Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

‘Los empresarios son cobardes’: Petit

El equilibrista que caminó entre las Torres Gemelas en 1974 es ahora un gurú de los negocios; el balance entre valentía y prudencia permite lograr cosas increíbles, afirma el francés de 60 años.
dom 13 junio 2010 06:00 AM
El equilibrista da consultoría a empresas sobre cómo prepararse para correr riesgos. (Foto: Cortesía Magnolia Pictures)
petit-negocios (Foto: Cortesía Magnolia Pictures)

El 7 de agosto de 1974, el francés Philippe Petit subió hasta el último piso de una de las Torres Gemelas del World Trade Center, en Nueva York, arrojó un cable de metal hasta la otra torre, a más de 60 metros de distancia, y durante una hora caminó de un lado al otro, ante la atónita mirada de los neoyorquinos que lo observaban desde la calle.

La hazaña de Petit fue rescatada hace dos años por Man on Wire, una película que transformó al pequeño funambulista francés en una celebridad y, sorprendentemente, también lo convirtió en un requerido orador para conferencias y seminarios corporativos .

En la primera semana de mayo, Petit fue el orador principal de un foro organizado en Nueva York por el American Business Council, una fundación copresidida por cuatro empresarios mexicanos: Emilio Azcárraga Jean, de Televisa; Guillermo Romo, de Grupo Mega; y Angélica Fuentes y Jorge Vergara, de Grupo Omnilife.

El tema del foro era el coraje -su lema en inglés, decía: "Coraje: un foro de ideas atrevidas "- y sus oradores, una decena de personas más o menos famosas (más famosas: Richard Branson, fundador del Grupo Virgin; menos famosas: Paul Watson, capitán de un barco que protege ballenas) destacadas por haber dado muestras de arrojo o valentía.

Petit fue presentado en el escenario por el propio Azcárraga, aficionado a las carreras de autos, que se deshizo en elogios hacia él.

Una hora antes, Petit, un hombre de 60 años, había conversado con la revista Expansión.

Publicidad

La valentía
"Hay una diferencia importante entre ser valiente y ser, digamos, conservador.

"Si uno se concentra en protegerse a sí mismo, nunca hará cosas que entran en la categoría de ‘valientes’ o ‘corajudas’, porque para eso nunca necesita poner a prueba los límites exteriores de uno mismo y de las cosas y la gente que lo rodean.

"Al mismo tiempo, sin embargo, ser prudente es algo perfectamente honorable: uno no debería ir por ahí arriesgando su vida. En mi profesión como equilibrista de altura, me siento bastante seguro, porque me preparo de tal manera que no siento que estoy poniéndome en peligro.

"Mira mi ejemplo: yo me protejo mucho a mí mismo y, al mismo tiempo, hago cosas increíbles".

Locura por la perfección
"Cuando alguien me dice que estoy loco, yo respondo que sí, que probablemente estoy loco por los detalles, loco por la obsesión de asegurarme de que mi vida no está en peligro, loco por mi intención de conseguir la perfección.

Creo que uno debe estar mentalmente muy sano para caminar por una cuerda en altura y hacerlo durante toda su vida, como he hecho yo y aún lo sigo haciendo".

Empresarios temerosos
"Yo, por supuesto, soy lo contrario de un hombre de negocios : soy un artista. Creo que en el mundo de los negocios hay una cobardía generalizada y una tendencia muy fuerte a esconderse detrás de reglas administrativas. ¿Dónde hay en el mundo de los negocios alguien que diga 'hagámoslo, todo es posible'? Eso suena más a una aventura que a una empresa.

"Considero que en el mundo de las empresas mucho de lo que se aprende está mal, no es humano, no es natural, y no es atrevido".

Mejor, los emprendedores
" Ellos se atreven a llevar adelante sus proyectos y a desaprender lo que han aprendido. A mí me gusta pronunciar la palabra 'solución', no la palabra 'problema', y para mí la palabra clave es 'sí'. Este contraste me ha hecho sufrir, a mí y a muchos otros artistas, porque el mundo de los negocios está demasiado lejos de la poesía y del teatro de la vida".

¿Qué es lo que intenta hacer con sus conferencias corporativas?
"No trato de hacer nada. Intento lanzar mi personalidad y mis creencias hacia la audiencia, de la manera más honesta posible.

Mi desafío de hoy es compartir con la audiencia todo lo que he aprendido en mi vida como autodidacta. Yo no fui nunca a ninguna escuela y no he tomado ningún curso sobre cómo se piensa el mundo de los negocios. Por eso sorprendo a mucha gente con mi filosofía y mis acciones , para que tomen su vida y su trabajo con más atrevimiento".

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad