A quien le quede el saco
El saco de terciopelo es una de las opciones más versátiles que existen, pues se adapta sin problema a cualquier personalidad y momento. Se dice incluso que llegó para sustituir a los clásicos sacos de pana.
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De ninguna manera hay que tenerle miedo al terciopelo; sin embargo, es recomendable limitar su uso a los sacos. Saber mezclarlo con diferentes texturas y estilos es la clave para darle buen uso y de manera continua.
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Audaz
Saco de terciopelo, camisa de algodón, suéter cashmere, pantalón de pana.
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Formal
Para los que prefieren el dandy look, este coordinado es ideal, sin embargo, lo mantiene moderno gracias al cinturón que rompe con la sobriedad de la combinación.
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Saco de terciopelo, pantalón de algodón, zapatos de ante, camisa de lino y cinturón de piel.
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Casual relajado
La mezcla de tenis y jeans deslavados le dan un poco más de ligereza al look, pero sin llegar a perder la seriedad.
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Saco de terciopelo, suéter de algodón, camisa de algodón, jeans, cinturón, tenis de piel y gamuza.
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Urbano
En este caso, todas las prendas juegan un papel sobresaliente por sus tonalidades contrastantes. Sin embargo, los zapatos de suede en un tono similar al del saco, ofrecen un balance neutral.
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Saco de terciopelo, pantalón de algodón, camisa de algodón, suéter de algodón, mocasín de suede.
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REFINADO Y PRÁCTICO
La ropa y los accesorios de terciopelo se han inspirado en los colores sombríos, enfatizando la elegancia de este material. Debido a la constitución del tejido, hay teciopelos de una suavidad absoluta, pero también los hay realmente intensos -que generan un brillo único-. Sus peculiares matices dan vesatilidad a la tela, por lo que es posible usarlo en estilos casuales e incluso sport. También es un perfecto sustituto como material para la corbata del smoking, pues a veces su tela resulta demasiado rígida.