Banpaís el reino de la desinformación
A diferencia de la privatización bancaria que se realizó durante el sexenio pasado mediante un proceso de subastas que informaba ampliamente a través del Comité de Desincorporación Bancaria –que presidió el hoy secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz Martínez–, en la llamada “segunda vuelta”, la venta, liquidación o asignación de los bancos en este sexenio se ha efectuado bajo un esquema poco transparente, sin subastas, en el que prevalecen todo tipo de rumores y conjeturas durante las negociaciones.
-
Las autoridades, tanto de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) como de la Secretaría de Hacienda, insisten en que la crisis del sector y la difícil situación financiera de los bancos intervenidos no permiten la realización de una subasta abierta, sino que se tienen que efectuar diversas concesiones a los grupos que participan.
-
Así, el año pasado se concretó la casi liquidación de Cremi y Oriente al grupo BBV, que pagó $160 millones de pesos por quedarse con la red de 111 sucursales de Cremi y 38 de Oriente.
-
El año pasado también se acordó la asignación de Banco Unión, con su red de 160 sucursales, que obtuvo el Grupo Promex-Finamex de Eduardo Carrillo, quien se comprometió a pagar más de $700 millones de pesos, una prima de 2% sobre la captación del banco, más el valor de los activos. El monto final de la operación dependerá de la valuación de los activos de Unión. Además, Promex tiene 12 meses para concretar una asociación con un grupo extranjero.
-
En forma paralela se anunció desde el año pasado la “segunda vuelta” de Banpaís, el banco que presidía Ángel “El Divino” Rodríguez , quien supuestamente –ahora sí– será extraditado a México en este mismo mes. De los bancos que pasaron a manos del Fobaproa, Banpaís está considerado como una joya, por su red de sucursales en todo el país (más de 150) y por la labor que en los últimos dos años ha realizado Manuel Espinosa de los Monteros, el interventor designado por la CNBV.
-
No obstante, la venta de Banpaís se ha retrasado ya en varias ocasiones por los obstáculos que impuso el autodenominado grupo de los “verdaderos accionistas”, encabezado por Pablo Funtanet, que finalmente ni siquiera reunió los recursos suficientes para pagar los créditos recibidos bajo la administración del “Divino”.
-
Se suponía que sería uno de los primeros bancos en venderse, pero en 1996 se le adelantaron Cremi, Oriente, Unión e incluso Banco Obrero –vendido a un pequeño grupo, Afirme, de Julio César Villareal–. La venta de Obrero también fue criticada por la falta de información oficial.
-
Lo interesante no es sólo el tamaño de Banpaís, sino que será vendido como un negocio en marcha y no sólo por su red de sucursales. El agente o asesor financiero para la venta es Rothschild, que invitó a 34 grupos financieros, tanto mexicanos como extranjeros, para que participaran en la compra.
-
De estos 34 grupos, Rothschild recibió carta de confidencialidad de 11 que se manifestaron dispuestos a adquirir el banco. Finalmente el número se redujo a siete, aunque todo indica que a última hora hay sólo cinco instituciones participando en el proceso, de las cuales dos son mexicanas: Ixe, que dirige Luis Alberto Pérez Aceves, e Invex, encabezado por Juan Guichard. Los extranjeros interesados son el banco español Argentaria, para el cual la compra constituye una oportunidad para aminorar su rezago en México frente a BBV y Santander. Curiosamente, también BBV está en la lista de interesados, ya que pretende incrementar su participación de mercado a 10% frente al 6% actual. Finalmente está el estadounidense Bank of America, que también ha iniciado algunos coqueteos con Confía.
-
El reto para las autoridades, ante el interés que ha despertado Banpaís, es consolidar su venta con una mayor transparencia e información, porque la ventaja del retraso involuntario es que hoy la situación de la banca mexicana no es ya desesperada y el sector presenta perspectivas más atractivas. Por ello, sería inadmisible que el gobierno otorgara a los compradores facilidades extremas como sucedió con Cremi, Unión y Oriente.
-
Y ojalá ésta sea también la tónica en la venta de los bancos que continúan en control del Fobaproa: Sureste, Interestatal, Anáhuac, Capital y Pronorte.