El Hipódromo de las Américas iniciará su gran temporada el 5 de febrero del 2000 con un fuetazo de entre $35 y $40 millones de dólares invertidos en 1999. “Estimamos que el primer año la fase hípica recaudará unos $20 millones de dólares”, afirma José Manuel Alavez, director general de Administradora Mexicana de Hipódromo (AMH), filial de Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE). Aunque en México el interés ecuestre está muy por debajo del británico, no faltan recursos para abrir el apetito nacional por las carreras. En noviembre Carlos Slim adquirió 25% de AMH poniendo $35 millones de dólares sobre la mesa.
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La etapa ecuestre es sólo el primer capítulo. El antiguo hipódromo será sede de un centro de convenciones y exhibiciones, un hotel de cinco estrellas así como un centro cultural y familiar. La construcción de este conglomerado en 52 hectáreas de propiedad federal deberá estar concluida para finales del 2001. Para su realización se requirió un nuevo marco legal para evitar conflictos como los que se dieron con el operador anterior.
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En el primer trimestre de 1998 CIE recibió dos concesiones: una para los usos relacionados con las carreras de caballos, que abarca 25 años, y otra de 50 años para los usos complementarios. Se espera que tan sólo el hipódromo genere unos 5,000 empleos directos en dos años.
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El nuevo hipódromo tendrá una nueva pista y caballerizas con capacidad para 1,500 caballos. El 20 de noviembre se inauguraron las gradas generales con una pretemporada. En febrero se concluirán las gradas numeradas, suites ejecutivas y palcos. La capacidad total será de entre 12,000 y 13,000 personas. En enero comienza la construcción de tres clubes.
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“El centro cultural tendrá una Plaza de las Américas para muestras gastronómicas, artesanales y artísticas... también tendremos una gran plaza mexicana”, dice Alavez. El centro cultural y familiar contará con dos arenas para encuentros hípicos y exhibiciones.
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Un estacionamiento cubierto con 5,000 cajones se conectará directamente a las gradas para mayor comodidad del usuario. “Todas las habitaciones del hotel tendrán vista a la pista de carreras. Nuestros huéspedes podrán desayunar mientras ven el entrenamiento de los caballos,” dice Alavez. Las oportunidades de inversión y participación están abiertas. “El tipo de socio que buscamos es el que nos dé valor agregado en la operación de los servicios que vamos a ofrecer”, agrega.