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Empresas de NL, damnificadas por ‘Álex’

Casi 50% de las firmas regias registran afectaciones en por lo menos 17% de su capacidad instalada; los daños causados por el huracán de julio costarán a Nuevo León cerca de 25,000 millones de pesos.
lun 23 agosto 2010 06:00 AM
El plan de reconstrucción del Gobierno de Nuevo León comenzará con la rehabilitación de vías de comunicación y viviendas. (Foto: Reuters)
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El paso del huracán "Álex" dejó damnificadas a decenas de empresas de Nuevo León.

El panorama para la cúpula empresarial estatal es preocupante, con más de la mitad de las firmas afectadas en sus operaciones, procesos de producción e importaciones.

El sondeo de una cámara industrial local encontró que cerca de la mitad de las 173 empresas consultadas tuvo daños, con afectación en 17% de su capacidad instalada.

"Alex" también golpeó Tamaulipas, parte de Coahuila y 49 de los 51 municipios de Nuevo León. Los desbordamientos anegaron puntos de la carretera a Nuevo Laredo, por la que sale el mayor volumen de mercancía del país hacia Estados Unidos.

El costo de superar la devastación en Nuevo León podría ascender a cerca de 25,000 millones de pesos (MDP), de acuerdo con cálculos de los gobiernos federal, estatal y municipal, y la iniciativa privada.

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Monterrey espera el plan maestro de reconstrucción que preparan las autoridades a más de un mes del impacto de este huracán y con agua aún fluyendo en el río Santa Catarina.

Aún no hay fecha para dar a conocer el plan, pero se sabe que tendrá siete apartados y que empezarán con la infraestructura vial y vivienda, según Javier Treviño, secretario de gobierno de Nuevo León.

Una de las empresas afectadas por el meteoro fue Siemens, que fabrica interruptores de corriente. Para Gerardo -empleado de la compañía alemana que sólo aceptó comentar con un nombre ficticio-, ninguna escena fue tan desconcertante como encontrar la planta de la firma sobre la laguna, sin electricidad y con las líneas de producción detenidas.

Dos días de lluvias torrenciales habían dejado una estela de destrozos en las avenidas Constitución y Morones Prieto , columna vertebral de Monterrey y vías de enlace con los parques industriales ubicados al poniente, en el municipio de Garza García. Las canchas deportivas, el campo de golf y las carpas de un mercado popular habían desaparecido del lecho del río Santa Catarina.

Los vados que cimentaban los pasos vehiculares sobre el río Santa Catarina, normalmente seco, estrecharon la travesía violenta del caudal formado tras 48 horas de lluvia continua, y la captación de corrientes que descendieron de cerros y colinas circundantes.

"A un mes del huracán, 50 de los 90 albergues que se habilitaron para atender a los damnificados daban posada a alrededor de 500 familias", dice Javier Treviño.

Al menos 9 compañeros de Gerardo eran parte de las 20,000 familias neoleonesas que perdieron sus casas y las residencias de algunos directivos estaban entre las 400,000 personas con tomas de agua y drenaje dañados.

En instalaciones vecinas de empresas como General Electric, Grupo Alfa y Vitro había problemas similares.

La planta Vitro Flotado operaba con uno de sus dos hornos semanas después del huracán y en Alfa se flexibilizaron los horarios y destinaron más camiones para el personal a fin de que las operaciones fueran lo más cercanas a lo normal.

El temporal dejó varados durante tres días a 20,000 tráileres cargados justo cuando México trataba de reponerse de una caída de 17% de las exportaciones manufactureras el año pasado y la pérdida de competitividad por la inseguridad. El tráfico fue desviado hacia Matamoros, Tamaulipas, pero empresas como Siemens no tomaron la opción, porque eso aumentaba los costos.

Después de la tormenta... cómo llegar al trabajo

Debido a los daños que el huracán ocasionó en plantas de producción, las compañías afectadas dispusieron de medidas con el fin de que las operaciones fueran lo más parecidas a lo normal

Una de ellas fue Siemens, que flexibilizó los horarios de sus empleados.

Pero Gerardo no se hace ilusiones, sabe que una vez que se acaben los horarios flexibles en la planta tendrá que disponer de su tiempo de descanso para rodear la "zona de guerra" que quedó después de las tormentas y llegar a tiempo.

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