Francisco Hernández Juárez, sindicato de telefonistas
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A Francisco Hernández Juárez el peso de ser el líder favorito de Carlos Salinas aún le cobra la factura, algo que sus detractores vieron confirmado cuando se le encargo realizar el recuento laboral de su sexenio. La cercanía con el entonces mandatario le costó la ruptura con Fidel Velázquez en 1992.
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Se define a sí mismo como un luchador social, quizá por eso conserva una amplia colección de Quijotes en su oficina. Su política es compartir los objetivos de la empresa en el logro de metas, siempre y cuando los trabajadores reciban el beneficio de ello. Su estilo es concertador. Con frecuencia se reúne con Carlos Slim, presidente de Teléfonos de México, para tomar café. “A un hombre con esa visión de los negocios, ese éxito y contacto con el poder, no sobra escucharlo”, dice.
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Para Andrómico Martínez, quien encabezó la única planilla opositora en las pasadas elecciones de la asociación de trabajadores de Telmex en abril de 2001 (las cuales perdió en proporción de nueve a uno), el líder “pasa por la más difícil de sus etapas al frente del sindicato”. El proyecto de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) no se ha consolidado, ya no tiene el mismo respaldo del gobierno y la formación de cuadros afines a su línea hace que crezca la oposición a su liderazgo.
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Acusa a Hernández de haber retirado del control financiero a otros miembros del organismo para ceder la contraloría de los recursos gremiales –$208 millones de pesos cada año– a su hijo Noé, y las cuestiones fiscales a su hermana Margarita.
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Hernández Juárez tiene asegurado su liderazgo con los telefonistas, por séptima vez, hasta 2004.