Petroprecios, ¿hacia la estabilización?
El precio del petróleo subió como consecuencia de la especulación, pero en los próximos meses tenderá a la estabilidad.
La segunda mitad de 2009 presenta un escenario estable para los petroprecios, aunque se estima que cierren el año en un promedio de 58 dólares por barril (unos 22 dólares por debajo de la cotización actual). El mercado ya no enfrentará los vaivenes de los últimos dos años, indican análisis.
Según Jaime Brito, analista de PFC Energy, consultoría energética con sede en Washington, en el último año y medio el precio del barril de petróleo ha estado sobrevaluado, producto de la especulación y la llegada de inversionistas que ante el declive de mercados como el inmobiliario y el financiero vieron en las commodities una opción para ganar dinero fácil.
Pero ya pasada la peor etapa de la crisis financiera, dejarán el petróleo y buscarán instrumentos que les den mayores rendimientos.
"(En el mercado petrolero) hay entre 50 y 60% menos de capital especulativo que en 2008 (200,000 MDD) y eso es bueno porque el exceso de estos capitales llevó el precio del WTI y del Brent (crudos de referencia) de 87 a 147 dólares por barril hace un año", comenta Brito.
Admite que en agosto el precio del barril puede alcanzar los 70 dólares, pero hacia septiembre se espera una tendencia a la baja porque "habrá mucho producto en el mercado y habrá baja demanda".
En su último informe de junio, la Secretaría de Hacienda en México observa un comportamiento a la baja en los precios de referencia y reconoce la necesidad de mantenerlos en un nivel aceptable.
En el caso de la mezcla mexicana, las previsiones hacia finales de año son que el barril se ubique en un promedio de 8 dólares por debajo de los crudos de referencia.
Aunque se prevé cierta estabilidad para el mercado, tanto PFC como organismos petroleros de Argelia y Qatar advierten sobre condiciones que pueden amenazar los petroprecios: ataques a instalaciones estratégicas, como sucedió el 23 de junio con oficinas de Shell en Nigeria, así como posibles tomas de instalaciones en México derivadas de conflictos poselectorales.