Para los mexicanos acceder a un sistema político más abierto no ha resultado fácil, mucho menos barato.
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Según cifras preliminares de dirigentes priístas, los comicios internos del 7 de noviembre llevaron a las urnas a unos 10 millones de mexicanos, cuyos votos definieron al candidato del PRI a la presidencia de México.
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¿Cuánto costó esa participación? A unos días de la contienda, la guerra de cifras resulta confusa. Carlos Almada, secretario electoral del PRI, asegura que el proceso interno requirió una inversión cercana a $50 millones de pesos. A éstos se le sumarían las cantidades manifestadas por los cuatro contendientes: Francisco Labastida, alrededor de $60 millones de pesos; Roberto Madrazo, $60 millones; Manuel Bartlett y Humberto Roque, $30 millones cada uno. En total, una cifra cercana a $230 millones de pesos. Cada uno de los votos contabilizados habría costado al PRI cerca de $23 pesos.
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La cantidad es mayor, según la oposición, que dice que el gasto priísta fue “excesivo y escandaloso”. Según Andrés Manuel López Obrador, ex dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), las primarias del tricolor costaron más que lo que se invirtió para llevar a Ernesto Zedillo a la presidencia. Vicente Fox, candidato del Partido Acción Nacional (PAN), asegura que el PRI gastó más de $500 millones de pesos, de los que $88 millones fueron para la campaña de Labastida.