Una nueva guerra tecnológica (la próxima generación de tarjetas de crédito) asoma en Estados Unidos, y parece que es JP Morgan Chase quien toma la delantera. Desde el mes pasado, más de un millón de clientes del banco en Colorado reciben sus nuevas tarjetas de crédito y débito Blink, que tienen el mismo aspecto que las tarjetas tradicionales, pero sin la banda magnética.
- Las Blink, que funcionan con tecnología RFID –las mismas ondas de radio que se usan para el acceso a edificios inteligentes–, todavía están a prueba: son aceptadas en unas 1,000 tiendas y restaurantes de Colorado y de Georgia, los dos estados donde JP Morgan Chase prueba este sistema antes de lanzarlo a escala nacional en algún momento de 2006. Si tiene éxito, derrotará a las iniciativas similares de American Express (ExpressPay), MasterCard (Paypass) y Visa (Contactless).
- ¿Cuál es la ventaja de Blink? Se explica con la traducción de su nombre, que significa Parpadear: el cliente toma su tarjeta, la coloca junto a un cubo de plástico del tamaño de un puño, escucha un BIT de aprobación y listo, la operación ha concluido. No hay intercambio de papeles, firmas, códigos, ni sonidos raros.
- JP Morgan Chase dice que el sistema ahorra 20 segundos por cliente a tiendas como 7-Eleven, Walgreens o las farmacias CVS, participantes de la prueba. Las Blink puede significar menos colas y más ventas.
- Las mayores críticas a Blink están relacionadas con la seguridad y la posibilidad de fraudes. El banco, por supuesto, responde que eso es imposible, pues la información está encriptada, además de que una de las inseguridades tradicionales, que un empleado maneje la transacción, dejará de ocurrir. Por ahora, la mayor incertidumbre será –al igual que con la segunda generación de DVD o la tercera de celulares– qué sistema dominará la próxima década. Con toda seguridad, los nuevos modos de pago serán sin billetes, resta saber quién le pondrá su marca. Blink corre con ventaja.