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Ahorro de agua <br>Esfuerzo menospreciad

Minusvalorado hasta ahora por los empresarios mexicanos, el ahorro de agua se vislumbra como una nec
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

Hay que reconocerlo: los mexicanos siempre hemos desperdiciado el agua. Mientras el estándard internacional de consumo de agua es de 150 litros por habitante/día, en México alcanza los 200 (algunos llevan la cifra hasta 350). ¿La causa? Una actitud derrochadora, no previsora.

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Pero, ¿por qué se desperdicia tanta agua en el país? “Casi no existe legislación que obligue a usar adecuadamente el agua en México”, afirma la diputada Natalia Escudero, secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y presidenta del mismo en el Estado de México.

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Uno de los problema del agua en México es su precio: es demasiado barata, coinciden todos los entrevistados. John Enright, asesor de la Comisión Nacional del Agua e inventor de algunos productos que permiten su ahorro, precisa: “En 1996 el metro cúbico de agua costaba entre $10 y $11 pesos, en 1997 subió a $27 y $30 pesos”. Según la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap), en las zonas urbanas se recupera solamente 56% del costo que representa traer y sanear el agua.

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La mayoría del agua se pierde por fugas. Víctor Sierra, director general de Técnica Sima –empresa fabricante de productos para el ahorro doméstico del agua– y Escudero coinciden: 40% del agua se pierde durante el proceso de distribución por fugas o uso inadecuado.

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Enrigth precisa: “En todos los países del mundo hay fugas. Sin embargo, en México la situación llega a un nivel alarmante. Está en el tercer lugar mundial en cuanto a fugas de agua: se escapa de las tuberías, los tinacos, los lavabos, los sanitarios, de todas partes, porque la mayor parte de las instalaciones son viejas.”

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México ocupa el lugar 76 en cuanto a cantidad de agua potable disponible; 500 veces menos que Canadá, que ocupa el primer lugar.

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LOS INDUSTRIALES, ¿SIEMPRE LOS MALOS?
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La problemática del agua en México está delimitada, aunque siempre es muy fácil culpar a la industria, considera Escudero, quien asevera: “Anualmente se extraen 191 millones de metros cúbicos de aguas superficiales y subterráneas para cubrir la demanda del país, y la industria sólo consume 4% del agua potable. 58% del agua se usa para generar electricidad, la agricultura se lleva el 33% y el uso doméstico el 5%.”

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Pese a la poca disposición existente para ahorrar agua hay empresas que procuran reciclarla. “En Nuevo León la gente cuida el agua. Empresas como Coca-Cola en esa entidad son un buen ejemplo. Aunque si bien algunas están empezando a reciclar el líquido, prácticamente ninguna se preocupa por reparar fugas en las tuberías, en los sanitarios, en el drenaje”, reconoce la diputada.

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En relación con la falta de compromiso de los empresarios mexicanos por emprender acciones concretas para racionalizar el uso del agua, Escudero es muy directa: “Estamos en la etapa del voluntarismo en el ahorro del agua y pocos o ninguno hacen caso. Es lo mismo que sucedió con el programa - Hoy no circula cuando fue voluntario: pocos renunciaron a sacar sus vehículos un día a la semana y se tuvo que volver obligatorio para que los automovilistas hiciéramos caso. En México han fracasado todas las acciones que se han promovido bajo el esquema del voluntarismo ciudadano.”

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En el país, todas las corporaciones que realizan acciones concretas para ahorrar agua son europeas o estadounidenses. Las mexicanas demuestran interés “de dientes para afuera”. Las compañías extranjeras miran más hacia el futuro, mientras que las mexicanas ven lo inmediato sin tomar en cuenta lo que les costará el desperdicio de agua en el futuro, coinciden Enright y Susana Sierra, de Sima.

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Pero, en honor a la verdad, no todos los empresarios mexicanos se tapan los ojos ante el desperdicio del agua. “Pocas compañías llevan un control estadístico del gasto del agua. En Hilmex somos un caso ejemplar dentro de la industria textil: sabemos cuánto gastamos y cuánto nos cuesta el agua dentro de nuestros procesos productivos. Controlamos el gasto a la diezmilésima de peso”, comenta el catalán José Coll Noguera, director de Proyectos y Mantenimiento, con más de 30 años de experiencia en mantenimiento de hoteles y plantas industriales. Insiste en que si alguien está consciente del consumo de recursos en una empresa es el gerente o el director de mantenimiento. Son gente que podría reunirse e intercambiar experiencias, porque es un aspecto de la producción donde no existe el secreto industrial. Sin embargo, lamenta: “Los gerentes de mantenimiento de las empresas no nos hablamos. Nadie sabe lo que está haciendo el otro.”

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Una honrosa excepción a la regla se da en el ramo hotelero. Dan Greenwood, subdirector de Mantenimiento del Hotel Four Seasons, apunta: “Hace un par de años se formó un grupo de ingenieros hoteleros que se reúne una vez al mes para intercambiar experiencias respecto del mantenimiento de hoteles, y uno de los puntos que más se trata en las reuniones es cómo ahorrar agua y energéticos.”

- -PROPUESTAS Y SOLUCIONES
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No existe una solución única para ahorrar agua en México. El problema se debe atacar desde varios ángulos. Además de que los diferentes organismos operadores encargados de llevar el agua al usuario final deben disminuir gradualmente desperdicios y filtraciones, existen otras posibilidades:
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1. Motivar a los fabricantes para que ahorren agua. Escudero opina que esto es posible: “No sólo con estímulos fiscales, sino elogiando a los industriales que tienen plantas de tratamiento de aguas, permitiendo que aquéllos que cuiden el agua lo pongan en la etiqueta de sus productos. Este tipo de marbetes beneficia al producto a la hora de ser exportado.”

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2. Implantar una auditoría ambiental obligatoria. “Hasta que no se haga obligatoria, los empresarios mexicanos no la implantarán porque implica un costo para ellos. Mientras las personas carezcamos de disciplina para ahorrar agua tendremos que obligar por medio de la legislación.”

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3. Greenwood y Escudero coinciden en que otra alternativa es educar a los niños. ¿Qué se está haciendo al respecto? Escudero informa que el Estado de México “será el primero que tenga educación ambiental obligatoria en las escuelas, desde la primaria hasta la enseñanza media superior”.

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4. Coll ve el ahorro de agua como un esfuerzo cotidiano: “Para ahorrar agua en las empresas no hay milagros, sino rutinas y controles diarios. Es el resultado de un esfuerzo que se logra gota a gota. Hay que empezar por saber día a día cómo estamos utilizando el agua y para qué. Esto nos permite conocer cuántos litros de agua usamos por kilo de material producido. Posteriormente se deben establecer comparativos mes con mes, año con año.”

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5. Susana Sierra aporta: “Tenemos aditamentos economizadores para los lavabos. La Comisión Nacional del Agua está reglamentando su uso. Estamos importando regaderas que no usen más de 10 litros por minuto. Muchas empresas tienen regaderas en sus plantas: Pemex, hoteles, minas, aeropuertos.”

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Hechas las propuestas, faltaría instrumentar las soluciones en las empresas. Para llegar a esto se debe educar a los empleados. Greenwood señala: “El trabajador mexicano ahorra agua cuando le haces ver que el desperdicio afecta a su reparto de utilidades. Estoy convencido de que se puede desarrollar esta cultura de ahorro de recursos ambientales: sólo hay que vencer la resistencia que todo el mundo tiene al cambio. La concientización que hemos logrado en Four Seasons se puede conseguir en cualquier empresa.”

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¿Cuánto tardaría una empresa mexicana en recuperar la inversión de equipos para ahorrar agua? Según Coll, con los precios actuales del agua una empresa en México tardaría unos 10 años en recuperar la inversión, pero Enright opina que puede ser más rápido: “En el Hyatt Regency de Colorado, con 293 inodoros, recuperaron la inversión en dos meses y medio.”

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Mejorar el consumo del agua es una de las materias pendientes en la escuela del empresario mexicano. Herramientas para aprobarla no faltan, excepto una: la conciencia de la necesidad de ahorrar.

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