Si bien Argentina superó el pico de inestabilidad política y económica, aún persiste cierta incertidumbre. Las primeras medidas del encargado de la economía del país, Domingo Cavallo, estuvieron orientadas a lograr ingresos por la vía impositiva para cumplir las metas fiscales acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aún así hay temor de que Argentina exporte su recesión.
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Según Ricardo Echegaray, economista de la consultora Ecolatina, hay una "transmisión de inestabilidad financiera". La crisis argentina "eleva el riesgo regional, por lo que muchos agentes de inversión evalúan como muy delicada la situación y recomiendan salir de los papeles de los mercados emergentes". Sin embargo Carlos Pérez, de Fundación Capital, recuerda que "Brasil con su megadevaluación de 1999 provocó problemas en el comercio bilateral, pero no quebró el modelo argentino. Entonces hoy Argentina no puede ser causa de ningún caos en Brasil."
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Los empresarios brasileños en Argentina son optimistas. Evandro Lopes de Oliveira, gerente del Banco do Brasil, cree "que la crisis argentina tiene un impacto directo en la brasileña, pero tiende a estabilizarse". Para Eloi de Almeida, presidente del Grupo Brasil "lo peor ya pasó, y si Argentina mejora lo va a hacer también Brasil".