Los 61 ingenios que se encuentran operando actualmente pasan por una de las peores crisis de los últimos años. El control de precios del azúcar a que estaban sujetos fue el principal detonante por el que entraron en problemas, ya que al no contar con los recursos suficientes empezaron a tener problemas financieros y laborales.
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Así, en virtud de que la rama azucarera es una actividad importante dentro de la economía -genera 352,000 empleos directos: 46% son entre cosechadores y jornaleros, 36% son cañeros, 11% son obreros y empleados de los propios ingenios y 7% son transportistas- el gobierno implantó dos medidas importantes en el marco del Programa de Modernización de la Industria Azucarera para darles certidumbre en el corto y mediano plazos.
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Una de las principales acciones se llevó a cabo el 24 de agosto al liberalizar el precio del endulzante. De acuerdo con esa decisión, las autoridades y los ingenios concertaron aumentos paulatinos en los precios del azúcar: 10% en agosto, 5% en octubre y 3% en los siguientes meses hasta lograr un incremento acumulado de 30% en enero de 1996. Con lo anterior se espera que los ingenios cuenten con los ingresos suficientes para poder cumplir con sus compromisos financieros y puedan capitalizarse.
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Otra de las medidas importantes es la reestructuración de todas las deudas de los ingenios en Unidades de Inversión (UDIs). Financiera Nacional Azucarera (Fina), junto con los ingenios, comenzaron los trabajos para formalizar las reestructuras, ajustándolas al esquema más apropiado para cada uno de ellos. Los plazos para la reestructuración dependerán de la viabilidad económica y operativa que presente el ingenio, flujo de efectivo que y grado de endeudamiento.
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Hasta el mes de septiembre existía un avance significativo en los procesos para concluir las reestructuras de las deudas contraídas antes del 31 de julio del presente año. Fina estima que a fines de noviembre el 80% del total de los ingenios hayan reestructurado sus pasivos. En el 20% restante de los ingenios algunas deudas no son relevantes, por lo que se espera que los empresarios no tendrán problemas para pagarlas. Es posible que varias solicitudes sean rechazadas por la inviabilidad de la empresa.
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Esta medida les permitirá generar flujos de efectivo necesarios para desarrollar programas operativos en el campo y la fabrica, disminuyendo la dependencia del financiamiento. Asimismo, podrán acelerar los programas de modernización de la planta industrial y del campo cañero.
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Por otro lado, Según cifras de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGDR), en la zafra 94/95 la producción alcanzó niveles récord al sumar 4.3 millones de toneladas, 20.5% más que en el mismo periodo del año anterior. Con 15,590 toneladas de azúcar importadas y un inventario inicial de 821,360 toneladas, 37% menos que la zafra anterior, se alcanzó una oferta de azúcar de 5.1 millones de toneladas. Si a este resultado se le resta el consumo anual, estimado por la SAGDR en 4.1 millones de toneladas, se tendrá un inventario final de 982,150 toneladas. Esta cifra es superior 20% a la que se obtuvo en el mismo lapso del año pasado. Vale resaltar que en los últimos tres años los inventarios de la zafra disminuyeron en casi la mitad
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Por último, no hay que descartar que en abril las autoridades establecieron un programa de exportaciones temporales para reducir los altos costos que ocasionan los inventarios del endulzante. En dicho programa Secofi les permite exportar temporalmente el azúcar, con la única condición de que tienen que importarla cuando la demanda lo requiera.