¿Se ha puesto a pensar por qué los automóviles de lujo casi siempre están pintados de colores oscuros, mientras que los sport o juveniles tienen tonalidades más brillantes? Al igual que en la moda, el colorido de sus productos es un asunto muy bien pensado por las grandes armadoras. Si se trata de un cliente mayor y de alto nivel económico, es poco probable que quiera tener un coche rosa o uno amarillo. Es por eso que las compañías automotrices definen las gamas cromáticas de sus modelos dependiendo del tipo de mercado. Y lo hacen con muchos años de anticipación.
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De acuerdo con Luis Rebollar –gerente nacional de ventas de repintado y mercadotecnia de DuPont–, la selección de los colores es sumamente compleja pues existen cerca de 170,000 tonalidades. El trabajo de los especialistas es definir cuáles serán los tonos que estarán de moda dentro de cinco años. Rebollar afirma que en esta tarea participan grandes diseñadores. “Ellos escogen los colores y nosotros proponemos la tecnología”, dice. Esta temporada se mantiene una escala cromática conservadora para los autos de lujo, por ejemplo, negro, gris, verde o azul intenso. En cambio, para los juveniles y deportivos la tendencia es pintarlos de colores cada vez más vivos, como rojo, verde y aperlados. Definir el “maquillaje” de los coches es toda una ciencia, pues al parecer este “coqueto” asunto influye en el estado de ánimo de los propietarios y, por supuesto, en las ventas de las grandes automotrices.