Adicciones económicas
Después de cada elección, la mayor parte de los proyectos de campaña quedan olvidados, sólo para ser retomados años después por el próximo candidato (quien obviamente jura que él sí cumplirá), como soga para ahorcar a la administración saliente.
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Tal parece que la economía mexicana es adicta al fracaso. Promete una y 1,000 veces: “Este programa será diferente, esta corriente económica será exitosa”, pero, más temprano que tarde, recae en los mismos vicios. Y de nuevo otro año desperdiciado, otra Legislatura gris, otro sexenio perdido.
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La única manera de curar la adicción es por medio de un programa –ideado por AA– de concientización y acción. ¿Suena ridículo? Bueno, después de haber probado toda una gama de soluciones –desde populismo y neoliberalismo hasta foxismo–, quizás esto pueda dar una pauta para el desarrollo sustentable.
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El programa de los nueve pasos1
1. Admitir que existe un problema. Aceptar que, a pesar de tener un balance macroeconómico impresionante, somos una economía con serios problemas microeconómicos, sociales y políticos que impiden a la gente gozar los beneficios de la estabilidad.
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2. Tener confianza. Estar convencidos (aunque en un inicio sea falso) de que el país va a salir adelante (prender una que otra veladora para reforzar la fe, en caso necesario).
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3. Decidir cambiar. Aceptar que el cambio no es responsabilidad del gobierno, está en manos de todos: la corrupción acaba cuando yo dejo de dar una mordida, la productividad aumenta cuando yo me esfuerzo más.
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4. Hacer un inventario de la situación. Evaluar de manera objetiva qué es lo que está pasando.
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5. Admitir la causa de nuestros males. Distinguir entre los problemas reales y los síntomas que los evidencian; reconocer que el problema del campo no es la competencia externa, sino la improductividad, y que en el Distrito Federal la crisis no es por las manifestaciones, sino por la ingobernabilidad.
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6. Establecer metas de corto, mediano y largo plazos. Determinar objetivos que trasciendan los sexenios, para procurar continuidad independientemente de la alternancia política; marcar metas de menor vencimiento que permitan cumplir con esos proyectos.
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7. Solucionar los problemas. Lograr un consenso entre las diferentes fuerzas sociales y políticas, para que cedan beneficios sectoriales o partidistas a cambio del avance común.
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8. Aceptar las deficiencias. No perder el tiempo resolviendo lo incambiable. Aprovechar al máximo las ventajas para poder minimizar las áreas débiles del país.
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9. Hacer de este programa un proceso continuo. Establecer programas dinámicos que permitan corregir fallas y cambiar las metas conforme los objetivos se van transformando.
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¿Decididos a cambiar?
Empecemos por el primer paso: “Soy la economía mexicana, y soy adicta al fracaso.”
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1 Esta lista adapta nueve de los 12 pasos del programa original de Alcohólicos Anónimos.
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* Comentarios a: adinach@infosel.net.mx