Finalmente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha reconocido que el crecimiento económico mundial se desinflará. Tras tantas tormentas en los mercados financieros y la dificultad para tratar de poner orden –el presidente William Clinton tiene demasiada cargada la agenda con sus líos de faldas–, la economía internacional crecerá únicamente 2% durante 1998, según los cálculos del FMI.
-
¿Dónde está el problema? Muy simple: el propio organismo financiero había calculado un crecimiento mundial de 4.25% a principios de año. En mayo, su propio presidente, Michel Camdessus, anunció que se había ajustado la expectativa a 3.1%. Ahora, ya bajó hasta 2%. Y lo que esto indica es que los organismos internacionales han sido claramente rebasados por los severos problemas de Asia y Rusia.
-
Posibles salidas: los gobiernos de las principales potencias mundiales están considerando darle poderes al FMI para congelar temporalmente los pagos derivados de emisiones de bonos de algunos países, con el fin de evitar mayores problemas derivados de las crisis internacionales de deuda. Este plan se deriva, nada más y nada menos, que de las premisas del famoso Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, que permite a las empresas en bancarrota (en este caso países) reestructurar sus adeudos sin la presión de acciones legales en contra. Así, los pagos derivados de las emisiones de bonos durarían dos o tres meses en congelación, dando tiempo a deudores y acreedores a renegociar.
-
Lo anterior, no obstante, requiere de importantes modificaciones en los estatutos del FMI, por lo que tendrá que ser autorizado por todos sus miembros. Y esto se complica porque varios gobiernos se oponen a la medida, bajo el argumento de que requerirá, asimismo, cambios legislativos de fondo en muchos países.
-