Airtemp <br>Creatividad en la penuria
Para quienes transitan por los caminos del sureste mexicano, son proverbiales el exceso de calor y la mala situación de los caminos. El abundante número de - VW Sedanes que hace 12 años circulaban en esta región en tales condiciones bien pudo haber sido el origen de Airtemp de México, compañía filial de la yucateca Airsystem, dedicada a la fabricación y mantenimiento de equipos de refrigeración industrial. Enfocada hacia el diseño y la manufactura de equipos de aire acondicionado que resistieran las condiciones adversas de la región, su primer objetivo fue atacar el nutrido mercado del “escarabajo” germano. Al cabo de 14 años, Airtemp ha firmado contratos para la fabricación de estas autopartes con cuatro armadoras en México.
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Al inicio, las inversiones debieron ser mínimas y, para ello, Jorge Habib Abimerhi, propietario y director general de Airsystems, decidió desplazar a parte del personal (menos de 50 trabajadores) de esta fábrica hacia la nueva unidad de negocio. Muy pronto, Airtemp ganó su primer contrato, si bien no fue con la firma germana sino con Renault de México, para los modelos -R-9 y R-11. Se entiende que, al ser copropiedad del gobierno federal, Renault era más abierta en la contratación de nuevos proveedores.
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No fue sino hasta 1987 cuando se concretó un acuerdo con Volkswagen para el diseño y la fabricación de aires acondicionados para los nuevos -Golf y Jetta, sustituyendo así a las partes originales que debían ser importadas de Alemania y Francia. Más tarde, Airtemp logró un convenio similar para el caso del -Sedán. Incluso, se instaló una planta de ensamble en el parque industrial de Puebla, en una superficie de 2,000 metros cuadrados, destinada a adaptar su sistema al popular -vocho.
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En 1993, Airtemp comenzó a desarrollar tecnología para el aire acondicionado del -Chevy, fabricado por General Motors (GM). A la fecha, entre cuatro armadoras automotrices Airtemp ha logrado comercializar 56 modelos distintos de sistemas de aire.
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Desarrollo tecnológico propio
-Aparte de la producción de los aires acondicionados, Airtemp desarrolló también los condensadores —es decir, las piezas que transmutan el calor en frío y determinan la capacidad de refrigeración de un equipo—. El detalle tecnológico es que los condensadores que produce la compañía yucateca son piezas que no utilizan puntos de soldadura, por lo que son más resistentes. Para lograr esa resistencia estructural, los condensadores son sometidos a un horneo al alto vacío.
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Para Habib, la clave de este desarrollo tecnológico puede encontrarse en la especial atención que, desde el inicio, ha puesto esta compañía en la capacitación de sus propios trabajadores, así como en no depender “de ningún tecnólogo” y conocer los vericuetos del ramo automotriz.
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Habib destaca que su empresa fabrica equipos ecológicos de aire acondicionado utilizando una máquina recicladora de gas. Este proceso evita el desperdicio de contaminantes que dañan la capa de ozono. Airtemp reemplazó dichos gases con otro tipo de componentes, como el refrigerante R-134. Estos esfuerzos explican por qué, en 1991, esta compañía recibió el Premio Nacional de Tecnología, que otorgan conjuntamente el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi) y Nacional Financiera (Nafinsa).
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De acuerdo con dichas dependencias, Airtemp se hizo merecedora de la distinción al haber logrado fabricar sistemas de aire -acondicionado “100% ecológicos, cumpliendo con los requisitos de protocolo a nivel mundial”, además de haber alcanzado un grado de integración nacional en la fabricación de sus productos “superior a 80%”.
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Pero los premios continuaron. Además de haber alcanzado hace un par de años el registro ISO-9000, en junio de 1996 Airtemp fue seleccionada por GM como uno de sus mejores proveedores, por lo que se hizo acreedora al Premio Internacional en Calidad y Servicio, un reconocimiento que cada año otorga la multinacional a proveedores y vendedores de todo el mundo. Según el gigante automotriz, la presea reconoce los estándares de calidad mundial alcanzados por la firma yucateca.
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Habib destaca que, según GM, su compañía pertenece a un selecto grupo en el que sólo caben otras cinco empresas mexicanas, de un total de 158 que han recibido la distinción. Para el empresario, fueron precisamente las carencias propias de una compañía mediana lo que los obligó a ser creativos. “Quizá firmas como la nuestra no funcionen como grandes corporaciones, pero somos muy necesarias para grandes consorcios”, subraya.
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Actualmente, la planta de Mérida registra un volumen de producción de 1,000 módulos operadores y 600 equipos completos por mes. Pero a mediados del presente año se iniciaron pláticas con Opel, de Alemania, con lo que se podría concretar un acuerdo para exportar y fabricar piezas para equipos de aire acondicionado y condensadores. Las pláticas, sin embargo, podrían extenderse hasta 18 meses.
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Con la única compañía que no han podido cerrar un convenio es con Nissan de México, a la cual Habib califica como “excesivamente celosa” de la tecnología mexicana.
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El sueño de los bancos
-A pesar de estos logros en las áreas de tecnología, calidad y servicio, la firma ha sufrido serios golpes por el lado financiero. Como sucedió con muchas otras manufactureras, los “errores de diciembre” le salieron caros a Airtemp.
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Tras la devaluación, Habib tuvo que cerrar la planta en Puebla y enfrentar una demanda de embargo por parte de Banamex. Airtemp aún tiene pendientes juicios mercantiles con otras dos instituciones de la banca comercial. De origen árabe-estadounidense, Habib señala: “Los bancos podrán soñar que les vamos a empezar a pagar cuando permitan que las empresas generen mayor empleo y mayor producción.” Orgulloso de la solidaridad que mostraron sus trabajadores, recuerda cómo defendieron a la empresa “hasta con tubos” cuando Banamex la intentó embargar.
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A pesar del premio que le otorgaran Conacyt, Secofi y Nafin, el empresario considera que Airtemp “no ha sido profeta en su tierra”. Alega que tras recibir el reconocimiento de General Motors, le llegaron felicitaciones de todos sus clientes y hasta un par de ofertas de varios competidores, en donde le sugieren algún tipo de asociación. “Desgraciadamente, de México no me ha llegado nada”, dice.
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Pero a fin de cuentas llegó el momento de la asociación. Casi al cierre de esta edición, Airtemp decidió vender 25% de sus acciones al consorcio -estadounidense North American Environmental Fund, teniendo como “socio estratégico” a Nafin. Según Habib, con esto “se obtendrá capital de riesgo para cubrir deudas y compromisos financieros con los bancos nacionales”.