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Cenizas al mar, emprendedores al negocio

Tres socios hallaron en la última voluntad de la madre de uno de ellos una ventana de oportunidad; crearon InMemoriam, un servicio para depositar las cenizas en el océano de forma ecológica.
mié 22 septiembre 2010 06:00 AM
Francisco Bornacini, Eduardo Patiño y Alfredo Berber son quienes dieron vida a InMemoriam. (Foto: Alejandro Hernández Olvera)
cenizas (Foto: Alejandro Hernández Olvera)

En febrero de este año, los tres hijos de un aficionado a la pesca y el buceo ya fallecido contrataron a InMemoriam para esparcir las cenizas de su padre a unas pocas millas náuticas de Acapulco.

InMemoriam subió a la familia en uno de sus yates, puso canciones de Marco Antonio Solís, el cantante favorito del homenajeado, llenó de flores la cubierta del barco y permitió a los familiares soltar las cenizas dentro de una concha biodegradable.

Los tres hermanos habían tardado 10 años en cumplir la última voluntad de su padre, pero finalmente lo habían hecho. "Cada ceremonia es un momento muy lindo", dice Francisco Bornacini, uno de los tres socios fundadores de InMemoriam. "A veces te dan ganas de llorar".

Bornacini lanzó InMemoriam con Eduardo Patiño y Alfredo Berber, sus socios en partes iguales tanto en este emprendimiento como en la empresa de recuperación de carteras vencidas en la que son socios desde hace años y donde todavía pasan la mayor parte de su tiempo laboral. "Apreciamos mucho a InMemoriam, pero todavía no justifica abandonar todo lo demás por ella", dice Bornacini.

El proyecto surgió hace un par de años cuando la madre de Patiño le pidió que sus cenizas fueran arrojadas al mar y él, buscando información sobre cómo hacerlo con la mayor elegancia y emoción posibles, encontró una empresa que hacía algo parecido en Estados Unidos y otra en España, pero ninguna en México.

Junto con Bornacini y Berber se puso a buscar los permisos necesarios de las distintas agencias federales, "fue un trabajo durísimo, que tardó años", recuerda Bornacini, y, finalmente, a fines del año pasado comenzaron a ofrecer los servicios de InMemoriam.

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Desde entonces, una veintena de familias los han contratado para entregar cenizas al mar dentro de urnas biodegradables , y dos familias los han contratado para su producto estrella, que ellos llaman Arrecife de Vida.

Una de las primeras cosas que vieron los socios de InMemoriam fue que mucha gente que deposita en el mar las cenizas de sus padres o abuelos no sabe que esas mismas cenizas vuelven a tierra al poco tiempo y normalmente son tratadas como residuos comunes: cada año, por ejemplo, las autoridades de la isla de la Roqueta, cerca de Acapulco, extraen toneladas de basura en envases plásticos con cenizas en su interior.

Patiño, Berber y Bornacini buscaron entonces una alternativa y encontraron dos: las urnas biodegradables, hechas con papel, sal o fécula de maíz, de las que después de un par de días no quedan restos en el mar (las cenizas, de calcio y carbón, se diluyen en el agua o se precipitan hacia el fondo); y los Arrecifes de Vida, unas estructuras de cemento de un metro de altura que InMemoriam deposita en el fondo de Ensenada Rodrigo y dentro de las cuales guarda una perla  de cemento con las cenizas.

La empresa acordó con el gobierno un área de alrededor de 20 hectáreas, cerca de la costa de Guerrero, para depositar sus arrecifes, cuya ventaja principal es que con el tiempo se convierten en arrecifes naturales: empiezan a crecer sobre ellos algas y otras plantas marinas y dan refugio a distintos tipos de peces.

"Siempre nos interesó crear un servicio que fuera profesional y, además, amigable con el ambiente", dice Patiño.

Los precios de los servicios funerarios de InMemoriam van desde 12,000 pesos (urna biodegradable y viaje compartido) hasta alrededor de 30,000 pesos (Arrecife de Vida, una sola familia en el barco).

Cada viaje dura entre dos o tres horas, y se pueden hacer al amanecer o al atardecer. "En el regreso de cada viaje, notas como la familia viene liberada, relajada", explica Bornacini. "Contentos, con una sensación de misión cumplida".

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