Arra pelea en Brasil
Mientras la avalancha de importaciones de calzado brasileño no se detiene en México, el Grupo Arra ingresa al terreno contrario. Por un estudio de mercado, detectó que allí son escasos los fabricantes de pantuflas y sólo hay una firma y dos o tres marcas fuertes para atender a 180 millones de consumidores potenciales; muchos pies necesitados de un calzado para andar por la casa.
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Antes de fin de año la empresa tapatía, fundada en 1987, prevé instalar un centro de distribución en la tercera potencia zapatera del mundo y atender desde allí al resto de Sudamérica.
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La incursión al sur de México no es nueva. El año pasado Arra abrió una comercializadora en Guatemala, desde donde exporta a Costa Rica, El Salvador y República Dominicana. El siguiente paso será ensamblar sus productos en Guatemala, lo que les daría un contenido local y la posibilidad de circular libres de impuestos por toda Centroamérica.
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Con la segunda distribuidora, aumentaría la producción mexicana de 10,000 a 12,000 pares semanales en el primer año de operación, según Arturo Farías Torres, director general de la compañía.
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En esa línea, incrementaría las exportaciones de 10 a 25%, y en cinco años más espera duplicar la producción sin desatender su liderazgo en tiendas departamentales mexicanas. Hay todavía más: en una década Arra aspira a llevar sus pantuflas a toda América Latina y convertirse en líder regional del ramo.