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Brasil crea ‘pequeños Carlos Slim’: Gall

El economista Norman Gall alerta sobre la concentración empresarial en el país gobernado por Lula; la revista Expansión publica una entrevista con el estadounidense, ex consultor del Banco Mundial.
mar 09 marzo 2010 06:00 AM
El economista dice que aunque Lula ha estado haciendo milagros, no es una fuerza moral en el mundo. (Foto: Reuters)
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No es fácil encontrar en São Paulo testimonios de especialistas dispuestos a ofrecer una visión desapasionada sobre la situación o el futuro de Brasil : los economistas brasileños son fanáticos de su país y los extranjeros empleados en el mundo de los negocios también están muy interesados en mantener y estimular el optimismo que rodea a Brasil desde hace un par de años.

La revista Expansión viajó a São Paulo para tener una charla a fondo con Norman Gall (76 años), un economista estadounidense que lleva casi medio siglo viviendo en distintos países de América Latina (está en Brasil desde 1977). En la última edición de la revista se publica una charla a fondo con Gall, fundador y director del Instituto Fernand Braudel, un centro de estudios sobre economía y desarrollo y ex consultor del Banco Mundial:  

¿Cuál es su análisis de los últimos dos o tres años de Brasil?

Creo, por un lado, que, aunque la influencia de Lula es muy importante , también es cierto que pudo construir su obra de gobierno encima del éxito del gobierno anterior (de Fernando Henrique Cardoso, 1994-2002), que terminó con la inflación y consolidó la democracia. Lula fue muy astuto, y, como es muy inteligente, vio que los brasileños no tolerarían un regreso de la inflación. Esto se ha convertido en el foco central de sus políticas. 

¿Por qué cree que Brasil demora las reformas que todos los expertos admiten que necesita?

Porque los brasileños son un pueblo no confrontativo. Esto, que parece una fortaleza, también puede ser una debilidad, porque toleran muchas cosas. Al mismo tiempo, es lo que le permite al país mantenerse unido. Brasil se mantuvo unido durante la época colonial y en el siglo XIX, cuando era un supuesto imperio, en el que el emperador reinaba pero no gobernaba, eran las oligarquías regionales las que manejaban el país. En todo ese tiempo, no hubo grandes rebeliones, o hubo unas pocas y efímeras rebeliones en algunos lugares. Brasil se ha mantenido intacto, lo que es algo realmente extraordinario, dado su tamaño. Esta unidad de Brasil también se refleja en la unidad idiomática, en la ausencia de conflictos raciales. 

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¿Qué otras cosas le preocupan?

Bueno, una cuestión de la que se habla muy poco y que puede ser realmente peligroso es el proceso de concentración empresarial que está ocurriendo en este país. No estoy hablando de concentración de ingresos, sino de las enormes fusiones y adquisiciones corporativas que han ocurrido recientemente. Supermercados, bancos, frigoríficos: de todo. Estamos criando una multitud de pequeños Carlos Slim.

La entrevista completa con Norman Gall en la más reciente edición de la revista Expansión.

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