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&#34Cemex Way&#34

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mar 20 septiembre 2011 02:55 PM

Desde hace 36 años, Lorenzo Zambrano Treviño trabaja en Cemex, la empresa que fundó su familia hace casi un siglo, en 1906.

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En ese tiempo escaló a las alturas del mundo de los negocios de la mano de esta compañía, que se transformó de una empresa regional a la firma mexicana más global, con presencia en los cinco continentes.

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La ascensión no ha sido fácil. Cuando Zambrano fue nombrado director general en 1985, Cemex tenía sólo 20 computadoras. Tres años después la empresa tuvo su propia red de comunicaciones por satélite.

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“Trabajé 18 años en Cemex antes de ser nombrado director general”, recuerda el empresario que este año ocupó, junto con su familia, la posición 153 en la lista de los hombres más ricos del mundo que publica la revista Forbes.

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“Nadie me regaló nada. Todo me lo gané palmo a palmo, centímetro a centímetro”, dice Zambrano, cuya fortuna calcula Forbes en $3,100 millones de dólares.

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Cemex, ahora la empresa productora de concreto más grande del mundo, sigue siendo una compañía familiar. Cinco descendientes del fundador, homónimo del actual presidente, pertenecen al Consejo de Administración. Por el lado materno, la familia de Zambrano está relacionada con Francisco I. Madero, llamado “el apóstol de la democracia” a principios del siglo pasado.

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Zambrano es miembro del consejo directivo de IBM, Grupo Alfa, Banamex, Femsa, Televisa y el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey. Es asesor de Citigroup, Daimler Chrysler y de la escuela de negocios de Stanford, en donde estudió a fines de los años 60.

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“Los hippies eran mis compañeros (pero) yo estaba demasiado ocupado para meterme en esas…”, recuerda. Esa experiencia, sin embargo, le dotó del conocimiento y de las ganas para intentar cosas nuevas. “Entonces gozaba mucho cuestionar el establishment. Es algo que me tocó vivir.”

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Los años 60 ya están lejos. Ahora Zambrano es parte del establishment. Sin embargo, el empresario sigue peleando contra los prejuicios.

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“¿Por qué una empresa mexicana no puede aspirar a ser la mejor gestionada del mundo?”, pregunta. “¿Qué diferencia hay entre un grupo de mexicanos o un grupo de norteamericanos, ingleses, alemanes o suizos?”, insiste. Responde “ninguna”.

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