A seis meses de su apertura, 85% de la cerveza que se consume en el -restaurante Salute! de Guadalajara se elabora in situ y lleva la marca Minerva. -Esta bebida artesanal, creación del joven cervecero Jesús Briceño, ha tenido -buena acogida, de ahí que el negocio crezca como la espuma. Con una inversión -de $650,000 dólares, Briceño instaló con otros socios una pequeña fábrica -para atacar en Guadalajara, ciudad desierta en el nicho de la cerveza artesanal. -Sin disponer de grandes volúmenes ni de carretadas de dinero para distribución -y marketing, su estrategia fue ofrecer la cerveza en una presentación de barril -a restaurantes y bares locales.
- La microcervecería coloca actualmente 7,000 litros mensuales en 10 centros -de consumo. En seis meses, el plan es llegar a 20 puntos de venta y desplazar -20,000 litros al mes. Entrar a un mercado dominado en 98% por los gigantes Grupo -Modelo y Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, no es fácil. “Además de los -titanes, hay que luchar con los restaurantes que están atados por un contrato -de exclusividad”, admite el empresario.
- “Son segmentos distintos”, dice Raúl Rodríguez, presidente de la -Cámara Nacional de Cerveza y la Malta. “Si bien por procesos y por volumen la -cerveza artesanal no puede competir en el terreno del precio, sí puede hacerlo -por el lado de la calidad”. Un tarro de cerveza Minerva cuesta $34 -pesos, pero a decir de los comensales vale la pena disfrutar de un producto de -más carácter.
- Mientras que en EU la Association of Brewers reporta la existencia de 371 -microcervecerías, en México estas pequeñas fábricas se cuentan con los dedos -de la mano y su producción apenas figura dentro de las estadísticas del -sector. Sin embargo, las proyecciones indican que al mercado nacional se -incorporan un millón de consumidores cada año.