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Un hombre contra las calificadoras

Un abogado estadounidense demanda a S&P, Moody’s y Fitch Ratings por el derrumbre financiero; acusa a las firmas de negligencia, fraude y engaño por no proteger el interés de los inversionistas.
sáb 30 mayo 2009 06:00 AM
La caída de Lehman desató el efecto dominó en el sector bancario. (Foto: Archivo)
Sin Titulo (Foto: Archivo)

Ron Grassi dice que se había retirado hace cinco años, al cabo de una carrera de 35 años como abogado. Ahora Grassi, de 68 años, ha levantado un cuartel en su residencia de Tahoe City, California, para enfrentarse por sí solo con Standard & Poor’s, Moody’s Investors Service y Fitch Ratings. El abogado procesalista ha demandado a las tres firmas de calificaciones crediticias por negligencia, fraude y engaño.

Grassi dice que los defectuosos análisis de las compañías sobre deuda son una de las razones principales del derrumbe financiero mundial y que las responsables son las firmas.

La prueba número uno es su propia inversión. Él y su esposa, Sally, tenían bonos de Lehman Brothers Holdings por 40,000 dólares calificados con A, que significa inversiones seguras. Esta calificación se mantuvo hasta el mismo 15 de septiembre, día en que Lehman se declaró en quiebra.

Estados Unidos y otras potencias económicas están diseñando formas de reorganizar la normativa financiera. Todavía no han presentado un plan para atender un elemento central de la crisis: el papel de las firmas de calificaciones.

Esto se debe, en parte, a que el alcance de las tres grandes calificadoras de crédito llega a casi todos los rincones del sistema financiero mundial. Desde los bancos hasta las entidades que los reglamentan dependen de las calificaciones.

Las notas crediticias se han incorporado en cientos de reglas, leyes y contratos privados que afectan a la banca, los seguros, los fondos de inversión colectiva y los fondos de pensiones. Las directrices de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), por ejemplo, disponen que los gestores del mercado de dinero usen las calificaciones para decidir qué comprar con 3,900 MDD de los inversionistas.

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Los reguladores de Estados Unidos dependen de las notas crediticias para comprobar la seguridad de las carteras de bonos de las aseguradoras del país, cuyo valor en conjunto se calcula en 450,000 MDD.

Hasta el presidente de la Reserva Federal, Ben S. Bernanke, y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, han usado las firmas calificadoras para decidir cómo gastar el dinero de sus planes de estímulo.

“La clave de la política económica de aquí en adelante tiene que ser poner fin a la dependencia de estas calificaciones crediticias”, señala Frank Partnoy, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Diego y también ex operador de derivados que ha escrito cuatro libros sobre finanzas modernas. “Aun cuando poca gente respeta a las calificadoras de crédito, la mayoría sigue dependiendo de ellas”, dice Partnoy. “Nos hemos enviciado con ellas como con una droga, y tenemos que idear la forma de hacer que los reguladores y los inversionistas pierdan esa costumbre”, sostiene.

Desde que Enron se desplomó en 2001, inversionistas, operadores y reguladores vienen preguntándose si las compañías de calificaciones de crédito tienen alguna utilidad práctica. Hasta cuatro días antes de que la empresa energética con sede central en Houston, declarara lo que entonces era la mayor bancarrota de la historia de Estados Unidos, su deuda tenía el sello de grado de inversión en las calificadoras S&P, Moody’s y Fitch.

En el periodo conducente a la crisis financiera actual, las compañías de calificaciones crediticias evolucionaron de evaluadoras de la deuda a consultoras.

Ayudaron a los bancos a crear bonos por 3.2 billones de dólares con hipotecas subprime o de alto riesgo. Las firmas otorgaron calificaciones de AAA a 75% de esos títulos.

“Las agencias calificadoras fracasaron totalmente en lo que se refiere a proteger los intereses de los inversionistas”, señaló la comisaria de la SEC, Kathleen Casey.

El director general de S&P, Deven Sharma, dice que sabe que a su firma la están criticando por todos lados, y que espera cambiar esa situación. “Nuestra compañía siempre ha operado a partir del principio de que si uno cumple su deber para con los clientes y el mercado, a la postre tendrá éxito”, subraya Sharma.

Los autores son articulistas de Bloomberg News.

Comentarios: opinion@expansion.com.mx

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