tipo de agilidad y flexibilidad más agresiva.

Ningún buen líder quiere echar gente. Pero, hoy en día, no tiene opciones. Debe tomar en cuenta las consecuencias de quedarse sin actuar mientras llega la recuperación.

The New York Times Syndicate

 

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