Los fabricantes de Coca-Cola en el país sudamericano están sumamente preocupados por los altos niveles de evasión tributaria de las otras marcas de bebidas de cola, y continúan esperando una respuesta concreta del gobierno respecto al sistema impositivo y de producto que propusieron para todo el sector.
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Wenceslao Luiggi, gerente general de la Asociación de Fabricantes Argentinos de Coca-Cola (AFAC-C), explica que sugirió a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) la instalación de "caudalímetros, que desarrollamos en nuestra principal embotelladora –FEMSA de Buenos Aires, filial de la de México– y que arroja datos sobre la producción de bebidas que son imposibles de adulterar". Indica que "ofrecimos instalar este sistema en todas las plantas, empezando por las nuestras, lo que elevaría el nivel de tributación al fiscalizar la cantidad de litros producidos, sobre los cuales cada empresa debe pagar impuestos". El ejecutivo alerta respecto a la competencia desleal:
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"Los fabricantes de terceras marcas basan su supervivencia en la evasión de impuestos." Éstos que tienen 30% del mercado en el país austral.
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Por lo pronto, los fabricantes argentinos se mantienen intranquilos por lo que consideran falta de acción de parte del gobierno de De la Rúa. "Somos líderes absolutos, con una participación de aproximadamente 60% en refrescos de cola y arriba de 50% en bebidas gaseosas, mientras que nuestro principal competidor tiene 20% y el resto está en manos de terceras marcas."
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