Caridad para el emprendedor
Obtener dinero para su negocio puede ser muy fácil, si sabe dónde buscarlo. Tal vez tenga un buen proyecto y lo que necesita es un empujoncito para echarlo a andar.
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Las incubadoras de negocios son útiles cuando falta capital para sufragar gastos como renta de local, pago de servicios y equipo de cómputo. Con el fin de conseguir apoyo es preciso contar con un plan que llene una necesidad específica en un nicho de mercado delimitado.
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Una buena opción es Red Crece, organismo que apoya al emprendedor desde que la idea está en pañales. Brinda espacios para acomodar oficinas, mobiliario y equipo a bajo costo, ya que cuenta con subsidio del gobierno. Asimismo, ofrece consultoría empresarial, puesto que "al principio es muy recomendable tener a alguien que te diga cómo ser empresario", asegura Alberto Aldape, director de la institución en Aguascalientes.
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Si el capital urge y se tiene suficiente confianza en la idea, no descarte vender sus bienes muebles, ya sea un auto o una pieza de colección; incluso, podría pedir un préstamo a un familiar o amigo.
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Ahora bien, si su pequeño negocio ya está en marcha pero quiere impulsarlo, acérquese al Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario, mejor conocido como apoyo a "changarros". Éste funciona a través de pequeñas financieras, es decir, cajas de ahorro con experiencia en préstamo de dinero.
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Otorgan créditos de entre $4,000 y $20,000 pesos, y la mayoría exigen tener un negocio establecido con antigüedad mínima de seis meses, uno o dos avales con bienes inmuebles, un bien mueble o automóvil, entre otros requisitos.
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Para empresas medianas no olvide los bancos de desarrollo. Bancomext, por ejemplo, ayuda a los empresarios con potencial importador o exportador. Los montos de financiamiento no pueden rebasar los $250,000 dólares y es indispensable presentar información financiera, legal y administrativa de la firma.
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Por su parte Nacional Financiera (Nafin) ofrece préstamos a tasa fija y variable para adquirir maquinaria, pagar sueldos y materia prima; adaptar, innovar o actualizar tecnologías; prevenir o eliminar emisiones contaminantes; impulsar reciclado o liquidar consultoría.
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El trámite se realiza a través de un intermediario financiero incorporado a la red del organismo, que puede ser banco, unión de crédito, compañía de factoraje o arrendadora financiera.
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No podría faltar la banca comercial, que durante años se mostró reticente a financiar al pequeño empresario, pero que ahora ofrece planes más flexibles. Por lo general, son créditos dirigidos a empresas con ventas mínimas de $30 millones de pesos anuales y ofrecen tasa fija con rangos entre 24 y 26% anual, es decir, una rédito de 2 a 2.3% mensual.
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Antes de utilizar cualquiera de estos recursos, conozca sus alcances y restricciones, ya que ciertos créditos pueden resultar un lastre para su negocio, especialmente cuando se recurre a la tarjeta de crédito. Indague tanto como sea posible con el fin de encontrar un préstamo a su medida. Acuérdese del dicho que dice que el que busca encuentra.
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